Meses sin Intereses Vs. Ahorro ¿Quién ganará?

Son muchas las personas que me han confiado que no pueden ahorrar porque viven al día. Porque no les alcanza y con trabajo llegan a la quincena. Y me llama mucho la atención, que la mayoría de ellas, aprovechan las promociones a meses sin intereses para comprar.

Vamos a analizarlo fríamente:

Al ahorrar, lo que haces es separar dinero de tu gasto para guardarlo. Pero, cuando compras a meses sin intereses (MSI), ¿No también tienes que separar ese dinero de tu gasto?

Es decir, si en realidad el tema fuera que el dinero no te alcanza, tampoco tendrías dinero para pagar aquello que compraste a MSI.

Sé que va a sonar duro, pero hay que enfrentar la verdad si es que en realidad quieres mejorar tus finanzas personales.

Si no ahorras, pero sí compras a MSI, es por una de estas tres razones:

Búsqueda de la satisfacción inmediata

Nuestros abuelos le llamaban moderación, lo cual no es otra cosa que aguantarse las ganas cuando queremos algo y no tenemos para comprarlo. El consumismo, que llegó en un barco cargado de tarjetas de crédito, hizo que las personas perdieran la moderación al poder comprar aunque no tuvieran para comprar… Sin importar que estén empeñando su salario futuro.

No tiene nada de malo querer comprar un nuevo televisor, pero, si el que tienes sirve, ¿Por qué endeudarte para comprarlo, en vez de ahorrar el mismo monto durante el mismo periodo de tiempo que te llevaría saldar tu deuda?

Y lo mismo aplica para celulares, salas, vacaciones… Todo aquel producto o servicio que podamos adquirir.

Falta de autodisciplina

Cuando le debes al banco, o pagas, o te cargan la mano de intereses y cargos por cobranza. Incluso, podrían llegar a embargarte. En cambio, cuando no ahorras, «No pasa nada«.

Con esta mentalidad sólo estás engañándote a ti mismo. Cuando no ahorras, no tienes un colchón para hacer frente a emergencias. No tienes un fondo para hacer realidad tus sueños, y pones en riesgo el patrimonio de tu familia.

Si no ahorras, difícilmente dejarás de vivir al día, sin importar cuánto ganes ni cuantas prestaciones tengas.

Incongruencia en tus prioridades

«Tengo que utilizar la tarjeta porque lo necesita mi hija / padre /hermana / mejor amigo / yo mismo». He escuchado el motivo anterior un sinnúmero de veces. Posible tú también lo has escuchado, si no es que también lo has expresado.

Desde que surgió la CONDUSEF en 1999 realiza anualmente diferentes estadísticas, entre ellas, el motivo de por qué nos endeudamos. Y la dura realidad es que, lejos de ser por emergencias o necesidades reales, cada año la CONDUSEF vuelve a encontrar que la mayoría de las deudas con tarjetas de crédito son para satisfacer gastos suntuarios. Es decir, para comprar productos y servicios que no son de primera necesidad. Y para rematar, lo mismo se observa en la evaluación de inclusión financiera que el Banco de México realiza periódicamente.

Así que antes de afirmar «tengo que«, pregúntate qué pasaría realmente si no hicieras esa compra, buscando ser honesto e íntegro contigo mismo.

Gastamos dinero que no tenemos, en cosas que no necesitamos, para impresionar a gente a la que no le importamos

Adjudicado a Will Smith

¡Empieza ahora!

Al comprar a MSI te arriesgas a que, por alguna emergencia o recorte labora, te veas imposibilitado de pagar tu deuda, la cual crecerá y seguirá creciendo sin importarle al banco tus situaciones personales.

Pero si ahorras, y más si tienes la oportunidad de contar una caja de ahorro en tu trabajo como la de ODESSA, no sólo evitas endeudarte:

• Puedes poner a trabajar tu dinero a través de los intereses que ganas;
• Es posible solicitar que retengan vía nómina tu ahorro, para que no se deposite en tu cuenta de nómina;
• Al comprar de contado, llegado el momento, puedes conseguir mejores descuentos;
• Y, si algo pasa en el camino, cuentas con dinero a la mano para enfrentar las adversidades.

¡Éxito!