El ABC en la elaboración de tu presupuesto

Si te dijera que existe una fórmula mágica para que el dinero te rinda más, ¿te gustaría escucharla? ¿Y qué tal si además te permitiera hacer realidad esos sueños que muchas veces posponemos como cambiar de auto, comprar tu casa o viajar en tus próximas vacaciones? Bueno, pues la buena noticia es que la fórmula ¡sí existe! Y lo mejor es que el mago eres tú mismo requiriendo tan solo desarrollar la habilidad de planear el destino de tus ingresos, para lo cual es muy útil la elaboración de un presupuesto.

El presupuesto está dividido en dos partes: los ingresos representados por el dinero que recibes fruto de tu trabajo, y los egresos que integran los conceptos en los que vas a invertir o gastar tu dinero.

A) Define la periodicidad y monto de tus ingresos

  • Si en tu trabajo te pagan de forma regular como por ejemplo cada quincena o cada semana, determina tu presupuesto en base al periodo y monto con que te paga tu patrón.
  • Si tienes diferentes fuentes de ingreso o te pagan en plazos distintos, define el período que consideres conveniente y funcione para ti. Los pagos que recibas dentro de ése período guárdalos en alguna cuenta de ahorro hasta llegar al final del mismo, de forma que tengas para distribuir todo el dinero junto evitando caer en la tentación de utilizarlo antes.
  • Si tu ingreso es variable debido a que está definido por bonos, comisiones  u otros incentivos, entonces lo recomendable es que determines tu ingreso promedio en base al periodo que decidiste utilizar para tu presupuesto (ejemplo, si decidiste hacerlo en base quincenal, entonces agrupa tus ingresos de cada quincena del último año, sumas esos montos quincenales y lo divides entre las quincenas que tiene el año – 24).

Más allá de si tu ingreso es fijo o variable, lo normal es que en algunas ocasiones percibas un poco más y en otras un poco menos. En estos casos lo ideal sería que cuando ganes más ahorres la diferencia de manera que tengas cómo completar cuando ganes menos.

B) Define tus egresos de acuerdo a su prioridad

  • El Ahorro es fundamental para tener finanzas sanas, así que empieza por pagarte a ti mismo. ¿Con cuánto empezar? ¡Con lo que puedas! Así sean $50 en cada periodo de pago. De tener tu empresa una caja de ahorro, es de mucha utilidad que te descuenten tu aportación al momento de pagarte tu sueldo, depositándolo en tu cuenta de ahorro.
  • Sigue el turno a tus Gastos Fijos, es decir, aquellos gastos básicos del hogar como son el pago de la renta de tu casa, la compra de la despensa o el agua y la luz. De igual forma considera como gastos fijos aquellos que consideres críticos y que por tanto deben respetarse, como son la colegiatura de tus hijos o el seguro de la casa o del auto.
  • En tercer turno están tus Compromisos Financieros, representados por tus deudas en general: Tarjetas de crédito, las mensualidades del auto, préstamos personales…. En lo personal sugiero que la hipoteca de tu casa la consideres un Gasto Fijo y no como parte de tus compromisos financieros.
  • Finalmente llega el turno a tus Gastos Generales los cuales son integrados por aquellos que puedes suprimir en un momento dado, como por ejemplo la televisión de paga, salidas con los amigos y la familia, servicios domésticos (jardinería, limpieza del hogar) y personales (peluquería), así como los gastos hormiga (el periódico, el cafecito o el refresco diario).

Conforme vas definiendo tus egresos, debes ir comparando el monto total de tus gastos contra el total de tus ingresos, siendo la regla de oro que tus egresos no deben superar en ningún momento a tus ingresos. Sé que muchos me dirán «Mauricio, lo que sugieres es imposible. El dinero simplemente no me alcanza…» Posiblemente te sonará duro, pero es aquí donde se genera la magia:

Si el dinero no te alcanza, sólo tienes dos caminos: o reduces tus gastos o utilizas tu necesidad como aliciente para generar ingresos adicionales.

Si lo analizas, grandes cosas han salido del tiempo libre dedicado a la generación de un nuevo ingreso: desde la famosa muñeca Barbie que fue creada en la cochera de la casa de Ruth y Elliot Handler, hasta la saga de Harry Potter de J. K. Rowling, a quien le llevó cinco años concluir su primer libro mientras trabajaba formalmente como secretaria bilingüe, posteriormente como maestra de inglés y finalmente, habiéndose quedado sin empleo y sufrido un divorcio, viviendo del apoyo que le daba el Estado por su condición.

c) Sigue tu presupuesto

Para esto requieres ser disciplinado. Abundarán tentaciones para comprar productos que no presupuestaste, realizar actividades que requieren dinero para llevarse a cabo, y seguramente esa vocecita de «Te esfuerzas mucho, te lo mereces…» más de una vez revoloteará en tu cabeza, si no es que te lo dicen directamente personas cercanas. Pero gastar más allá de tu capacidad de pago sólo lleva a un destino: endeudarte.

  • Es una realidad que existen gastos emergentes no contemplados, por lo que lo ideal es que en tu presupuesto contemples de un 3% a un 5% para formar un Fondo de Emergencias, el cual debieras depositar en una cuenta de ahorro donde, si bien tengas acceso a tus recursos, no lo tengas a la mano para evitar gastarlo.
  • El fondo de emergencias puede verse complementado con una Provisión para Gastos no Contemplados a la que sería recomendable destinarle también de un 3% a un 5% de tu ingreso. Esta provisión sería para aquellos gastos, que si bien no son una emergencia, son algo que no tenías previsto gastar y por tanto te sacan de tu presupuesto.
  • Antes de firmar una nueva deuda, verifica en tu presupuesto si tienes cómo cubrir ese nuevo egreso. De no tenerlo, por ti y tu familia, no adquieras el nuevo compromiso hasta terminar de pagar deudas anteriores o consigas incrementar tus ingresos. Es cierto que podrá haber situaciones realmente críticas que exijan el tomar un préstamo o adquirir una deuda, siendo tú la única persona que puede determinar la criticidad de la situación… pero los estudios de bancos, gobierno y diferentes instituciones señalan que normalmente rebasamos nuestra capacidad de pago por adquirir productos o servicios que no son básicos (cambiar de auto o de celular, vacaciones, estrenar ropa, un cumpleaños, etc.)
  • Al adquirir una nueva deuda actualiza tu presupuesto incrementando tus compromisos financieros. No tener al día tu presupuesto es otro camino al lado oscuro de las finanzas: vivir endeudado y sin saber a dónde se te va el dinero.
  • Otra buena opción es definir tu Zona de Amortiguamiento, los cuales son aquellos gastos que puedes reducir en caso de necesidad: el consumo eléctrico del hogar, el consumo de gasolina, tus gastos generales… La idea es que llegado el momento en que tengas que abrocharte el cinturón, tu mismo presupuesto te señale aquellas acciones que puedes llevar a cabo para mantener tu liquidez.
  • Muy importante: Si observas he hablado de reducir gastos, en ningún momento de reducir el ahorro. Como dije al principio, el ahorro, incluyendo tu fondo de emergencias y tu provisión de gastos no contemplados, son la verdadera llave para mejorar tus finanzas. Por tanto, si bien es claro que puedes reducirlo en un caso de extrema necesidad, procura que éste movimiento siempre sea la última línea de defensa de tu economía personal y familiar

Una consideración final:

Siempre ten presente que lo mejor de la vida no tiene precio.

El esparcimiento y diversión son importantes desde que son oportunidad de descanso, fuente de integración y oportunidad para re-enfocar nuestro esfuerzo. Sin embargo, tendemos a dejar a un lado el ir al parque, los juegos de mesa en casa y considerar actividades comunes con familia y amigos como hacer deporte o participar en alguna causa de apoyo a la comunidad. Lo importante es la convivencia y el tiempo de calidad que compartes con quienes te rodean, y no cuánto gastaste durante ése tiempo 😉

¡Éxito!

Tips para identificar y evitar las compras por impulso

En un artículo anterior conversábamos acerca de los gastos hormiga y sobre cómo el detectarlos – y evitarlos – te brinda la oportunidad de ahorrar. Sin embargo, existen personas enfocadas en impedírtelo (y no lo digo en sentido figurado): Me refiero a los mercadólogos, los cuales estudian la sicología del consumidor para que sea su subconsciente el que lo impulse a comprar algo que no tenía inicialmente la intención de comprar. Hoy te platicaremos algunos de los trucos que utilizan para lograrlo los supermercados – y los comercios en general – así como algunos consejos para evitar las compras por impulso. Leer más

Saca 10 en la compra de útiles escolares durante el próximo regreso a clases

¡Por fin! Las clases han acabado y los estudiantes han comenzado a disfrutar de sus vacaciones. Más para los padres de familia ha empezado uno de los períodos escolares más complicados financieramente hablando: la compra de útiles y uniformes escolares. ¿Que aún falta tiempo para que los chicos entren a clase? En realidad no tanto si consideramos que sólo son unas cuatro semanas, es decir, un par de quincenas, por lo que lo mejor es aplicarse y comenzar a planear este gasto necesario para evitar descalabros financieros en agosto.

1) La lista de útiles escolares

Para poder planear es necesario saber cuánto habremos de gastar. Por lo que te ayudaría y mucho conocer la lista de útiles escolares de una vez para poder distribuir la compra entre los períodos de pago que tengas, de manera que puedas comprarlos poco a poco. Si la escuela donde inscribiste a tus hijos no ha entregado todavía la lista de útiles escolares, consulta las de años pasados con conocidos, amigos e incluso en Internet y compra los productos que observes se piden año con año.

Existe un caso especial: Escuelas que ofrecen a los padres comprar los útiles y libros en la escuela.  Si la escuela ofrece este servicio no dudes en tomarlo, ya que usualmente resulta muy económico debido a que la papelería/librería contemplan la venta como un pedido al mayoreo (a mayor volumen, menor precio), además de ahorrarte tiempo y gasolina al evitar estar yendo de un lugar a otro buscando los diferentes productos en la lista y los mejores precios (es común que no encuentres todos los útiles y libros en un mismo lugar, y que mientras ciertos productos son más baratos en un sitio, otros lo son en otro).

2) Aprovecha los mejores precios

Mientras más se acerque el inicio de clases, más librerías, papelerías e incluso supermercados y tiendas de conveniencia estarán promocionando y ofertando los útiles para el nuevo ciclo escolar. En ese caso, ¿Cómo conseguir los mejores precios?

Sigue un principio básico de los compradores inteligentes: Haz tuyo el hábito de fijarte en los precios de los productos cada vez que visites un comercio. Con ello tendrás una idea clara de dónde los productos son normalmente más baratos y dónde más caros, de manera que llegado el momento podrás diferenciar las ofertas reales de las ficticias.

3) Únanse entre varios para comprar al mayoreo

Actualmente existen tiendas especializadas en artículos y productos de oficina donde pueden comprarse útiles escolares. También hay papelerías que ofrecen precios especiales al comprar en volumen. En ambos casos el único «pero» es que se tienen que comprar cantidades altas de los diferentes productos: Paquetes de tijeras, paquetes de lápices, paquetes de lápices adhesivos… Para un solo estudiante – y aún para una sola familia – quizá sean cantidades demasiado grandes como para que valga la pena. Pero si te asocias con familiares, amigos, o padres de compañeros de tus hijos, es posible que puedan comprarlos aprovechando los precios reservados a mayoristas para después dividirse entre ustedes los útiles así como el costo de los mismos.

4) Has sinergia con tu empresa

Es posible que tu centro de trabajo tenga hoy acuerdos con alguna papelería para conseguir mejores precios en productos de oficina, en cuyo caso los precios que otorgan a tu empresa son bastante menores a los que podrías conseguir tú de forma independiente. Adicionalmente, existen empresas que como apoyo a sus colaboradores les ofrecen poder comprar a través del departamento de compras los útiles escolares que requieran, descontándoselos después vía nómina en algunos casos, o requiriendo el pago al momento de entregar los útiles en otros.

Si en tu centro de trabajo no tienen esta facilidad, proponle la idea a tu patrón o al gerente de compras. Como diría mi abuela, el no ya lo tienes… Y quien quita y apoyen tu iniciativa.

5) El financiamiento de los útiles y uniformes

Los puntos anteriores han versado sobre cómo conseguir mejores precios… Pero, ¿qué hacer para pagar sin que sea muy agresivo para tu bolsillo?

  • Mi favorita: Genera un fondo de ahorro (provisión) para compra de útiles, de manera que cada vez que cobres separes una cantidad pequeña con ese fin. El monto a ahorrar sería el resultado de dividir lo invertido el último año escolar en útiles y uniformes entre las 24 quincenas que tiene un año. Este fondo podrías resguardarlo en tu cuenta de la caja de ahorro de trabajadores, donde obtendrías además rendimientos por tu dinero.
  • Otra opción se basa en que hay escuelas que sólo cobran 10 meses de colegiatura. Si en tu presupuesto has considerado las colegiaturas como un pago mensual, destina los meses 11 y 12 para la compra de útiles y uniformes (y de sobrar dinero, podrías ahorrarlo como parte del fondo para los estudios superiores de tus hijos).
  • Si eres totalero (que siempre saldas tu tarjeta de crédito), ésta también puede ser una buena opción: Compra los útiles una vez que se haya realizado el corte de tu tarjeta, de manera que tengas dos catorcenas para cubrir la compra y no pagarle así un peso de intereses al banco.
  • Para oportunidades futuras considera tu PTU. Es una buena inversión destinar una parte del reparto de utilidades que recibes en Mayo para la compra de útiles escolares de tus hijos.
  • Ya hemos mencionado la posibilidad de comprar los útiles a través de tu empresa de manera que ésta te descuente vía nómina su costo. En este caso sólo confirma que efectivamente podrás absorber este nuevo compromiso financiero para no acabar endeudándote por falta de liquidez.
  • Evita comprar los útiles en sistemas de «pagos chiquitos» – incluyendo FONACOT -, ya que usualmente esconden tasas de interés muy altas por lo que te termina saliendo muy caro.
  • En el caso de «mensualidades sin intereses» te sugiero mantener la disciplina de confirmar en tu presupuesto, antes de comprar, de que en verdad podrás absorber los pagos  de manera que no te termines endeudando.
  • Para finalizar tenemos los préstamos solicitados a tu caja de ahorro para trabajadores, donde la tasa de interés normalmente es muy baja respecto a bancos y otras fuentes de financiamiento, además de poder pagarlas vía nómina. Nuevamente confirma primero con tu presupuesto que en verdad puedas absorber estos pagos.

¡Éxito!

Cuatro pasos para convertir los Gastos Hormiga en una fuente de ahorro

¿Has oído hablar de los «Gastos Hormiga«? Son aquellos gastos pequeños que hacemos y a los que usualmente no damos importancia, pero que significan a la larga una fuga de dinero. Refrescos, periódicos, chicles, dulces, botanas… productos que cuestan normalmente alrededor de $10, pero que con sólo comprar uno diario camino al trabajo, ya estamos hablando de $300 al mes, cantidad nada despreciable para ahorrar, ¿no crees? Y con una tasa promedio de un 4% anual que podrías conseguir en tu caja de ahorro para trabajadores, estamos hablando de que en el transcurso de un año podrías llegar a alcanzar cerca de $3,680.00 gracias a los intereses. ¿Te imaginas? Existen muchos gastos hormiga y definitivamente tiendas y comercios están diseñados para incentivarlos casi sin que te des cuenta, pero es posible detectarlos y evitarlos siguiendo una estrategia sencilla. Leer más

Estrategia sencilla para poner a trabajar tu dinero a tu favor

El dinero, como cualquier otro recurso a tu disposición, puede significarte una entrada de más dinero. Y al contrario de lo que muchos piensan respecto a que se necesita ser un gran inversionista para lograrlo, lo que en verdad requieres es tener una estrategia y un instrumento financiero adecuado para llevarlo a cabo. Una forma sencilla de lograrlo es a través de tu propio pago de nómina, planeando tus gastos y aprovechando las facilidades de tu caja de ahorro para trabajadores.

Por más de que el dinero no alcance o que tengamos que estarlo estirando para sobrevivir al final de la quincena, lo normal es que los pagos no los hagas todos el mismo día. La luz, agua, colegiaturas, renta y tarjetas de crédito suelen pagarse en fechas específicas. Las compras en el súper suelen realizarse de forma periódica, así como las idas al cine, paseos y comidas familiares o las salidas con los amigos. Y también hay gastos que no son recurrentes pero que puedes preverlos como cumpleaños, bodas, aniversarios o ciertas visitas al médico.

Si estamos de acuerdo en lo anterior, entonces coincidirás conmigo de que mantienes parte de tu dinero en tu cuenta donde te depositan tu nómina retirando dinero conforme lo necesitas, o bien, que si eres de los que lo retiras todo desde el primer día, lo mantienes en tu casa, bolsa o cartera mientras vas pagando tus gastos conforme éstos se presentan (con el riesgo que conlleva el tener todo tu dinero contigo).

La estrategia que te propongo consta de cuatro pasos sencillos:

1) Planea tus gastos. Identifica las fechas en que requieres hacer tus pagos, determinando la cantidad que necesitas cada semana. Es claro que la cantidad no será siempre la misma ya que depende de los pagos que tengas que hacer.

2) Solicita que se deposite tu pago de nómina en tu cuenta de Ahorro a la Vista de la caja de ahorro. Claro está que no depositarás todo ya que es recomendable tener una cantidad a la mano para imprevistos. Pero eso sí, entre mayor sea lo que deposites, mejor.

3) Retira cada fin de semana el dinero que necesitas para la semana que inicia según tu planeación de gastos del paso uno, con lo cual el lunes, antes del medio día, tendrás el dinero disponible en tu cuenta bancaria. Con esto tu dinero te generará intereses por los días que se encuentre en tu cuenta de ahorro a la vista esperando que lo retires.

4) Transfiere a una cuenta a Plazo Fijo los intereses que haya generado tu dinero mientras esperaba a que lo retiraras. Dependiendo de tu ingreso los intereses generados mensualmente por tu dinero para gastos quizá sean de unos cuantos pesos, los cuales es posible que no te motive mucho. Pero si pasas esas pequeñas ganancias a un ahorro a plazo y lo mantienes ahí digamos un año, lo que en realidad haces es acumular esos pesos para que se conviertan en una cantidad más interesante. Además, usualmente la tasa del ahorro a plazos es mucho más alta que la del ahorro a la vista, con lo que consigues más dinero por el mismo monto ahorrado.

Con lo anterior, ¡tu dinero ha estado trabajando para ti durante el año!  Ganando, además, intereses sobre los intereses.

Recuerda que no es obligatorio retirar tu ahorro al concluir el año… Si gustas puedes dejar ahí tus ganancias producto de esta estrategia para que se multipliquen durante el siguiente año 😉

Para concluir te comparto una forma de potenciar esta estrategia: si eres disciplinado en tus finanzas y además eres totalero (que cada mes liquidas sin falta el total de tu adeudo a tu tarjeta de crédito de manera que no pagas al banco un peso de interés), paga todo lo que puedas con la tarjeta, retirando en la semana previa a la fecha límite de pago lo necesario para saldarla. Con esto conseguirás mayores intereses al mantener un monto mayor en tu cuenta a la vista por más tiempo, además de que recibirás los puntos de tus compras con la tarjeta, que al final de cuentas es una ganancia adicional que puedes recibir al implementar esta estrategia. (Importante: Si no eres totalero, mejor no lo intentes).

¡Éxito!

Cómo aprovechar las ofertas del día del padre sacándole jugo a tu dinero

Se acerca el Día del Padre, y con él seguramente una andanada de ofertas y ventas nocturnas. Y mientras algunas serán verdaderas promociones que te significarán un ahorro o una oportunidad de financiamiento de bajo costo, otras serán un manejo descarado de los precios para disfrazar, bajo la supuesta oferta, un costo final elevado. ¿Es posible separar el trigo de la paja identificando así las buenas oportunidades?

Un error común al querer aprovechar una promoción es comparar precios y pedir información del producto precisamente el día de la promoción. De hecho,

Tus enemigos a vencer para que tu dinero te rinda al máximo al comprar son la urgencia, las compras impulsivas o espontáneas, y la falta de planeación.

¿Y cómo podemos evitar lo anterior?

  • Define con tiempo qué es lo que quieres comprar así como la cantidad que puedes destinar para la compra del regalo.
  • Procura que el producto a comprar sea algo que realmente necesite y desee la persona a la que lo vas a regalar (tu papá en este caso). Si lo que finalmente compres se guarda sin usarse o se regala a su vez a otra persona, no estás comprando un regalo. Estás perdiendo tiempo y dinero.
  • Compara precios unos días antes de que empiece la promoción (una semana es un buen plazo). Aprovecha también para solicitar información del producto y resolver tus inquietudes, recuerda que el día de la promoción es muy probable que haya mucha gente y por tanto el vendedor no pueda atenderte con tiempo y paciencia.
  • Si vas a comprar a crédito, establece en base a tu presupuesto de gastos cuál es la cantidad que puedes pagar mensualmente, averiguando en los comercios que visites los plazos y tasas de interés que estarán vigentes durante la promoción.
  • Con la información anterior haz una tabla indicando por comercio el precio antes de la promoción así como las ofertas anunciadas durante los días que ésta dure, marcando aquellas opciones que más te convengan.
  • El día de la promoción acude temprano a la primera opción de tu lista y verifica que las ofertas sean reales, que no se hayan inflado los precios, que los plazos y tasas de interés sean los indicados. Si la oferta es buena, compra el producto… y si no, acude a la segunda opción de tu lista y así sucesivamente.
  • No compres bajo presión, y menos aún bajo presión del vendedor. Las decisiones apresuradas tienden a dar malos resultados.
  • Es válido tener cierta flexibilidad en tu estrategia a la hora de realizar la compra, siempre que respetes el monto presupuestado, y el plazo y monto máximo de tus pagos mensuales si es que compraste a crédito.
  • No te dejes llevar por ofertas que no tenías consideradas. Procura que tu compra sea racional y no emotiva.
  • Por último, no es obligación gastarte el monto presupuestado.  Si conseguiste buenos precios y te sobró dinero, ahórralo 😉

Si bien éste artículo surge en el contexto del día del padre, los principios compartidos pueden ser implementados en cualquier época o temporada del año.

Para concluir, recuerda que lo más valioso no tiene costo: la compañía, el cariño y la convivencia en un ambiente de tranquilidad y armonía divirtiéndose juntos, son el mejor regalo que puedes ofrecerle a tu papá.

Felicidades a todos los padres en su día 😀

Reparto de Utilidades

Ideas para distribuir y sacar el máximo provecho al Reparto de Utilidades

Ya estamos en mayo, mes de las madres, de los maestros… y del Reparto de Utilidades. Después del aguinaldo éste es quizá el pago más esperado por los trabajadores, representando la parte que le corresponde de las utilidades que generó la empresa para la que trabaja (o trabajó) durante el año pasado siempre que haya laborado cuando menos 60 días de forma continua o interrumpida. Algunos lo usan para pagar deudas, otros para el mantenimiento del hogar, otros más para la compra de útiles escolares, y en algunos casos, para incrementar el ahorro personal o familiar. Sin embargo a la mayoría no le alcanza para cubrir lo que necesita, quedando el trabajador con la sensación de que se le escapa el dinero por entre los dedos. Sin embargo hay formas de sacarle el máximo provecho… Leer más

¿En realidad conviene pagar un crédito caro con uno barato?

¿En realidad conviene pagar un crédito caro con uno barato?

Según el Banco de México circulan en nuestro país más de 16 millones de Tarjetas de Crédito las cuales tienen en promedio una tasa de interés del 30%. Y si bien no puede negarse su utilidad, las tasas tan altas (algunas rebasan el 46%) y el abuso del crédito por parte de los usuarios hacen que para más de uno las tarjetas se vuelvan un pozo sin fondo en el cual se va el dinero, socavando la economía familiar y limitando la capacidad de ahorro.

Para resolver de fondo el problema el primer paso es dejar de utilizar las tarjetas… Pero los intereses tan altos y los pagos «mínimos» tan elevados complican el escenario, principalmente cuando el dinero que queda no es suficiente para cubrir los gastos básicos del hogar… Y volver a utilizar la tarjeta, si bien es la opción que utilizan muchos, queda claro que no es la solución sino que únicamente prolonga la agonía.

Una estrategia que bien implementada puede ayudarte a saldar tus tarjetas es sacar un financiamiento a un costo menor y con pagos más reducidos, de manera que tengas mayor liquidez para afrontar los gastos básicos del hogar mientras liquidas la deuda. Veamos un ejemplo:

Supongamos que debes $20,000 en tu tarjeta la cual tiene una tasa del 30% anual, teniendo la posibilidad de conseguir un préstamo a una tasa del 17% anual en una Caja de Ahorro para Trabajadores, las cuales tienen la ventaja adicional de que los intereses por el préstamo no generan IVA. En la siguiente tabla podemos ver el comportamiento de ambos tipos de financiamientos:

Tabla Comparativa
Fuentes: Simulador de pagos mínimos de la CONDUSEF (Tarjeta de Crédito); Simulador de préstamos de ODESSA (Caja de Ahorro)

* Los pagos mensuales de la Tarjeta de Crédito disminuyen con el tiempo, mientras que los de la Caja de Ahorro se mantienen constantes.
* Por Plazo para Saldar se entiende el número de pagos requeridos para liquidar el financiamiento original de 20 mil pesos.

Como se puede ver, no sólo los pagos del préstamo de la caja son menores, sino que el plazo también es inferior (terminas de pagar antes), ahorrándote adicionalmente cerca de $2000 en intereses, impuestos y comisiones.

Ahora bien, si se está pensando en una estrategia para saldar las tarjetas es porque se tiene una deuda importante en ellas; si se tiene una deuda importante, es usualmente por una mala gestión de la línea de crédito… y si se tiene una mala gestión del crédito, hay un riesgo importante de que la persona se vuelva a endeudar con las tarjetas, complicando entonces su situación al tener que pagar el préstamo contratado más la nueva deuda de las tarjetas.

Por tanto, antes de solicitar un préstamo para liquidar tus deudas, comprométete contigo mismo a…

  • Guardar tus tarjetas de crédito bajo llave… y estoy siendo literal. Recuerda que si estás analizando la opción del préstamo para saldarlas es porque en algún punto perdiste el control de ellas;
  • No incrementar más tus deudas durante el plazo del préstamo para no poner en riesgo tu flujo de efectivo;
  • Confirmar que las domiciliaciones o cargos automáticos de servicios (teléfono celular, televisión de paga, algún seguro) que tengas en alguna de tus tarjetas, estén incluidos en tu presupuesto de gastos realizando los pagos de tus tarjetas de forma oportuna;
  • Analizar qué fue lo que provocó tu endeudamiento y aprender de tus errores siendo, por favor, honesto u honesta contigo mismo. ¿Tus ingresos son menores a tus gastos?, ¿Sufriste un descontrol en tu presupuesto?, ¿Apoyas o ayudas a otros más allá de tus capacidades financieras reales?, ¿Indisciplina?, ¿Falta de seguimiento a tus tarjetas?;
  • Aprovechar el plazo en el que no usarás tus tarjetas de crédito para mejorar esos puntos débiles que te llevaron a endeudarte.

Finalmente quisiera enfatizar el principal riesgo que enfrentas al seguir esta estrategia: Que te vuelvas a endeudar con tus tarjetas y entonces tengas que pagar no sólo el préstamo, sino las tarjetas. Sin embargo éste riesgo está completamente bajo tu control, por lo que puedes vencerlo con determinación, perseverancia y disciplina para lograr tu objetivo: librarte de deudas.

¡Éxito!

La Inflación es el enemigo silencioso de tu ahorro… ¡Véncela!

A finales de los 80’s, cuando invitaba a mi amada al cine, recuerdo que llevaba en la bolsa 20 pesos con los cuales pagaba las entradas y después salíamos a cenar unos tacos. Ahora, 24 años después, intentar hacer lo mismo ¡me cuesta 200 pesos! Y si consideramos que en 1993 se le quitaron 3 ceros a la moneda, nos topamos con un escenario todavía más preocupante: lo que pagaba en aquellos años era el equivalente de 20 centavos de los actuales. Todos los que nos ganamos el pan con nuestro esfuerzo sabemos que los precios suben a través del tiempo, lo cual representa una pérdida de poder adquisitivo del dinero lo cual se mide de forma objetiva a través de la inflación, la cual es medida y publicada periódicamente por el INEGI.

Por lo anterior es importante considerar que desde el momento que depositamos nuestro ahorro en la alcancía éste empieza a perder poder adquisitivo, por lo que si no consideramos su efecto en nuestros ahorros nos encontraremos con la triste sorpresa de que aquel dinero que con tanto esfuerzo separamos ya no nos alcanza.

Pero, ¿qué se puede hacer si la inflación es una realidad que no está en nuestras manos contener? Existe una sencilla estrategia para proteger el valor de tu dinero la cual está dividida en dos etapas: el proceso de acumulación del dinero y la selección del instrumento donde depositarás ese dinero.

Durante el proceso de acumulación de recursos

Partamos del hecho de que al día de hoy ya incluyes en tu presupuesto un monto destinado al ahorro (si todavía no lo haces, recuerda que ahorrar es el primer hábito requerido para tener finanzas sanas y alcanzar la tranquilidad financiera). Seguramente en el momento de recibir un aumento de sueldo ajustas tu presupuesto de manera que destines una cantidad mayor a «gasolina», «supermercado», «luz» debido a los incrementos en esos gastos, pero muchos cometemos el error de no ajustar también el monto destinado al ahorro, y eso si no lo reducimos.

Con todo lo anterior podremos estar ahorrando la misma cantidad, pero ese dinero ya no alcanza para lo mismo. Para evitarlo

  • Cada año incrementa el monto destinado al ahorro en una proporción por lo menos igual a la inflación, es decir, si ahorrabas $200 y la inflación fue del 4%, incrementa tu ahorro cuando menos a $208 (200 x 1.04);
  • Evita reducir tu monto destinado al ahorro en caso de requerir realizar ajustes a tu presupuesto; recuerda que es el ahorro el que te permitirá alcanzar la tranquilidad financiera;
  • Antes de endeudarte o reducir tu monto destinado al ahorro, es recomendable esforzarte en incrementar tu ingreso actual o en generar un ingreso adicional.

Durante la selección del instrumento de ahorro donde depositarás tu dinero

Ya platicamos sobre el efecto de guardar el dinero en la alcancía: cuando lo quieras utilizar ya no alcanzará para lo mismo… Pero hay una manera de combatir el efecto nocivo de la inflación y preservar el valor de tu dinero, ¡Y mejor aún!, de que te genere un interés y con ello más dinero de manera que lo pongas a trabajar para ti.

Como la inflación es la pérdida del valor del dinero a través del tiempo, la regla a seguir es

Depositar tus ahorros en aquellos instrumentos de ahorro que su rendimiento sea superior al de la inflación.

Ahora bien, como normalmente el interés que recibes por tu dinero es mayor en cuanto más largo es el plazo de tu cuenta, es recomendable que aproveches las diferentes cuentas que tienes a tu disposición:

  • Usa cuentas de ahorro a la vista únicamente para mantener el dinero que requieres en el día a día para tus gastos, pagos y emergencias. Como el tiempo de permanencia de tu dinero en ellas es muy corto, el efecto de la inflación es muy bajo;
  • Usa instrumentos a plazos para acumular ahí los fondos de ahorro para proyectos de mediano a largo plazo (inscripciones y útiles escolares de tus hijos, celebrar los quince años o la boda, comprar de auto, las vacaciones familiares).  Procura que entre mayor sea el tiempo que falte, mayor sea el plazo de la cuenta donde deposites tu dinero;
  • De necesitarlo no dudes en pedir asesoría para seleccionar la cuenta que más te convenga de acuerdo a tus necesidades particulares. Aquí en tu Comunidad de Ahorro es un buen lugar para pedir opiniones 😉

Para concluir quisiera compartirles un dato importante: Las Cajas de Ahorro para Trabajadores, al encontrarse exentas del pago de impuestos como beneficio fiscal para fomentar el ahorro, sus rendimientos tienden a ser superiores a las cuentas bancarias, a los CETES… y a la inflación:

Comparativo rendimientos ODESSA
Rendimiento anual de diferentes opciones de ahorro comparadas con la inflación
(Clic para agrandar)

¡Éxito!

¿Te gustaría recuperar parte de los impuestos que te retiene tu patrón?

¿Sabías que tú, empleado de una compañía, tienes derecho a solicitar la devolución de parte de los impuestos que te retienen en tu trabajo? El gobierno federal, como un apoyo a la ciudadanía en temas como salud y educación y fomentando el ahorro para el retiro, dispone que las personas físicas podamos deducir este tipo de gastos de forma que paguemos menos impuestos llegando incluso a poder solicitar a Hacienda la devolución que mencionábamos al principio. Y la mejor noticia es que lograrlo no es algo complicado, sólo requieres leer este artículo, seguir las recomendaciones y ser ordenado en tus pagos.

1. ¿Quiénes pueden realizar estas deducciones?

  • Todas las personas físicas, sin importar si son empleados, técnicos o profesionistas independientes, o si tienen una actividad empresarial.
  • En el caso de los empleados, deben de ganar más de un salario mínimo y su patrón debe retenerles sus impuestos (aparece en tu recibo de nómina como «Impuestos» o «ISR» entre las deducciones).
  • Debes contar con tu Registro Federal de Contribuyentes (RFC) con homoclave. Muchos trabajadores ignoran que están dados de alta ante Hacienda desde que su patrón les retiene impuestos… De ser tu caso, acércate al área de Recursos Humanos y pregúntales por tu RFC.
  • Considera que la cantidad máxima de impuestos que puede recuperar un empleado es el monto que le retuvo su patrón por ISR (Impuesto Sobre la Renta) a lo largo del año.

2. ¿Qué gastos se pueden deducir?

  • Gastos Médicos por tu persona o de tus familiares directos, incluyendo honorarios médicos y dentales, gastos hospitalarios, compra o alquiler de aparatos para la rehabilitación del paciente, análisis clínicos y compra de lentes.
  • Gastos Funerales de tus familiares directos, incluyendo velatorio, crematorio, ataúd y demás servicios fúnebres. La máxima cantidad que se puede deducir por este concepto es 1 salario mínimo elevado al año del lugar donde vives (Entre $23,270 y $24,560).
  • Donativos a instituciones autorizadas como asociaciones y sociedades civiles sin fines de lucro, fundaciones, patronatos y programas de Escuela – Empresa, teniendo la posibilidad de deducir hasta el 7% de los ingresos que tuviste el año anterior.
  • Intereses de la Hipoteca de tu Casa, independientemente si tu crédito lo tienes con el INFONAVIT, FOVISSSTE o con una institución bancaria, siempre que el crédito no haya sido superior a 1,500,000 UDIS (para determinar el equivalente en pesos requieres averiguar el valor de las UDIS al momento de firmar el contrato de tu crédito. El valor lo puedes consultar en la página del Banco de México).
  • Aportaciones a tu Fondo para el Retiro, incluidas aportaciones voluntarias que realices a tu AFORE, seguros dotales para el retiro con aseguradoras e instrumentos de inversión para el retiro de instituciones financieras (siempre será recomendable confirmar la deducibilidad antes de contratar uno de estos instrumentos).
  • Primas de Seguros de Gastos Médicos, siendo tú el beneficiario o tus familiares directos.
  • Pago de Colegiaturas a través de medios electrónicos o cheques nominativos por tus estudios o los de tus familiares directos con los siguientes topes por cada estudiante:
    • Preescolar: 14,200 pesos
    • Primaria: 12,900 pesos
    • Secundaria: 19,900 pesos
    • Profesional técnico: 17,100 pesos
    • Bachillerato o su equivalente: 24,500 pesos
  • Gastos de Transportación Escolar de tus hijos o nietos cuando el uso de ése transporte es obligatorio por las leyes locales o el reglamento escolar.
  • Impuesto local sobre Ingresos al Salario, el cual debe verse reflejado también en tu recibo de nómina.
  • Por Familiares Directos se entiende el cónyuge o concubina(0), nietos, hijos, padres o abuelos que vivan con el contribuyente y ganen anualmente a lo sumo un salario mínimo local anual.
  • Todo pago mayor a $2,000.00 que realices debes hacerlo por medios electrónicos (transferencia electrónica o tarjetas de crédito/débito) o a través de cheques nominativos (a nombre del beneficiario, no «al portador»).
  • El monto máximo de gastos que puedes llegar a deducir son cuatro salarios mínimos elevados al año del lugar donde vives (entre $93,100 y $98,240) o el 10% del total de tus ingresos incluyendo aquellos por los que no se te retengan impuestos (la cantidad que resulte menor).

3. ¿Cómo deduzco mis gastos?

  • Cada vez que realices un pago o una aportación debes solicitar factura o recibo de honorarios (recuerda que a partir de este año en todos los casos son facturas electrónicas CFDI, es decir, un archivo con extensión XML – la factura electrónica en sí – y otro con extensión PDF – una versión de la factura sin valor fiscal en formato entendible por los seres humanos).
  • La excepción a lo anterior son los intereses por pago de hipoteca y en algunos casos los fondos para el retiro, en los cuales solicitas a la entidad financiera con quien tengas tu contrato una carta-comprobante antes de hacer tu declaración anual.
  • Los documentos anteriores guárdalos en una carpeta de tu computadora (recomendable una distinta por cada año fiscal) y ten el cuidado de respaldarlos. Es muy buena idea utilizar los servicios gratuitos de respaldo en línea como Google Drive, Dropbox o SkyDrive. Si quieres imprimirlos y guardarlos físicamente es tu decisión, pero de requerir Hacienda alguno de esos documentos te lo solicitará en medios electrónicos (archivos de computadora) y no impresos en papel.
  • Durante el mes de Enero debes informar a tu empresa que deseas realizar tu declaración anual de manera que no la hagan ellos por ti. Deben entregarte una Carta de Retención en la que se desglosan el total de tus ingresos gravables (que generan impuestos) y de los no gravables, el total de los impuestos retenidos y el total del subsidio al salario que recibiste (un descuento que te otorga el fisco).
  • Antes del 30 de abril debes realizar tu Declaración Anual, siendo éste un proceso sencillo que puedes realizar tú mismo a través de la página del SAT, o si lo prefieres, puedes contratar los servicios o asesoría de un contador.

4. Consideraciones finales

  • Si durante el año pasado no solicitaste facturas no podrás solicitar la devolución de esos gastos este año, mas ello no significa que este año no comiences a solicitarlas para hacer tu declaración el próximo 😉
  • La cantidad que te devolverán es a los sumo el 30% de tus gastos teniendo como tope máximo el importe total que te retuvieron (el porcentaje depende del total de tus impuestos).
  • Si tienes dos o más empleos, o compaginas tu trabajo con una actividad independiente, tienes la obligación de realizar tu declaración anual incluyendo todos los ingresos que hubieses obtenido, existiendo la posibilidad de que si bien sí te sirvan los gastos para deducir impuestos, la cantidad a pagar por la totalidad de tus ingresos sea tal que no logres alcanzar la devolución de impuestos sino mas bien una reducción del pago de los mismos. Por ello en estos casos es recomendable la asesoría de un contador, sobre todo si no tienes experiencia en temas fiscales.
  • Aprovecha este beneficio que tienes. Es un dinero que por derecho es tuyo… Muchas veces nos quejamos de lo altos que son los impuestos y ésta es una forma legal de tenerlos de vuelta. Y como decíamos en un principio, sólo requieres ser ordenado en tus pagos, guardar tus comprobantes, solicitar tu carta de retención y realizar tu declaración anual.

5. Ligas recomendadas

¡Éxito!