¿Por qué preferimos pagarle a otros antes de pagarnos a nosotros mismos?

¿Por qué preferimos pagarle a otros antes de pagarnos a nosotros mismos?

Cada vez que le pregunto a alguien por qué no ahorra, el motivo termina siendo uno de estos dos: O «Tengo muchas deudas», o «no me alcanza el dinero». En ambos casos, lo que se está afirmando, es que no pueden ahorrar porque dan prioridad a pagar los productos o servicios de alguien más. Incluidos servicios de financiamiento.

Es verdad. Hay que comprar comida para comer, pagar el servicio de luz, y si sacamos un préstamo o pagamos con la tarjeta, hay que pagar esa deuda. Sin embargo, ni el tendedero que te vendió la comida, ni los ejecutivos de CFE, ni el agiotista que te prestó el dinero, están preocupados porque conserves el bienestar de tu familia. Nadie tiene asegurada la salud, el trabajo, o la vida misma. Por tanto, si tú no te ocupas en lograr que tu familia conserve ése bienestar, ¿quién más lo va a hacer?

A grandes rasgos, hay dos caminos para que te pagues a ti mismo:

El ahorro

¡El mejor de todos! Y más si tienes el cuidado de no sólo dejar el dinero en una alcancía, sino que inviertes tu dinero para que trabaje para ti.

Cierto, empezamos diciendo que las personas no ahorran porque no les alcanza, o porque tienen deudas… Pero también dijimos una gran verdad: Se trata priorizar a quién le queremos pagar primero.

Piénsalo. Si tu sueldo bajase en un 10%, ¿sería el final para tu familia? Si somos sinceros, no. No lo sería. Y no lo sería porque encontrarías la forma de cómo ajustar tu presupuesto, de cómo generar un ingreso adicional, de cómo reducir gastos. Incluso, de cómo re-estructurar tu deuda de ser el caso.

Entonces, ¿Por qué no primero te pagas a ti ese 10% depositándolo en tu cuenta de ahorros, y después le pagas a todos los demás? Y si solicitas que tus aportaciones te las descuenten directamente de la nómina, o queden domiciliadas para que te la tomen de tu cuenta en automático en días de quincena, ¡mucho mejor!

La caja de ahorro de trabajadores o CETES Directo, son excelentes opciones para este fin.

Los seguros

Una enfermedad o un accidente fácilmente pueden devorar los ahorros de una familia. Y ante una muerte prematura, es posible que el dinero ahorrado no sea el suficiente para sacar adelante a nuestras familias, y más si hay niños pequeños de por medio. Por ello, contratar un seguro de vida, de auto, o de gastos médicos cuando no hay acceso a servicios de salud (IMSS, ISSSTE), también es una forma de pagarse a uno mismo, ya que nos permitirán utilizar una cantidad de dinero incluso mayor a la que nosotros hayamos aportado en caso de llegar el momento.

¡Éxito!

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