Trabajamos buscando darle lo mejor a nuestras familias pero si nos pasara algo, ¿cómo podemos garantizar que reciban el patrimonio que con tanto esfuerzo hemos forjado? Elaborar nuestro testamento nos permite heredar bienes, en vez de problemas y pleitos familiares.
¿Para qué hacer un testamento?
Cuando una persona fallece sin dejar por escrito cómo deben repartirse sus bienes, un juez determina, a través de un juicio, cómo y a quién se van a repartir esos bienes conforme los derechos hereditarios estipulados por la ley.
Es rápido decir que los bienes, según la ley, los heredan la esposa, y a falta de ella, los hijos… Pero ¿y si querías dejar algo a tus padres en caso de que te sobrevivieran? ¿O si tus hijos son mayores de edad y pensabas dejarles a ellos directamente algo en particular? ¿Y si tenías planes de dejar algo para alguna institución de beneficencia o algún amigo? ¡Y qué decir en caso de divorcios, hijos fuera del matrimonio, o la unión libre!
En todos los casos anteriores no podrías garantizar que se cumpliera tu voluntad. A lo mucho, sólo podrías confiar en la buena voluntad y la disposición de tus deudos… Y eso, claro, siempre hubieras conversado con alguien sobre cómo te gustaría que se repartiese la herencia.
¿Cómo se hace un testamento?
Existen dos tipos de testamentos:
Testamento público abierto – El testamento público abierto se realiza ante Notario y tres testigos; en él se indicará al Notario los bienes a heredar y la disposición de cómo deberá ser repartido.
Testamento ológrafo – Este tipo de testamento lo puedes redactar tú mismo debiendo hacerlo con tu puño y letra, es decir, a mano (no en computadora ni en máquina de escribir). En el debes
- Expresar de manera explícita a quién y cómo se distribuirán tus bienes,
- Nombrar un albacea, es decir, la persona responsable de velar porque se cumpla tu última voluntad,
- Manifestar que te encuentras en pleno uso de sus facultades mentales.
Una vez redactado el testamento ológrafo debe presentarse por duplicado en las oficinas del Archivo Notarial anexando original y copia del acta de nacimiento, original y copia de la CURP, original y copia de una identificación oficial, y realizar el pago del derecho correspondiente.
¿Cuánto cuesta hacer un testamento?
Depende del tipo de testamento que decidas hacer.
El costo de un Testamento público abierto lo determina de manera independiente cada notario por lo que el precio varía. Sin embargo, durante el mes de septiembre, el programa federal «Septiembre, mes del testamento» busca ofrecer a la población descuentos para poner este servicio al alcance de cualquiera.
En el caso del Testamento ológrafo el pago de los derechos correspondientes es determinados por cada entidad federativa. Por ejemplo, en Nuevo León el derecho es de $365.00, en Chihuahua de $612.00, mientras que en Yucatán es de $252.00.
Si bien es cierto que el testamento ológrafo es más económico, es conveniente evaluar que en el caso del testamento público abierto se tiene la asesoría del notario, quien entre otras cosas evita que se incluyan cláusulas que jurídicamente no se puedan aplicar.
¡Éxito!