Quizá has escuchado que están bajando los rendimientos de los CETES. Que el gobierno quiere que la gente gaste en vez de ahorrar. Y sí, lo anterior es cierto. Pero, ¿Qué hacer? ¿Nos quedamos sin opciones?

Quizá has escuchado que están bajando los rendimientos de los CETES. Que el gobierno quiere que la gente gaste en vez de ahorrar. Y sí, lo anterior es cierto. Pero, ¿Qué hacer? ¿Nos quedamos sin opciones?
Poner nuestras finanzas en orden no tiene que ser un dolor de cabeza. Si bien en artículos pasados hemos hablado de la importancia de elaborar presupuestos, del control de gastos, de la importancia del ahorro y del cuidado en las deudas, el primer paso es mucho más sencillo de lo que parece.
Una vez que adquiriste el seguro para tu auto, ¿qué haces con él? ¿Lo guardas con la esperanza de no utilizarlo? Si bien es muy común asociar «Cobro del seguro» con «Siniestro» (accidente, robo, desastre), en realidad los seguros tienen muchos otros beneficios que puedes utilizar y que pueden sacarte de apuros.
Ésta cobertura te brinda el servicio de rescate cuando por algún motivo no puedes utilizar tu automóvil, como por ejemplo al poncharse una llanta, al quedarte sin batería o gasolina, o si las llaves se te quedaron dentro. Al llamar a la aseguradora te envían a una persona para que te ayude a recuperar el funcionamiento de tu vehículo sin costo adicional (a excepción de cuando tienen que utilizar algún insumo, como es el caso de la gasolina donde usualmente te la cobran).
¿Y qué ocurre cuando con el funcionamiento del automóvil no se puede recuperar? Si tu auto se descompone, si queda atrapado en una inundación, o si por alguna otra razón no pudiera circular, con ésta cobertura la aseguradora te manda una grúa, la cual llevará tu vehículo al taller o al lugar que tú le indiques (eso sí, en la ciudad donde radicas o la más cercana al lugar del incidente en caso de encontrarte de viaje).
Estás en una ciudad que no conoces y no sabes dónde comer, dónde se encuentra el hotel confiable más cercano, la referencia de un mecánico o la ubicación de la gasolinera más cercana. O te quedaste sin celular y necesitas enviar un mensaje o que llamen a alguien. Esta cobertura (que muchas veces viene incluida junto con la Asistencia Vial) te brinda este tipo de servicios, llegando incluso en algunos casos a reservar vuelos de avión o noches de hotel.
Cuando escuchamos «Daños a terceros» normalmente pensamos en el coche al cual dañamos en un accidente. Si bien el concepto es correcto, la cobertura no está limitada a un choque entre dos vehículos. También incluye cualquier bien de un tercero sobre el que pasaran los neumáticos de tu auto (celulares, portafolios), portazos (la reparación de una ralladura a un auto de lujo puede llegar a ser muy costosa), rejas o bardas dañadas al salir en reversa… Esta cobertura es la mínima que se puede adquirir e incluso es obligatoria en gran parte del país.
Nuevamente no se trata nada más de accidentes viales. Si jugando béisbol unos niños rompen tu panorámico y salen corriendo, ¿a quién le exigirías la reparación? Si saliendo de un centro comercial vez que tu auto fue golpeado, ¿cómo identificas al responsable? O si estando en la calle cae sobre tu auto la rama de un árbol, ¿demandarías a la madre naturaleza? A diferencia de los casos anteriores para esta cobertura usualmente se tiene que pagar un deducible, de manera que en realidad forma parte del «Lo pago deseando no utilizarlo«. No obstante lo incluyo en la relación porque es una opción que puede servirnos como medio de negociación, es decir, dependiendo del daño, quizá sea más fácil conseguir que el padre del niño pague el deducible que la reparación aún más costosa del vehículo.
¿Sabes con cuáles de los beneficios anteriores cuentas? ¿Conoces sus restricciones? ¿Tienes beneficios adicionales? La única manera de saberlo es revisando tu póliza y leyendo las condiciones que contrataste.
El mejor consejo en cuanto a los seguros es que no los guardes en un cajón deseando no utilizarlos sino al contrario, léelos, siéntate con tu asesor de seguros a revisarlos, para que así sepas de manera clara a qué tienes derecho y puedas exigirlo.
¡Éxito!
Cada vez que le pregunto a alguien por qué no ahorra, el motivo termina siendo uno de estos dos: O «Tengo muchas deudas», o «no me alcanza el dinero». En ambos casos, lo que se está afirmando, es que no pueden ahorrar porque dan prioridad a pagar los productos o servicios de alguien más. Incluidos servicios de financiamiento.
¿Cuál es el objetivo de ahorrar? La respuesta a esta pregunta no es tan sencilla como pareciera. Y por lo mismo, en ocasiones perdemos dinero cuando creemos que estamos ahorrando. ¿En qué debemos tener cuidad?
Desde hace algunas semanas he estado recibiendo inquietudes sobre el apoyo por desempleo que brindan las Afores. Si bien la oportunidad de utilizar parte de tus ahorros es real, las condiciones y las consecuencias no son del todo claras. Por otro lado, hay opciones que pueden resultar más eficientes hablando en pesos y centavos.
Llegamos al mes de junio, y con él, a la llamada «nueva normalidad». Si algo nos han enseñado estos últimos meses, es lo frágil que es nuestra economía familiar si no ahorramos. Sin ahorro, cualquier eventualidad, cualquier tropezón con nuestros ingresos, nos pone en apuros… O nos lleva a endeudarnos.
En principio parece una buena idea ya que, todo lo que puedas abonar a capital en tus deudas, te va liberando. Hablando específicamente de un crédito hipotecario, como en un principio pagas puros intereses, un pago relativamente pequeño a capital te puede reducir el plazo de manera significativa. De hecho, podrías adelantar varios años el librarte de la hipoteca.
Vivimos momentos inéditos, en donde muchas de nuestras costumbres se han visto afectadas por el confinamiento. A unos días de que celebremos el día de la madre, ¿qué regalarle para que se sienta especial, sin endeudarnos en el camino?
Si bien las medidas contra el COVID19 están funcionando gracias al esfuerzo y compromiso de todos, muchas personas han visto disminuir sus ingresos. Si de por sí la mayoría de los mexicanos vivimos al día, ¿Cómo hacerle para pagar las cuentas?