Mis mejores deseos en esta Navidad

Quisiera ser valorado por los demás de la misma manera que yo me valoro, pero si no es así, no lo lamento. Lamentaría profundamente si algún día perdiera la estima, la confianza y la esperanza de mí mismo. Eso sería la pérdida más irreparable que pudiera experimentar.

Quisiera tener muchas cosas más como otros tienen, pero si no las tengo, tampoco lo lamento. Lamentaría mucho más no disfrutar con gran orgullo todo lo que hoy tengo y he logrado como fruto de mi propio esfuerzo y de manera honesta y transparente.  Eso me llevaría a caer en un profundo vacío de vida.

Quisiera darle a mis hijos todo lo que yo nunca tuve, pero francamente, no lo creo indispensable. Lo que no me perdonaría jamás, es que no logre darles el gran amor y los valores con los que fui criado. Ello significaría el más terrible de mis fracasos.

Quisiera que mi querido México fuera un país más desarrollado como otros, pero aunque no lo sea de momento, eso no me quita el incomparable sentimiento de orgullo que experimento cada vez que grito su nombre, canto su música y escucho su picardía colectiva.

Quisiera que mi trabajo fuera siempre reconocido y recompensado con la misma justicia y proporción al empeño que en él pongo, pero si así no lo fuere, no me puedo permitir dejar de entregar y ejercer toda la vitalidad, fuerza y talento que me fueron otorgados gratuitamente desde el día en que nací.

Quisiera que mis clientes, compañeros de trabajo, amigos y familiares, tuvieran siempre las conductas, habilidades y actitudes que yo espero de ellos, pero francamente, creo que suficiente trabajo tengo en seguir descubriendo todos los días, lo que aún me falta por andar y mejorar en mí mismo.

Quisiera tener mucha suerte, pero honestamente, prefiero seguir conservando el hambre y  las destrezas para poder alcanzar mis más grandes  anhelos con mis propios recursos.

Por último, quisiera poder transmitirles y contagiarles la sincera alegría y el optimismo con el que visualizo nuestro futuro en ésta gran nación.

Pero todo esto no es más que sólo un puñado de buenos deseos que hoy quise compartir con ustedes sin pretender cambiar absolutamente nada de lo que cada uno de ustedes piensa, siente y es. Porque así, tal cual son, son la mejor versión de ustedes mismos.

Paz, felicidad y armonía para ustedes y sus familias en esta Navidad.

Sinceramente,

La mejor versión de mí mismo.

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