Siete puntos con los que pones en riesgo tu calidad de vida

Siete puntos con los que pones en riesgo tu calidad de vida

Siete puntos con los que pones en riesgo tu calidad de vida

Trabajamos para cubrir las necesidades y brindar comodidades a nuestras seres queridos, ¿cierto? Lo anterior no tienen nada de malo sino al contrario: es digno de reconocimiento el esfuerzo y sacrificio que diariamente realizan padres y madres de familia por los suyos. Pero hay que tener cuidado, ya que la cultura en la que vivimos inmersos nos lleva con facilidad a auto-engañarnos haciéndonos creer que tenemos una buena calidad de vida cuando en realidad dedicamos nuestro tiempo – y recursos – a mantenerla a toda costa. Leer más

Los indicadores que reflejan la salud de tus finanzas personales

Existe un muy antiguo refrán que dice “Lo que no puede medirse, no puede mejorarse“, y las finanzas personales no son la excepción. Al igual que el corredor se fija en el tiempo que tarda en recorrer cierta distancia, el alumno en el promedio de sus calificaciones, el empresario en el total de sus ventas o quien desea adelgazar en su talla, peso o si la ropa le queda, tu bolsillo también tiene indicadores que te permiten evaluar tu situación financiera de forma que puedas observar el resultado de tu esfuerzo por mejorar tu nivel de vida y el de tu familia de forma objetiva. Es claro que existen muchos indicadores y que la preferencia entre unos u otros depende de cada persona, pero los que voy a presentarte son los que he observado como más representativos y que en la práctica su seguimiento da mejores resultados.

1. Llevar un Presupuesto

Descripción: Plan escrito de cómo serán distribuidos tus ingresos entre tu ahorro, provisiones, gastos y compromisos financieros, el cual debe ser actualizado cada vez que tengas una variación en cualquiera de esos rubros como podría ser un incremento de sueldo, la compra de algún producto a plazos o el incremento de las colegiaturas en la escuela de tus hijos.

Importancia: El presupuesto es la base de tus finanzas. No llevarlo significa desconocer cuánto ganas y cuánto realmente gastas, reaccionar a las circunstancias en vez de planear para afrontarlas. Te impide ser consciente de tu flujo de efectivo.

Valores:
a) Sí llevo un presupuesto y procuro que esté actualizado así como cumplirlo.
b) Sí, pero me cuesta mucho tenerlo actualizado y muchas veces no lo considero al realizar mis gastos
c) No llevo un presupuesto

Para mejorar: Sé que para algunos será tedioso, para otros difícil de cumplir, pero como ya te comenté el presupuesto es la base de tu salud financiera. Si aún no llevas uno tómate el tiempo para hacerlo, procura mantenerlo actualizado y sé disciplinado al seguirlo. Puedes apoyarte en el artículo 10 Consejos para la elaboración de tu presupuesto.

2. Tu Flujo de Efectivo

Descripción: Determina tu capacidad de afrontar tus gastos y compromisos financieros, es decir, qué tanto tus ingresos logran cubrir tu necesidades y las de tu familia, así como tus deudas y tu ahorro. Para determinarlo te basas en tu presupuesto.

Importancia: Para mí es quizá el más importante de los indicadores ya que refleja sin lugar a dudas dónde estás parado, permitiéndote identificar fugas de dinero, zonas de amortiguamiento (gastos que puedes reducir o suprimir en caso de necesidad) y que tan apremiante es la necesidad real de incrementar tus ingresos, es decir, el que tu ingreso te sea suficiente descontando fugas de dinero y zonas de amortiguamiento.

Valores:
a) Si tus ingresos no logran cubrir tus gastos y compromisos, estás sumido en una crisis financiera severa. Lo más importante es romper el círculo vicioso de endeudarte porque no tienes para pagar tus necesidades lo que te lleva a endeudarte para cubrirlas: identifica y elimina tus fugas de dinero, aprovecha las zonas de amortiguamiento e incrementa tus ingresos.
b) Si el mayor porcentaje de tus ingresos se va en el pago de deudas, tienes una precaria salud financiera. Observa tus hábitos de consumo, quizá no todo lo que compras sea realmente necesario. Da prioridad al ahorro, se paciente para obtener aquello que deseas, y si hay algo en especial que deseas adquirir o disfrutar, haz el esfuerzo de generar un ingreso adicional para cubrir su costo antes de endeudarte aún sea a meses sin intereses.
c) Si el mayor porcentaje de tus ingresos lo dedicas a cubrir tus necesidades diarias, mayor es tu dependencia a tu ingreso para vivir al día, lo que te vuelve vulnerable ante los imponderables que suele presentarnos la vida. Busca ahorrar lo que hoy se te va en fugas de dinero, aprovecha las zonas de amortiguamiento, y ese dinero deposítalo en una cuenta de ahorro como provisión para eventos futuros. También es recomendable que te esfuerces por incrementar tus ingresos.
d) Si el mayor porcentaje de tus ingresos lo destinas al ahorro a corto plazo, podemos hablar de que disfrutas de estabilidad financiera encontrándote preparado para enfrentar el futuro. Observa la fuente de tus ingresos… Quizá sea hora de buscar ingresos que no dependan de tu fuerza personal, como son las inversiones, rentas, patentes y regalías.
e) Si la mayor parte de tus ingresos la destinas al ahorro a largo plazo y a las inversiones, hablamos entonces de que disfrutas de holgura financiera.

Para mejorar: Como podemos ver, cada valor del Flujo de Efectivo lleva intrínseco la clave para mejorar este indicador.

3. Tu liquidez

Descripción: Determina tu capacidad de pago en dinero efectivo. En muchas ocasiones una persona puede tener un flujo de efectivo sano pero no tener un peso en su bolsa, aún tenga mucho dinero en instrumentos de inversión, activos o ahorro a plazos.

Importancia: La liquidez es la que te permite pagar los productos y servicios que requieres día con día. Quien no tiene liquidez requiere recurrir a préstamos o a su tarjeta de crédito, con lo cual, lo único que gana, es mermar su flujo de efectivo futuro.

Valores:
a) Sin liquidez, es decir, no tienes capacidad de pago en efectivo.
b) Liquidez precaria, es decir, tienes lo justo que requieres para realizar tus pagos.
c) Liquidez, es decir, tienes disponible más dinero del necesario para tus gastos.

Para mejorar: Si requieres mejorar este indicador, es necesario identifiques el motivo por el cual no tienes la liquidez suficiente.

  • ¿No tienes un flujo de efectivo sano? Empieza por ahí: reduce fugas de dinero, aprovecha zonas de amortiguamiento e incrementa tus ingresos
  • ¿Tienes tu dinero “atrapado” en instrumentos de inversión y ahorro a plazo? Revisa tu estrategia de ahorro e inversión: Recuerda que debes tener una cuenta de ahorro a la vista (tarjeta de débito o chequera) con dinero suficiente para el día a día, quizá complementada por una inversión o ahorro de vencimiento diario (disponible en 24h)
  • ¿Tienes tu dinero invertido en activos (casas, autos, oro)? Recuerda que no puedes comer una bujía, ni pagar la colegiatura con una piedra, ni comprar en el supermercado pagando en caja con una onza de oro. Si tus activos no te proporcionan un flujo de efectivo (rentar la casa, por ejemplo) quizá debieras vender alguno para hacerte de liquidez, o esforzarte en generar un ingreso que te garantice la liquidez que necesitas.
  • ¿Te autofinancias a través de tus ahorros y por ello no tienes dinero? Si bien el autofinanciamiento es una práctica recomendable, debes considerarla como lo que es: una deuda. Por tanto, no seas condescendiente contigo mismo viéndote como el acreedor al que no le pagan… realmente eres el deudor incumplido.
  • Como punto general, recuerda la regla de oro de las inversiones: No uses para invertir el dinero que necesitas para comer.

4. El rendimiento que te da tu dinero

Descripción: En este indicador puedes ver reflejado que tan eficiente es tu propio dinero trabajando para ti, es decir, los intereses y rendimientos que recibes por tu dinero ahorrado e invertido para necesidades futuras (no el que necesitas para tu gasto diario ni para tus pagos mensuales).

Importancia: Este indicador no busca evaluar el rendimiento de tu dinero como una fuente de ingreso (lo cual está contenido en el Flujo de Efectivo) sino que mide tu propia eficiencia para administrar tu dinero, lo que conlleva planear, analizar y evaluar diferentes opciones.

Valores:
a) Tu dinero no te genera rendimientos. ¿No ahorras? ¿Guardas el dinero en una alcancía, bajo el colchón, o en una cuenta que no te da intereses? Empieza por destinar parte de tus ingresos de forma constante al ahorro y acércate a un asesor para identificar algún instrumento de ahorro o inversión que se ajuste a tus necesidades.
b) Tu dinero te da rendimientos inferiores a la inflación. Estás perdiendo dinero aún que lo tengas en el banco o en un fondo de ahorro. Existen instrumentos que requieren un monto de apertura bajo que dan rendimientos superiores a la inflación, como pueden ser algunas cajas de ahorro de trabajadores, fondos de inversión y bonos del gobierno (CETES).
c) Tu dinero da rendimientos superiores a la inflación. Estás haciendo un buen trabajo y quizá sea hora de dar el siguiente paso: tomar las riendas de tus inversiones. Evalúa las diferentes alternativas de ahorro o inversión y compara sus rendimientos, escogiendo aquellos que te den mejores rendimientos.
d) Tu dinero trabaja para ti. Es quizá el punto al que muchos desearían llegar. Es cuando el flujo de efectivo que generan las inversiones es tal, que bien puedes considerarlo un ingreso adicional. Existen muchos casos que las personas llegan incluso a dejar de trabajar para dedicarse de lleno a sus inversiones

Para mejorar: Si bien es cierto que el importe de los rendimientos está relacionado con el total del capital que tengamos invertido, también es cierto que muchas veces no obtenemos mejores rendimientos más por falta de conocimiento que por falta de capital. Por ello es importante ser autodidacta: Lee libros y artículos relacionados al mundo de las inversiones, platica con personas con mayor experiencia, selecciona a un buen asesor financiero, relaciónate con personas que estén buscando andar el mismo camino que tú.

5. La Etapa Financiera en la que te encuentras

Descripción: Las Etapas Financieras son una serie de características en la vida financiera de una persona relacionadas con el origen de sus ingresos, la naturaleza de sus gastos y la urgencia de sus obligaciones. Puedes encontrar una explicación muy completa en Cómo Identificar (y prosperar en) las Etapas Financieras.

Importancia: La etapa financiera en la que te encuentras, al resumir en hechos tu nivel de endeudamiento, tu capacidad de pago y tu grado de desarrollo en diversas habilidades financieras como el ahorro, la inversión y el financiamiento, permiten concentrar en este único indicador muchos otros que pudieran manejarse de forma independiente, facilitándote su evaluación y seguimiento.

Valores: Las etapas financieras, según las puedes ver descritas en el artículo recomendado, son:
a) Dependencia Financiera
b) Autosuficiencia Financiera
c) Crisis Financiera
d) Estabilidad Financiera
e) Tranquilidad Financiera
f) Independencia Financiera
g) Libertad Financiera

Para mejorar: Identifica en qué etapa te encuentras y sigue las recomendaciones específicas para cada superar cada etapa.

Existen muchos otros indicadores que pudieran manejarse, y es muy probable que consideres que alguno de ellos sea demasiado importante para haberlo omitido en este artículo. Por favor inclúyelos en la sección de comentarios… poco hay tan valioso como la retroalimentación, además que podrá servirle a otros lectores para forjar su propio criterio.

Recuerda que no existen caminos instantáneos. Ni quien busca bajar de peso lo logra en la primera sesión en el gimnasio, ni el corredor completa el maratón la primera vez que se pone los zapatos para correr. En todos los casos debes primero identificar de forma honesta dónde te encuentras, definir a dónde quieres llegar y establecer un plan para lograrlo, dando seguimiento periódico a tus indicadores para que puedas evaluar el resultado paulatino de tu esfuerzo. Ten paciencia… Estoy seguro que con constancia y disciplina, lo lograrás.

¿Manejas en casa alguna estrategia para afrontar emergencias? ¿Tienes alguna experiencia qué compartir con nosotros? ¿Te quedó alguna duda o inquietud? Compártenos tus opiniones, las cuales serán seguramente de interés para la comunidad.

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La depresión y tus finanzas personales

Cómo afecta la depresión a tus finanzas personales y cómo vencerla

La salud y dinamismo de tus finanzas personales se ven definidas por habilidades financieras que es necesario desarrollar. Cuando estás deprimido estas habilidades se ven menoscabadas por tu estado de ánimo y por la falta de voluntad que la depresión conlleva, provocando el deterioro de tus finanzas. En esta ocasión veremos cómo detectar el efecto de la depresión en tus finanzas personales y cómo superarlo.

La habilidad de Generar Ingresos

Cómo te afecta: Al deprimirte descuidas la calidad de tu trabajo así como tus resultados, reduciendo tu esfuerzo y compromiso, y adquiriendo una visión negativa de cómo te valoran tus compañeros, superiores y clientes.

Sus consecuencias: Tus ingresos se ven reducidos al perder clientes y no cerrar ventas, al ver reducidos bonos de productividad por no alcanzar tus objetivos, así como por efecto de sanciones administrativas producto de retardos, faltas y presentar una mala actitud a compañeros y superiores. En casos extremos puedes llegar a perder el trabajo.

Suicidio financiero: Puedes llegar a renunciar o a cerrar tu negocio de forma abrupta, a abandonar tu empleo, o a quebrantar deliberadamente reglamentos e instrucciones directas para provocar que te despidan.

La habilidad de Planear

Cómo te afecta: Al encontrarte desanimado y tener una expectativa negativa del futuro dejas de planear, con lo cual dejas de llevar y respetar tu presupuesto así como de considerar las consecuencias de tus decisiones y actos.

Sus consecuencias: Empiezas a gastar desmesuradamente muchas veces ante el razonamiento de que te lo mereces. No nos confundamos, es totalmente válido y aconsejable premiarte y darte un gusto de vez en cuando, así como tener momentos de esparcimiento y diversión. El problema viene cuando esto lo haces fuera de tu presupuesto y con dinero que no tienes.

Suicidio financiero: Llega el momento en que dejas de cumplir con tus compromisos al no alcanzarte el dinero, como por ejemplo el caso de la persona que gasta en alcohol el dinero de la renta, de la letra del auto o de las colegiaturas de los niños. Ten en cuenta que esto no ocurre únicamente con alcohol, drogas y otros vicios… también puedes dejar de pagar tus compromisos por adquirir ropa o artículos electrónicos, por pagar comidas o espectáculos, por el juego y las apuestas.

La habilidad de Ahorrar

Cómo te afecta: Ante el desasosiego y la visión negativa de tu futuro dejas de ahorrar, llegando a ser aún más frustrante cuando cualquier intento de ahorro se ve coartado porque el dinero no te alcanza como consecuencia de la depresión en las dos habilidades anteriores.

Sus consecuencias: Dejas de estar preparado para eventos futuros, tanto planeados como no contemplados, con lo cual inexorablemente llegará el momento en que no tengas para pagar alguno de esos eventos, incrementando con ello tu estrés y por ende tu depresión.

Suicidio financiero: Todos hemos escuchado de personas que derrochan sus ahorros buscando sentirse menos solos o menos tristes… El problema es que el gasto jamás conducirá a la felicidad, y como ya vimos, quedarte sin ahorros te deja desprotegido para el futuro.

La habilidad de Invertir

Cómo te afecta: La persona deprimida tiende a dejar de dar seguimiento a sus inversiones, con lo cual se incrementa en gran medida el riesgo de perder el dinero invertido. Como dice el dicho: al ojo del amo engorda el caballo, por lo que si por la desidia provocada por la depresión el amo deja de cuidar al caballo, este seguramente morirá de hambre.

Sus consecuencias: En general son dos, la pérdida del valor de los activos donde inviertes (deterioro de bienes inmuebles, falta de mantenimiento a equipo y maquinaria, caída del valor del negocio), o la venta precipitada de los mismos, con lo cual suelen venderse a precios bajos.

Suicidio financiero: Pareciera extraño, pero muchas veces la depresión lleva a las personas a invertir de forma indiscriminada, adquiriendo riesgos absurdos ante especulaciones propias de los juegos de azar, con lo cual prácticamente garantiza la pérdida de su dinero.

La habilidad de Gestionar el Financiamiento

Cómo te afecta: En lugar de llevar un plan de financiamiento que te permita adquirir bienes y servicios a través de un crédito responsable, te endeudas, muchas veces como consecuencia del deterioro de tu habilidad para generar ingresos, para planear y para ahorrar.

Sus consecuencias: El saldo de tus tarjetas de crédito empieza a crecer hasta el punto que prácticamente trabajas para poder cubrir con esfuerzo el mínimo a pagar. Llegas a empeñar tus bienes, a acudir a prestamistas y agiotistas, aceptando tasas de interés exorbitantes.

Suicidio financiero: Tu necesidad de dinero te empuja a tomar préstamos y créditos aún a sabiendas que no podrás pagarlos, incluso abusando de amigos y familiares, llegando al extremo de recurrir a delincuentes donde no sólo pones en riesgo tus finanzas, sino tu integridad física así como la de tu familia.

La habilidad de Proteger tu Dinero

Cómo te afecta: La desidia y desesperanza que lleva la depresión te hacen perder sensibilidad del valor del dinero, y al igual que en los casos del ahorro y la planeación, al deprimirte dejas de prever, con lo que desestimas la necesidad de los seguros.

Sus consecuencias: Al perder sensibilidad del valor del dinero es frecuente que pagues aún sabiendo que te están cobrando de más o que te están cargando productos que no compraste, sin importarte la calidad del servicio prestado o si el producto está por encima de su valor en tiendas cercanas. Todo esto provoca que el dinero deje de rendirte.

Suicidio financiero: Al perder tus seguros quedas desprotegido ante cualquier incidente con tu auto, tu casa, tu salud, poniendo en riesgo no solo las finanzas familiares, sino la salud y hasta la vida de aquellos a quienes amas.

Saliendo adelante

Lo aquí visto es el efecto de la depresión en tus finanzas, siendo irresponsable de mi parte pretender dar algún consejo para salir del bache financiero cuando lo realmente grave es la situación anímica que afecta muchos otros aspectos importantes de la vida de la persona. Si ésta logra dejar atrás la depresión mejorando su actitud hacia la vida y su compromiso para sí y sus seres queridos, lo más seguro es que sus finanzas también mejorarán.

La depresión es un tema muy complejo en el que en muchos casos se requiere ayuda profesional para poder seguir adelante, siendo el apoyo de la familia y amigos muy importante. Si estás deprimido no lo dudes: busca ayuda. Hoy día existen diferentes programas de apoyo a personas deprimidas auspiciados por el sector salud así como por diferentes organismos altruistas, además de contarse con orientación a través del departamento de recursos humanos en muchos centros laborales, así como en escuelas y universidades a través del departamento de psicopedagogía. (Al final del blog, en la sección “Centros de Apoyo Telefónico”, listo algunos institutos que dan apoyo psicológico gratuito y anónimo)

Lo que sí puedo afirmar es que al deprimirte caes en un círculo vicioso en el que mientras más te deprimes, más consecuencias negativas de tu actitud se reflejan en tu vida, con lo que te deprimes aún más. Por tanto, mi recomendación se resume a estar al tanto de tu desempeño en las diferentes habilidades financieras. La depresión es como una enredadera que va creciendo poco a poco hasta que te atrapa y asfixia. Por tanto, si logras detectarla cuando apenas están empezando a manifestarse sus consecuencias, te será más fácil vencerla y salir adelante.

¡Ánimo!

Ligas de interés

Centros telefónicos de apoyo

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