Los Aboneros, ¿Conviene comprar productos en abonos?

Es domingo por la mañana y tocan a tu puerta. Al abrir, una persona entusiasta te presenta un mueble para televisión por el cual sólo tendrías que pagar 120 pesos semanales. Son los aboneros, personas que se dedican a vender productos de puerta en puerta a crédito sin cumplir con regulación alguna.

¿Y cuál es el problema con que no sigan una regulación?

• En el comercio formal, al ser regulado, la autoridad les obliga a informarte de tasas de interés y el Costo Anual Total (CAT) al ofrecerte un crédito, indispensables para comparar opciones de financiamiento así como determinar su costo;

• Adicionalmente el comercio formal verifica tu capacidad de pago al solicitar cada nuevo crédito, lo cual te ayuda a prevenir el que te sobre endeudes;

• Finamente la regulación señala procedimientos para la cobranza en caso de morosidad, de manera que nadie te amenace, te acose, o te moleste a horas inapropiadas en tu hogar.

Los aboneros, al no ser un comercio formal y por ende no estar regulados, no respetan lo anterior: No te mencionan el costo del crédito y tampoco les interesa en principio si puedes pagar o no, ya que confían en sus métodos de presión para obligarte a pagar en caso de ser necesario.

Puntos a tomar en cuenta antes de comprarle a los aboneros

• Calcula el costo total que tendrás que pagar. Si te dijeron que los pagos son de 120 pesos semanales por 18 meses (los cuales equivalen a 78 semanas), entonces el costo total es de 120 x 78 = 9,360 pesos.

• Compara ese número con otras opciones de financiamiento de la que dispongas, y si descubres que con el abonero terminarías pagando más, mejor elige la otra opción. ¡Pero cierto!, que el abonero no va a regresar así que no tienes oportunidad de comparar, ¿qué hacer entonces?

• Sencillo, ¡no lo compres! No te confundas que éstas no son «compras de oportunidad«. Si no sabes los precios de productos semejantes en comercios establecidos, es que no es un producto que estés planeando comprar, y si no lo planeabas comprar, entonces en realidad no lo necesitas. ¡Nunca permitas que un vendedor siembre en ti le semilla la necesidad!

• Y si al final el costo total resulta una buena opción, o si el producto en sí es algo que efectivamente necesitas pero que es muy difícil de encontrar en el comercio formal, recuerda siempre la regla de oro del financiamiento:

Antes de comprar a crédito verifica en tu presupuesto que efectivamente puedas absorber los pagos, actualizándolo con el nuevo compromiso financiero en caso de comprar el producto. Es tu garantía para evitar que te endeudes.

Un último consejo en caso de haber decidido adquirido el producto: ¡No te atrases en tus pagos! No corras el riesgo de experimentar los «métodos de presión» a los que son capaces de llegar los aboneros.

¡Éxito!