Guarda tus tarjetas de crédito
Éste es el paso más importante. De nada sirve esforzarte por pagar tu tarjeta de crédito si, de cada peso que pagas, te endeudas con dos más. Por ello, lo mejor es dejarlas guardadas en casa, o mejor aún, dárselas a alguien de toda tu confianza pidiéndole que no te las entregue sino hasta que le muestres tus estados de cuenta en cero.
Cierto, en ocasiones hay emergencias y la tarjeta es útil en esos casos… Pero ¿sabes? Según la encuesta de Inclusión Financiera de la CONDUSEF, sólo el 5% de las compras con tarjeta de crédito se hace para enfrentar una emergencia. Por tanto, se honesto contigo mismo, revisa tus estados de cuenta, e identifica cuántas de tus compras son para atender una emergencia.
Revisa tu presupuesto reduciendo tus gastos
Si no llevas un presupuesto, es el momento de empezar a usarlo. Es muy difícil tener finanzas sanas si no llevas la relación entre lo que ganas y lo que gastas. Podrás encontrar cómo llevar tu presupuesto siguiendo esta liga.
Ya con tu presupuesto en la mano, revisa cuáles son los gastos que realmente requieres cubrir, y todos los demás, elimínalos por el momento. En lugar de ir al gimnasio, sal a correr. Por un tiempo deja los servicios de música, series y películas por Internet. Evita salir a comer fuera de casa. Refrescos y cervezas en realidad no son indispensables.
El objetivo es que ese dinero que dejaste de gastar, lo enfoques en saldar tus deudas. Una vez que ya no debas nada, y siempre respetando tu presupuesto, retoma esos gustos y actividades que disfrutas.
El filtro de los tres «Para qué»
Cuando quieras comprar algo, pregúntate para qué lo quieres. Subrayo, no por qué quieres comprarlo, sino para qué lo quieres. La diferencia, si bien pareciera menor, es muy poderosa: El «por qué» te lleva a los motivos que te impulsan a comprarlo, mientras el «para qué» te permite evaluar la importancia real de adquirirlo. Pero ojo, no te quedes en la primera respuesta. Debes hacerte la pregunta cuando menos 3 veces.
Veamos un ejemplo pensando en cambiar tu celular (asumiendo que no está descompuesto el actual)
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(1) ¿Para qué quiero cambiar de celular?
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Para tener uno más nuevo (No es un motivo de peso)
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Para cubrir mis necesidades, ya que el actual no lo hace (Motivo de peso)
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(2) ¿Para qué quiero cubrir mis necesidades?
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Para tener más espacio para fotos y videos (No es un motivo de peso, ya que puedes descargarlas y borrarlas del celular)
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Para poder ser más eficiente en mis actividades (Motivo de peso)
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(3) ¿Para qué quiero ser más eficiente en mis actividades?
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Para pode subir fotos e interactuar con mis amigos en cualquier momento (No es un motivo de peso)
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Para poder enfocar mi tiempo en actividades más productivas (Motivo de peso)
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Sólo compra aquello que logre vencer el filtro de los 3 «Para qué». Y de lo que no pase los tres filtros, ese dinero que ibas a gastar, utilízalo para pagar tus deudas.
Aprovecha la técnica de la Bola de Nieve
Ésta es una estrategia especialmente útil para cuando tienes varias deudas. A grandes rasgos, la idea es enfocarte a saldar una de tus deudas para que, una vez saldada, utilices el dinero que antes utilizabas para cubrir abonos en saldar una segunda deuda, y así sucesivamente.
En su momento compartí con la comunidad un artículo el cual explica a detalle la técnica de la Bola de Nieve, el cual podrás encontrar siguiendo esta liga.
Disciplina y compromiso
El principal motivo por el cual no alcanzamos nuestras metas es porque dejamos que la inercia del día a día nos desvíe de nuestros objetivos. El segundo son los obstáculos, que la mayoría de las veces nos desaniman. El tercero son las personas que nos rodean, quienes, en muchas ocasiones, nos señalan por qué nos podemos alcanzarlos, y les acabamos creyendo.
Saldar tus deudas es retomar el control de tus finanzas. Es aprovechar tu dinero para ahorrar e invertir, en vez de entregárselo a alguien más. Es tener un futuro tranquilo, en vez de hipotecado a un banco. Si eres disciplinado y te comprometes contigo mismo, te aseguro que podrás lograrlo.
¡Éxito!