Hoy comienza la Semana Santa, lo que para muchos significa el inicio de las vacaciones de primavera. Para quienes tienen la oportunidad de salir de viaje, les compartimos 5 recomendaciones para que, después de éstas dos semanas, sólo quede un maravilloso recuerdo en vez de deudas.
1) Si no hiciste un presupuesto, ¡hazlo de una vez!
Hay quienes se van de viaje sin estimar cuánto y en qué van a gastar. El resultado es que se les acaba el efectivo, después el dinero en el cajero, para terminar utilizando la tarjeta de crédito. La única manera de evitar este círculo vicioso es
- Establecer desde un inicio con cuánto dinero cuentas,
- Distribuirlo entre los días que vas a estar de vacaciones, y
- No gastar más de lo que tienes para ese día.
2) Si ya tienes un presupuesto, ¡no te pases!
Al viajar te ves bombardeado con productos y servicios que inicialmente no tenías contemplados. Desde el algodón de azúcar del parque, hasta tours, paseos o sesiones de masajes. Y todos en lugares estratégicos y con vendedores insistentes para sembrar en ti la necesidad y el deseo de «vivir la experiencia«.
Se vale ser flexibles, desde luego. Pero toma el dinero de lo que tenías pensado utilizar en algún día posterior, o distribuye el monto restándolo entre los días que te quedan por disfrutar.
3) No caigas en la trampa de los «Recuerditos»
Quien trabaja en destinos turísticos lo sabe:
Los turistas que más gastan en souvenirs, somos los mexicanos.
Para muchos es casi una obligación llevarle un recuerdo a la tía, la abuela, la maestra de los hijos, los padrinos… Además de los que llevamos para nosotros mismos. El destino de la mayoría de ellos es quedarse empolvados en una pared, hacinados en una repisa, guardados en un cajón, o regalados a un tercero… Cuando no en el bote de basura.
No tiene nada de malo adquirir un objeto que te recuerde un lugar que realmente disfrutaste, pero en tu presupuesto debes tener un monto asignado para ello.
4) Los gastos hormiga, el eterno enemigo
Tarde o temprano necesitarás comprar agua y alguna fruta o botana para engañar al estómago. ¿Y qué decir del pago de estacionamientos y casetas de cobro? ¡Incluso hay donde cobran los baños públicos! Son gastos que normalmente no consideramos en el presupuesto de las vacaciones. Por ello siempre es conveniente asignar un monto diario, para cada persona que vaya en el viaje, que sirva para cubrir esos pequeños gustos o necesidades.
¿Y qué hacer con el dinero que llegue a sobrar cada día? Te sirve de colchón para los días posteriores, o para los recuerdos o paseos que comentábamos en los puntos anteriores.
5) La tarjeta de crédito, sólo para verdaderas emergencias
Todo lo dicho hasta este momento tiene un solo objetivo:
Que cuando regreses a casa no estés estresado por el siguiente pago de tu tarjeta de crédito.
Así que, ¡No la utilices! Ten presente que la tarjeta de crédito no suple al efectivo.
Sí, es bueno llevar tu tarjeta contigo, pero sólo para utilizarla en una urgencia:
- Si se perdieron las maletas, algo de ropa tendrás que comprar;
- Los seguros médicos de viajero se cubren por reembolso. Es decir, en caso de algún accidente, tendrías que pagar la atención médica y ya de regreso a casa te lo regresará tu aseguradora;
- Si viajas en auto y tu auto se descompone, habrá que pagar la reparación.
¡Pero nunca utilices tu tarjeta de crédito para pagar un tour, un recuerdito, o bebidas y botanas!
Ahora sí, ya con tus finanzas también preparadas, ¡Disfruta de tus vacaciones!