Más allá de si confías en las operaciones bancarias o comerciales por Internet o no, es una realidad que el comercio electrónico cada día alcanza mayores facetas de nuestra vida y en muchas ocasiones sin darnos cuenta. Atrás quedaron los días en que Comprar por Internet era sinónimo de entrar a una página, seleccionar algunos productos poniéndolos en un «carrito», y pagar con tu tarjeta de crédito. Hoy en día puedes transferir dinero a través de tu celular, consultar tu estado de cuenta bancaria mandando un mensaje, ser informado de una operación realizada en tu tarjeta de crédito directamente en tu teléfono móvil o por correo electrónico, e incluso comprar aplicaciones (las famosas Apps) con cargo a tu plan celular sin necesidad de capturar los datos de tu tarjeta de crédito. Todo lo anterior representa un ahorro de tiempo y dinero al permitirnos realizar nuestras operaciones y trámites desde la comodidad de nuestro hogar u oficina, mientras hacemos antesala en una sala de espera, e incluso mientras nos transportamos de un sitio a otro. Pero ¿cómo evitar que estas facilidades terminen convirtiéndose en un peligro para nuestra seguridad? Leer más