Nueve aspectos clave para elegir el colegio de tus hijos

Como madres y padres quisiéramos dar la mejor educación a nuestros hijos, ¿cierto? Pero a la hora de buscar escuela nos topamos con una gran cantidad de opciones para elegir. Si bien no existe la escuela «perfecta», hay algunos elementos esenciales que debieras considerar a la hora de tomar tu decisión. Después de todo no sólo está en juego la educación de tus hijos sino incluso la economía y la vida familiar.

1. Los valores y principios del colegio deben ser acordes a los que se manejan en casa, con lo cual se creará un ambiente natural de colaboración entre la escuela y el hogar afianzando la formación de tus hijos. De no cuidarse este aspecto puedes terminar confundiéndolos, e incluso viéndote envuelto en discusiones con sus profesores o con otros padres de familia.

2. El plan de estudios de la escuela debe cubrir cuando menos el programa oficial que plantea la Secretaría de Educación Pública (SEP). Si además de ello se manejan idiomas, artes o cómputo que enriquezcan su formación, ¡excelente! Sólo ten presente dos factores que no debes perder de vista mientras te listan los beneficios para tu hijo de tan moderno/especializado/avanzado programa educativo:

  • Tu hijo, antes que estudiante, es un niño, y llenarlo de actividades le priva del juego y descanso espontáneos, verdaderos talleres donde los grandes hombres y mujeres del pasado desarrollaron su ingenio, creatividad y habilidades;
  • En algunas ocasiones las actividades complementarias representan costos adicionales a la inscripción y las colegiaturas, lo cual hay que tenerlo en cuenta.

3. Hablando de la inscripción y las colegiaturas, existen tantas opciones que es conveniente ser cuidadoso al momento de compararlas:

  • Hay escuelas que no cobran inscripción, otras que las cobran en dos cuotas y otras que además de la inscripción cobran cuotas adicionales para actividades extra-escolares, deportivas, recreativas, etc.
  • Hay escuelas que cobran 10 meses de colegiatura, otras que cobran 12, y otras más que si bien cobran 10 meses, en dos de ellos cobran el doble por los meses de verano (julio y agosto).

Debido a esta variedad la recomendación es sumar todas las cuotas a realizar durante el año escolar para así poder comparar peras con peras. Puedes encontrarte con interesantes sorpresas al hacer este ejercicio.

4. Algunos colegios cuentan con programas de apoyo a través de descuentos o becas para aquellas familias que tienen más de un hijo en la institución, o para apoyar a aquellos cuyas familias atraviesan por momentos financieros difíciles. Nunca está de más preguntar.

5. Ya que sabes cuánto cuesta el colegio, observa sus instalaciones. Más allá de si son grandes, el detalle a observar está en el mantenimiento de los edificios, áreas verdes y mobiliario. ¿Están en buenas condiciones? ¿Su funcionamiento es el adecuado? ¿Están bien cuidadas? Si las instalaciones se encuentran deterioradas, viejas o con aspecto de abandono, cabría preguntarse en qué invierte las colegiaturas la escuela. Y por otro lado, si no presta atención a los detalles visibles de las instalaciones, ¿cómo podríamos estar seguros que prestará atención a los detalles ocultos en el proceso diferente y único de aprendizaje de cada niño?

6. Otro factor importante a considerar son los útiles escolares. Si bien la SEP entrega en algunos grados libros de texto gratuitos y por ley ninguna escuela puede obligar la compra de algún cuaderno en especial, el número de cuadernos, la cantidad de materias, el uso de libros auxiliares, la necesidad de colores, crayones, plumones, reglas, juegos de geometría, blocks de notas o libretas de tareas no son normados por la autoridad, de manera que los colegios son libres de definir lo que requieren para cumplir con sus objetivos educativos. Por tanto, el conocer la lista de útiles al momento de evaluar tus diferentes opciones podría significar la diferencia.

7. Un costo oculto muy importante que hay que considerar se esconde en la comunidad escolar. Colectas para diversos fines, rifas y sorteos organizados por la sociedad de padres de familia o la sociedad de alumnos, participación en ferias, bailes, eventos artísticos y deportivos… Si bien en esencia no son obligatorios, tampoco es posible mantenerse ajeno a todo ello ya que se corre el riesgo de acabar aislado, lo cual no es sano para el desarrollo de ningún niño.

8. Dicen que la mejor escuela es la que queda cerca de casa, lo cual se cumple cabalmente en los primeros años escolares. En las grandes ciudades puede llegar a invertirse una cantidad importante de tiempo y dinero en transportarse de la casa al colegio, y si bien la cercanía es un factor usualmente considerado, ésta se evalúa de manera subjetiva y no contemplando objetivamente los costos de transportación en la elaboración del presupuesto para gastos escolares.

Una solución efectiva para reducir los gastos de transportación es ubicar si viven otros alumnos del colegio por tu misma zona, de manera que puedan turnarse para llevar y recoger a los niños.

9. No dudes en preguntar a padres de familia que ya tengan a sus hijos en esa escuela sobre cuál ha sido su experiencia. Busca referencias en Internet y en las redes sociales. Pide una cita con el director y con quien esté al frente del área de psicopedagogía para conocerles, y cualquier punto que haya llamado tu atención durante tu evaluación, plantéaselos. No te quedes con ninguna duda.

Finalmente recuerda:

Que una escuela sea cara o gratuita no garantiza la calidad de su enseñanza. Es el compromiso de sus directivos, la entrega y preparación de sus profesores, la dedicación de sus alumnos, y la participación activa de los padres de familia los que hacen la diferencia.

¡Éxito!

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