1501-01 Gastos deducibles

Lo que debes cuidar para deducir tus gastos personales y recuperar impuestos

¿Sabías que como empleado puedes recuperar entre el 6% y el 35% de lo que hayas gastado durante el año en análisis clínicos, gastos hospitalarios, honorarios médicos, colegiaturas de tus hijos, intereses pagados de la hipoteca de tu casa y aportaciones voluntarias a tu Afore entre otros? Muchas veces nos quejamos de que el dinero no alcanza, pero no aprovechamos las opciones a las que tenemos derecho para recuperar parte de lo que gastamos como en el caso que nos ocupa en este artículo: la devolución de impuestos. Leer más

Propósitos año nuevo

El legado de la experiencia para este 2015

Amigos lectores, les quiero compartir un mensaje de año nuevo que recientemente mi padre (Leobardo Lozano Benavides) nos envió a quienes le somos cercanos, ya que encierra la sabiduría para alcanzar el más preciado de los objetivos: La felicidad.

“Recién hemos despedido el 2014 y ahora recibimos con ilusión el 2015; esperamos llenarlo de cosas buenas. Seguramente tú, como millones de seres en todo el planeta, al llegar el reloj a las doce de la noche del 31, formulaste solo o con tus seres queridos, una serie de propósitos para convertirlos en realidad en el año que comienza.

Mas como dice el refrán: ‘de buenos propósitos está empedrado el infierno y de buenas obras el cielo’, por lo que la gran mayoría de los propósitos de Año Nuevo no se cumplen, o cuando mucho los cumplimos a medias. Como ejemplo tenemos la promesa de hacer ejercicio y/o ir al gimnasio: En las primeras semanas hay una enorme afluencia de entusiastas que van todos los días a hacer ejercicio, pero para marzo, disminuyen a la mitad, y para mayo o junio, quedan sólo los que desde siempre acostumbran ir a hacer ejercicio. Con visión de futuro, nos propusimos una filosofía de vida respaldada más en valores y responsabilidad, a través de incrementar una parte de nuestros ingresos para crear las reservas necesarias e invertirlas en los instrumentos más rentables. Sin embargo, a mitad del año que transcurrió, nos dejamos llevar por la apariencia y el consumismo y abandonamos el plan original.

Por eso yo tengo una propuesta para ti, mi querido amigo. Conociendo tus proyectos, tus deseos, tus anhelos, tus sueños, haz un cambio de estrategia formulando propósitos de Día Nuevo en vez de propósitos de Año Nuevo, ya que el tramo es muy largo y a medio camino puede haber arrepentimientos u olvidos. Te invito a que cada noche hagas tus propósitos de Día Nuevo: ‘A partir de mañana voy a caminar al menos 30 minutos diariamente’, ‘Mañana voy a empezar a leer cada mes un libro hasta terminarlo’, ‘Mañana voy a tomar clases de guitarra’, ‘Mañana voy a conversar con aquel amigo al que no le he hablado por años’, ‘Mañana empezaré a alejarme de decisiones imprudentes(tentación por ofertas dizque maravillosas y gastos superfluos y separaré tanto más para mis ahorros)’; y a la mañana siguiente, cumple tus propósitos de Día Nuevo y verás qué satisfecho te sentirás al final de cada jornada.

Porque la vida está hecha no de meses y años, sino de días. Días como hoy, 24 horas en las que puedes hacer algo que has deseado, 24 horas que puedes llenarlas de salud, de alegría, de creatividad; de mayor calidad de vida con tu familia y amistades. En los últimos años he conocido a personas resueltas en explorar nuevas áreas del conocimiento, otros que hacen labor de voluntariado con grupos vulnerables, hombres y mujeres que se reúnen a debatir sobre temas de actualidad, dispuestos a dejar de ser espectadores y convertirse en protagonistas de la vida económica, política y social, viviendo cada día plenamente. Por eso, querido amig@, joven, maduro o adulto mayor, te invito a que con perseverancia programes tus Propósitos de Día Nuevo realizándolos a la mañana siguiente. Te va a gustar y disfrutarás todos los días del año que está iniciando”.

Así es que ¡Feliz día de mañana!
Un abrazo…

Feliz Navidad 2014

El mejor regalo para esta Navidad…

Estimados lectores,

Como miembro de ésta comunidad de ahorradores quiero compartir con ustedes el valor que, para un servidor, tiene ésta época de festividades.

Si bien para muchos la época navideña representa gran alegría, euforia, regalos, fiestas e incluso excesos y compras extraordinarias, para mucha otra gente, la navidad es una época de gran presión, de angustia, de sentimientos de impotencia por no poder enfrentar el nivel de gasto al que nos invitan los medios, el comercio y la sociedad misma.

En lo personal pienso que el verdadero valor y sentido de la época se ha desvirtuado y ha sido rebasado por la cultura del consumo, la cual que fue ideada, planeada y promovida desde hace muchos años con el respaldo de una industria con propósitos absolutamente comerciales.

La época navideña, independientemente del sentido religioso para muchos, es la que anuncia el fin de un ciclo del calendario. Es decir, estamos en la víspera del comienzo de otro nuevo ciclo los cual nos invita a reflexionar, a planear, a considerar nuevos proyectos o propósitos con mayor cuidado y detalle, basados en las experiencias adquiridas en tiempos pasados y motivados por el poderoso sentimiento de estar comenzando algo nuevo.

Claro que es extraordinariamente reconfortante el poder dar en ésta temporada algo a nuestros seres más queridos y cercanos, pero ello no significa que ése regalo tenga que ser algo material, ni mucho menos que deba tener un valor mínimo. Como si el nivel de cariño y respeto que prodigamos se pudiera medir en función al valor comercial del regalo…

Ni todo el dinero del mundo, ni el regalo más valioso, podrán jamás sustituir la pérdida del amor, amistad y cariño que recibimos de aquellas personas que consideramos cercanas y queridas. Y eso se logra solamente con la misma receta: amor y cariño.

Por tanto, el mejor regalo que tú podrías recibir de alguien que en verdad quieres y respetas, son sus expresiones de cariño: una palabra, un perdón, un gesto, un abrazo, una nota, una conversación sincera…

Olvidémonos por un momento de lo material, y enfoquémonos en alcanzar a expresarle tu amor, cariño y respeto a toda la gente que en realidad nos importa. No perdamos el tiempo en las tiendas tratando de comprar lo que no tiene precio, ya que probablemente dejemos a mucha gente querida sin un verdadero regalo de vida: nuestro amor y simpatía. Ese detalle, les aseguro, perdurará para siempre…

Que tengan todos la mejor de las épocas y en verdad les deseo que reciban muchas muestras sinceras de cariño.

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Seis consejos para sacar el mayor provecho de tu Aguinaldo

Dentro de las prestaciones básicas a las que tiene derecho un trabajador en la mayoría de los países se encuentra el aguinaldo, el cual nació para que los empleados tuvieran liquidez para celebrar con sus familias las fiestas decembrinas. Y si bien en esencia el aguinaldo mantiene su mismo objetivo, representa también una excelente oportunidad para incrementar el ahorro familiar. Como quien dice, hay que aprovechar la época de vacas gordas que representa el aguinaldo y ahorrar para cuando lleguen los días de las vacas flacas.

¿Y cuánto ahorrar? Una buena opción es que tomes cuando menos $10 por cada $100 que te den y los deposites en una cuenta de ahorros diferente a la cuenta donde recibes el pago de tu nómina. ¿Y para qué podría servirte?

1) Si no cuentas con un fondo de emergencias es una buena oportunidad para crearlo, resguardando tu dinero en una cuenta de ahorro a la vista para poder disponer de él cuando lo necesites (en este caso se da prioridad a la liquidez sobre el rendimiento – intereses – que te da la cuenta);

2) Otra opción es reservarlo como una provisión para gastos importantes que tengas durante el próximo año, como podrían ser las inscripciones o los útiles escolares de tus hijos, o alguna salida que planeen hacer durante las vacaciones. En este caso deposita el dinero en una cuenta a plazo fijo (uno o tres meses, dependiendo las opciones de que dispongas) lo cual te permitirá obtener un mayor rendimiento por tu dinero;

3) Si tienes algún objetivo de largo plazo (tu casa, comprar un auto, darle a tu familia unas vacaciones de ensueño), sería bueno hacer el esfuerzo para tomar otros $10 por cada $100 y depositarlos también en una cuenta de plazo fijo, incluso alguna de muy largo plazo (existen de 360 días) siempre que el rendimiento sea muy superior a la inflación (existen cuentas de este tipo que dan cerca del 6% anual);

4) Adicionalmente tenemos el caso del retiro. La regla de oro es que mientras más ahorres durante tu juventud mayor será la pensión que recibas al jubilarte, por lo que destinar otro porcentaje de tu aguinaldo a realizar alguna aportación voluntaria a tu Afore, siempre será una buena idea… Además de tener la posibilidad, dependiendo de tus ingresos, de recuperar impuestos durante tu declaración anual ya que las aportaciones voluntarias para el retiro son por ley deducibles de impuestos;

5) Finalmente tenemos una forma distinta de ahorro: Si utilizas una parte de tu aguinaldo para pagar préstamos o tarjetas de crédito, te ahorrarás intereses futuros además de incrementar tu flujo de efectivo al reducir el monto a pagar mes con mes.

Si la empresa donde laboras cuenta con el beneficio de una Caja de Ahorro para Trabajadores, ésta sería una buena opción para depositar en ella los fondos y provisiones ya mencionados, ya que usualmente ofrecen rendimientos superiores a los bancarios además de contar con diferentes beneficios fiscales, como el que no se te retienen impuestos por los intereses generados por tu ahorro.

¿Y qué hacer con el resto del aguinaldo? Utilízalo para disfrutar con tu familia durante estas fiestas, para dar mantenimiento a tu casa, para adquirir algún artículo que les ayude a tener una mejor convivencia familiar, o por qué no, para realizar juntos alguna obra de caridad. No hay dinero mejor invertido que aquel cuyo fin fue la felicidad y bienestar de tus seres queridos.

¡Éxito!

Presupuesto flexible

¿Cómo dar flexibilidad a mi presupuesto para que pueda absorber imprevistos?

«¿Hacer un presupuesto? ¿Para qué? Siempre aparecen gastos que no tenía contemplados, así que no tiene caso» El anterior es uno de los principales motivos de porqué muchas personas no llevan un presupuesto a pesar de reconocer su importancia para mantener sus finanzas sanas. Y en principio tienen razón: Ninguno tenemos una bola de cristal y por tanto es frecuente que tengamos que enfrentar gastos que no teníamos considerados. ¿Cómo resolver este problema entonces? Una buena opción es brindando flexibilidad a tu presupuesto definiendo tu Zona de Amortiguamiento. Leer más

Sobreviviendo fiestas decembrinas

¿Cómo sobrevivir financieramente a las fiestas decembrinas?

Estamos a poco menos de siete semanas de Navidad, pero seguramente desde hace un par de meses has podido observar como en tiendas y comercios los productos propios de la época van ocupando más y más espacio. Y es que más allá de la Fe que cada quien profese, diciembre es la época donde se registran las mayores ventas, como si por alguna razón nos viésemos obligados a comprar, a «pasar la tarjeta», y prueba de ello es la tristemente célebre Cuesta de Enero. ¿Qué hacer entonces para sobrevivir financieramente a las fiestas decembrinas? Leer más

La trampa de los meses sin intereses

La trampa de los Meses sin Intereses

¿A cuántas personas conoces que puedan comprar una cama, sala, televisión o lavadora en un solo pago? Seguramente a muy pocas, ¿cierto? Si no fuera por el crédito, muchos serían los productos – y servicios – que quedarían fuera de nuestro alcance, siendo los meses sin intereses la opción de financiamiento más solicitada. Sin c0sto adicional, mensualidades que sí se pueden pagar… verdaderas sirenas que siguen atrayéndonos con sus cantos y bondades al arrecife de las deudas, en donde más de uno se estrella y hunde sus finanzas personales. Leer más

Crea tu Fondo de Emergencias

El Fondo de Emergencias, importancia y trucos para crearlo

Uno de los lemas favoritos de los bancos para colocar sus tarjetas de crédito y préstamos personales es «pueden servirte para una emergencia». Y es curioso, porque la realidad es que con ellos sólo logras ganar algo de tiempo ya que finalmente tendrás que pagar esa deuda… junto con los intereses generados (los bancos no son precisamente damas de la caridad). Una solución real es que al momento de la emergencia tengas dinero a tu disposición para enfrentarla, pero ¿es esto posible cuando la mayoría de nosotros vivimos al día?  Leer más

Usa tu Tarjeta de Crédito ¡Sin endeudarte!

¿Qué opinas de las tarjetas de crédito? Lo común es que la opinión se divida en dos bandos: quienes las consideran una trampa de los bancos y quienes ven en ellas una herramienta para comprar productos o contratar servicios que de otro modo no podrían adquirir. Lo genial es que ambos bandos tienen la razón: son una excelente herramienta de financiamiento pero que esconde en su manejo algunos trucos, que si no los conoces, corres el severo peligro de acabar endeudándote.

Pero primero conozcamos al enemigo: Las tarjetas de crédito no son más que una tarjeta que identifica a un cliente de un banco o comercio al cual le ha sido asignada una línea de crédito revolvente, es decir, que mientras tenga saldo disponible y realice sus pagos, puede seguir usando su crédito. Y es ahí donde está la trampa: Como el banco acepta el pago de cantidades reducidas – así es, el famoso mínimo a pagar – el cliente sigue compre y compre con la ilusión de que, mientras pueda pagar el mínimo, tiene el crédito bajo control. ¡Nada más falso!

El crédito se sale de control desde el momento en que no puedes pagar el total de tu deuda al momento del corte, por más que tengas dinero disponible para cubrir el mínimo.

Seguramente alguien se preguntará en estos momentos «¿Y las compras a plazos? El que compre un producto a pagos no significa que haya perdido el control… » Y tienes razón. Sólo un detalle: al comprar a pagos te comprometes a pagar cierta cantidad mensual, por lo que sólo podríamos afirmar que se tiene el crédito bajo control si puedes cubrir esos pagos junto con el monto de las demás compras que hayas realizado durante el período.

Por tanto, para poder explotar los beneficios de la tarjeta de crédito sin endeudarte, es necesario que no compres más allá de tu capacidad de pago. Para ello:

  • En cuanto realices una compra separa el dinero para cubrir ese pago, ya sea depositándolo en una cuenta de ahorro distinta a tu cuenta de nómina (si lo tienes), o separándolo de una vez en tu presupuesto si vas a tomar ése monto de tu siguiente cobro de nómina;
  • Antes de comprar algo con tu tarjeta verifica tu presupuesto y confirma que en realidad tienes el dinero para cubrir ese cargo;
  • Cada mes revisa tu estado de cuenta, es una realidad que ninguno estamos exentos de tener cargos que no reconocemos o que se carguen comisiones que no corresponden;
  • Siempre realiza tus pagos de forma oportuna antes de la fecha límite indicada en el estado de cuenta, procurando cubrir el monto para no pagar intereses (no se trata de regalarle el poco dinero que tenemos al banco);
  • De no poder pagar el total, procura pagar la cantidad más alta posible y siempre mayor de lo que se indique como mínimo a pagar;
  • Ten el menor número de tarjetas posible, en realidad no se requieren más que una bancaria y a lo sumo un par de comerciales… Una cantidad mayor incrementa el riesgo de perder el control del crédito;
  • Al seleccionar una tarjeta fíjate que tenga el CAT (Costo Anual Total) y las comisiones más bajos posibles, y claro está, no olvides de considerar los intereses, comisiones e IVA en tu presupuesto;
  • Evita utilizar las tarjetas «para emergencias» dejándolas siempre como última opción. Dependiendo del problema, es preferible buscar otros métodos de financiamiento más económicos o autofinanciarte a través de tus ahorros (es buena idea tener un fondo de reserva para emergencias).

¿Y qué hacer si identificas que ya perdiste el control? Lo recomendable es

  • Limita o suspende el uso de tu(s) tarjeta(s) de crédito;
  • Determina el número de pagos que requieres para cubrir el saldo (considerando intereses) y actualiza con ellos tu presupuesto de gastos;
  • Da prioridad en tu presupuesto a saldar tu tarjeta sobre otros gastos.

Me despido compartiéndote la regla de oro en el uso de las tarjetas de crédito:

La Tarjeta de Crédito no es una extensión de tus ingresos, por lo que sólo debes utilizarla cuando tienes el dinero para pagarla.

¡Éxito!