Hace unos días conversaba con una persona quien afirmaba que en nuestros tiempos es imposible ahorrar. Sin embargo, al sentarme con ella a revisar su presupuesto, le hice ver que algunos de los rubros en los que separaba su dinero eran en realidad montos que dedicaba a diferentes esquemas de ahorro. ¿Cuál era el problema entonces? Un tema de concepto, el cual comparto hoy con ustedes ya que podría serles de utilidad en sus propios presupuestos.
Provisiones: Seguridad y liquidez ante objetivos de corto plazo
¿Alguna vez al recibir tu sueldo has dicho algo parecido a «De aquí son $X para pagar la luz que vence la próxima semana«? Pues bien, lo que en realidad estás haciendo es ahorrar ése dinero para realizar un objetivo de corto plazo. A este tipo de ahorro se le conoce como Provisión y su uso es muy común: Hay quienes separan estas provisiones en diferentes sobres, otros separando los montos con ligas o clips y otros más van retirando del banco exclusivamente el dinero que necesitan.
Su beneficio inmediato es que nos permite garantizar tener el dinero para cubrir con nuestros compromisos. Pero, ¿para qué más puede servir? Es buena idea distribuir los gastos periódicos que signifiquen un monto importante en provisiones pequeñas que nos permitan ahorrar poco a poco el monto a pagar al tiempo que evitan que haya quincenas donde quedemos demasiado apretados después de cubrir ese gasto.
Veamos un ejemplo: Una persona que gana el $3000 al mes y que paga bimestralmente de luz $500, y si bien en general recibe cada quincena $1500, en aquella donde debe pagar su consumo eléctrico se queda con tan sólo $1000, representando para ella el pago a CFE una tercera parte de sus ingresos. De implementar esta estrategia, cada quincena sólo tendría que ahorrar $125, con lo cual le quedan $1375 para los gastos de su hogar.
Respecto a dónde resguardar el dinero, al ser el objetivo de corto plazo con montos usualmente no tan grandes, realmente no se ve tan afectado por la inflación, así que incluso los sobres son bienvenidos. Lo importante es que el dinero de la provisión esté seguro, separado del dinero que destinas a los gastos del día a día, y que tengas una disponibilidad inmediata o a lo sumo en las siguientes 24h de haber solicitado el retiro. En este caso cualquier rendimiento que pudiera obtenerse es un valor agregado.
Reservas: Seguridad y rendimientos ante objetivos de mediano plazo
¿Te suena conocido separar del aguinaldo alguna cantidad para las inscripciones de los hijos? ¿O una parte del Reparto de Utilidades en Mayo para la compra de útiles escolares y uniformes en Agosto? Al dinero que separas buscando alcanzar objetivos de mediano plazo se le llama Reserva, al igual que aquellos montos para los cuales no hay un plazo específico para que los utilices pero donde se necesita que el dinero esté razonablemente disponible, como es el caso del Fondo de Emergencias.
Supongamos que la persona del ejemplo anterior suele gastar durante las fiestas decembrinas $1500, los cuales representan la totalidad de su aguinaldo o de lo recibido en la 1a quincena de diciembre. Si lograse ahorrar únicamente $62.50 cada quincena, al final tendría esos $1500 dejando intactos tanto su quincena como su aguinaldo para destinarlos a cubrir otras necesidades, y por qué no, para ahorrar para otros objetivos de mayor plazo.
¿Y dónde resguardar las reservas? Debido al plazo pueden utilizarse instrumentos de plazo fijo. Suponiendo que cada quincena depositara el dinero en un instrumento que de un 3% anual, al final del año recibiría poco más de $1524, es decir, $24 más de los que depositó durante el año.
Fondos: Mejores rendimientos en el largo plazo
Por último tenemos los objetivos de largo plazo para los cuales es necesario construir un Fondo, como por ejemplo el fondo para el retiro o el de estudios de los hijos En estos casos se estará ahorrando por varios años con lo cual se puede tener acceso a plazos que dejasen mayores rendimientos. Supongamos que una persona, desde el momento que nace su hijo, empieza a ahorrar $100 quincenales en un instrumento que le da el 4% mensual para así tener un capital que le permita a su hijo realizar sus estudios universitarios a la mayoría de edad (18 años). Si bien durante esos 18 años lograría juntar únicamente $43,200, gracias a los rendimientos alcanzaría poco más de $63,328 al momento de alcanzar su hijo la mayoría de edad. Es decir, obtendría más de 20 mil pesos de intereses. ¿No te parece una buena idea?
¿Manejas alguno de éstos esquemas de ahorro? ¿O has utilizado alguno adicional que te haya sido de utilidad? Compártenos tu experiencia, la cual estoy seguro que será de utilidad para la comunidad de ahorradores.
¡Éxito!
Referencias