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Evita que las ventas nocturnas sumen a tus finanzas en la oscuridad

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Se acerca una de las principales épocas de ventas del año: Las ventas nocturnas previas al día de la madre. Y unas semanas después, las previas al día del padre. El bombardeo de ofertas y promociones, principalmente otorgando largos plazos a crédito, serán implacables para una sociedad «educada» a que se «tiene» que regalar algo para «demostrar» que uno es buena hija o hijo.

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Buen fin 2018

Las cinco claves para realmente aprovechar el próximo Buen Fin 2018

Buen fin 2018

Del próximo viernes 16 al lunes 19 de noviembre se llevará a cabo El Buen Fin 2018. Como cada año, los comercios ofrecerán diferentes ofertas, la mayoría limitadas a facilidades de financiamiento. ¿Quieres realmente aprovechar ése fin de semana? ¡En esta ocasión te diremos como!

1. Enfócate en lo que realmente necesitas

Si estás pensando en aprovechar las ofertas del Buen Fin para comprar algo, primero pregúntate si en verdad ése producto te es imprescindible, si el dinero que vas a destinar no te podría servir para algo más importante, y si tienes en realidad el dinero para comprarlo sin endeudarte. Si no cumples con estos tres requisitos, ¡Es que no lo necesitas! Por tanto, mejor dale un mejor uso a tu dinero.

2. Compara precios un par de semanas antes

Por ello publicamos este artículo 2 semanas antes de El Buen Fin: ¡Para que puedas comparar precios! Como seguramente has escuchado, muchos comercios suelen engañar al consumidor promocionando grandes ofertas… Ofertas que realmente aplican sobre precios inflados. Con esto los clientes terminamos pagando – en el mejor de los casos – un precio apenas ligeramente inferior al que comúnmente tiene el artículo.

Así que, ¡aprovecha los próximos dos fines de semana para comparar precios! Haz una lista de los lugares donde hayas encontrado el artículo que buscas ordenándolos del lugar más económico al más caro. No olvides incluir los precios observados.

3. Compara las promociones reales durante el Buen Fin 2018

El día que inicia el Buen Fin, acude a los primeros 5 lugares de tu lista. Como tienes los precios originales, ¡puedes comparar las promociones!

Con esto te será más sencillo identificar cuál de los comercios tiene realmente la mejor promoción del producto que estás buscando.

4. Al evaluar la promoción, considera la fotografía completa

En una ocasión conseguí un descuento de 60% por una pantalla plana que estaba buscando. Pero ojo: No es que el comercio tuviera la promoción del 60%

  • El comercio otorgaba cierto porcentaje de descuento;
  • Adicionalmente, por la promoción se depositaba una cantidad adicional en una tarjeta de lealtad de la misma tienda;
  • Y, por si fuera poco, el banco de mi tarjeta de crédito bonificaba una mensualidad si se compraba a meses sin intereses.

5. No acudas a «curiosear» a los comercios

Si no has planeado comprar un producto en especial y no has comparado precios, ¡No vayas a las tiendas! Si «vas a ver qué encuentras«, no te extrañe que al final salgas con productos que no planeabas comprar, pagando un precio del que quizá después te vayas a arrepentir, y gastando dinero que no tenías para pagar. En este caso, el refrán popular «El que busca, encuentra«, juega en tu contra.

Así que ya lo sabes: Sí es posible encontrar buenas promociones, pero tienes que prepararte para ello.

¡Éxito!

Referencias

Usa tu Tarjeta de Crédito ¡Sin endeudarte!

¿Qué opinas de las tarjetas de crédito? Lo común es que la opinión se divida en dos bandos: quienes las consideran una trampa de los bancos y quienes ven en ellas una herramienta para comprar productos o contratar servicios que de otro modo no podrían adquirir. Lo genial es que ambos bandos tienen la razón: son una excelente herramienta de financiamiento pero que esconde en su manejo algunos trucos, que si no los conoces, corres el severo peligro de acabar endeudándote.

Pero primero conozcamos al enemigo: Las tarjetas de crédito no son más que una tarjeta que identifica a un cliente de un banco o comercio al cual le ha sido asignada una línea de crédito revolvente, es decir, que mientras tenga saldo disponible y realice sus pagos, puede seguir usando su crédito. Y es ahí donde está la trampa: Como el banco acepta el pago de cantidades reducidas – así es, el famoso mínimo a pagar – el cliente sigue compre y compre con la ilusión de que, mientras pueda pagar el mínimo, tiene el crédito bajo control. ¡Nada más falso!

El crédito se sale de control desde el momento en que no puedes pagar el total de tu deuda al momento del corte, por más que tengas dinero disponible para cubrir el mínimo.

Seguramente alguien se preguntará en estos momentos «¿Y las compras a plazos? El que compre un producto a pagos no significa que haya perdido el control… » Y tienes razón. Sólo un detalle: al comprar a pagos te comprometes a pagar cierta cantidad mensual, por lo que sólo podríamos afirmar que se tiene el crédito bajo control si puedes cubrir esos pagos junto con el monto de las demás compras que hayas realizado durante el período.

Por tanto, para poder explotar los beneficios de la tarjeta de crédito sin endeudarte, es necesario que no compres más allá de tu capacidad de pago. Para ello:

  • En cuanto realices una compra separa el dinero para cubrir ese pago, ya sea depositándolo en una cuenta de ahorro distinta a tu cuenta de nómina (si lo tienes), o separándolo de una vez en tu presupuesto si vas a tomar ése monto de tu siguiente cobro de nómina;
  • Antes de comprar algo con tu tarjeta verifica tu presupuesto y confirma que en realidad tienes el dinero para cubrir ese cargo;
  • Cada mes revisa tu estado de cuenta, es una realidad que ninguno estamos exentos de tener cargos que no reconocemos o que se carguen comisiones que no corresponden;
  • Siempre realiza tus pagos de forma oportuna antes de la fecha límite indicada en el estado de cuenta, procurando cubrir el monto para no pagar intereses (no se trata de regalarle el poco dinero que tenemos al banco);
  • De no poder pagar el total, procura pagar la cantidad más alta posible y siempre mayor de lo que se indique como mínimo a pagar;
  • Ten el menor número de tarjetas posible, en realidad no se requieren más que una bancaria y a lo sumo un par de comerciales… Una cantidad mayor incrementa el riesgo de perder el control del crédito;
  • Al seleccionar una tarjeta fíjate que tenga el CAT (Costo Anual Total) y las comisiones más bajos posibles, y claro está, no olvides de considerar los intereses, comisiones e IVA en tu presupuesto;
  • Evita utilizar las tarjetas «para emergencias» dejándolas siempre como última opción. Dependiendo del problema, es preferible buscar otros métodos de financiamiento más económicos o autofinanciarte a través de tus ahorros (es buena idea tener un fondo de reserva para emergencias).

¿Y qué hacer si identificas que ya perdiste el control? Lo recomendable es

  • Limita o suspende el uso de tu(s) tarjeta(s) de crédito;
  • Determina el número de pagos que requieres para cubrir el saldo (considerando intereses) y actualiza con ellos tu presupuesto de gastos;
  • Da prioridad en tu presupuesto a saldar tu tarjeta sobre otros gastos.

Me despido compartiéndote la regla de oro en el uso de las tarjetas de crédito:

La Tarjeta de Crédito no es una extensión de tus ingresos, por lo que sólo debes utilizarla cuando tienes el dinero para pagarla.

¡Éxito!

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