Ahorrar es una de las lecciones de finanzas personales más importantes que puedes aprender. Sin embargo, es cierto sigue siendo algo difícil para muchas personas, independientemente de su edad o nivel de ingresos. Con este artículo deseamos darte un punto de vista más amigable al respecto.
Para garantizar tu estabilidad financiera a largo plazo, es importante reservar de manera recurrente una cantidad de dinero en algún instrumento seguro. Y para alcanzar tus objetivos financieros, deberás tener metas bien definidas y una buena planificación.
Establecer metas de largo plazo y mantener tu dinero en una cuenta o instrumento de inversión, te ayudará a mantener organizadas tus finanzas y a evitar gastarlo de forma impulsiva.
Para dar tus primeros pasos en un plan de ahorro, lo ideal es que comiences por enlistar los objetivos que deseas lograr, tus necesidades de gasto mes a mes y por lo tanto, lo que que deberás reservar (ahorrar). Debes priorizar tus objetivos para que mantengas una disciplina real sobre tus requerimientos.
Una vez que hayas compilado tu lista, tendrás una perspectiva financiera real sobre tus deseos y prioridades. Cuando se trata de ponderar tus objetivos a largo plazo, es posible que debas investigar, consultar con tu pareja, pensar en
tu familia (si ya la tienes o si viene en camino). Recuerda incluir en tus objetivos la matrícula universitaria del mañana para tus niños, tu jubilación, un fondo de emergencias, y no olvides el plan de viaje para ese destino que tanto deseas visitar.
La única forma de lograr tus objetivos financieros, es ser coherente con los esfuerzos que realizas para ello. Coloca tu lista de objetivos en un lugar discreto, pero donde puedas verla con frecuencia y cuando logres cumplir una meta de tu lista, táchala con un bolígrafo y escribe una nueva meta. Cuanta más atención prestes a tus metas de ahorro, más satisfecho te sentirás al ver que las estás alcanzando.