Ingresos Emergentes

Los Ingresos de Emergencia, opción para superar tiempos difíciles

¿Conoces a alguien a quien el dinero no le alcance? ¿Que viva al día esforzándose por mantener el equilibrio entre lo que gana y lo que gasta? En estos momentos son pocos los que no viven una situación semejante, mientras los demás recortamos nuestros gastos buscando llegar al final de quincena. Pero los gastos no se pueden recortar por siempre… Poner un negocio requiere de tiempo y dedicación. Un segundo empleo requiere de comprometerse con un horario. Y como empleado tu disponibilidad de tiempo se ve limitada a cuando no estés en tu trabajo. Este dilema puede llegar a ser muy estresante afectando incluso tu estado de ánimo, tu rendimiento laboral y tu vida familiar. ¿Cómo darle la vuelta al problema? Un camino podría ser a través de los ingresos de emergencia. Leer más

Provision de gastos

Provisión de gastos: Planeando para evitar deudas y sobresaltos

En muchas ocasiones, al elaborar el presupuesto personal o familiar, lo que se hace es dividir el dinero recibido o que se planea recibir entre los diferentes gastos que se tienen, existiendo períodos en los que los gastos se elevan de forma importante por el efecto de pagos periódicos altos como son el pago de la hipoteca de la casa (mensual), la luz (bimestral) o los útiles escolares (anual). Al elaborar el presupuesto de esta forma, es frecuente que nos enfrentamos a períodos en los que no se tienen los ingresos suficientes para cubrir estos gastos no constantes, haciendo entonces uso de la tarjeta de crédito o de préstamos de amigos y familiares buscando con ello alcanzar el fin de quincena, con lo cual provocamos que se vea disminuido nuestro flujo de efectivo futuro al tener que incluir entre los gastos el pago de esta nueva deuda. Esto puede evitarse desde la elaboración misma del presupuesto, ya que si planeamos previendo estos gastos periódicos, podemos distribuir su costo entre diferentes períodos de cobro (quincenal, catorcenal, semanal) de forma que nuestros ingresos se distribuyan de forma homogénea en cada período. ¿Cómo hacer esto posible? A través de una estrategia sencilla: provisionar tus gastos.

Las Provisiones

Una provisión no es más que separar de tu ingreso una parte del dinero que necesitas para cubrir un gasto previsto futuro, siendo por tanto una forma de ahorro. Veamos algunos ejemplos:

1. Pagas $2,000 de renta de tu casa cada mes y cobras de forma quincenal. Al tener dos períodos de cobro, puedes provisionar en tu primera quincena $1,000 y así en la segunda sólo tienes que tomar $1,000 más.

2. Revisando tus recibos de luz determinas que tu pago promedio bimestral es de $700. En esta ocasión tienes 4 períodos de cobro, con lo cual podrías provisionar durante 3 quincenas $175 (700/4), requiriendo únicamente $175 en la quincena que te toca pagar la luz para cubrir su pago.

3. Calculas que para comprar los útiles escolares de tu hijo para el próximo período escolar necesitarás $2,500.00 los cuales planeas comprarlos en agosto antes del inicio de clases. Si comenzaras en esta primera quincena de mayo, te quedan cuando menos 6 quincenas para distribuir este gasto, con lo cual podrías provisionar $417 quincenales. Y si la provisión la hicieses desde que inicia el año escolar en septiembre, entonces tendrías 20 quincenas, donde cada provisión sería de $125.00

Si lo observas bien es algo así como pagar a meses sin intereses, con la diferencia de que en vez de estarle pagando al banco las mensualidades correspondientes por algo comprado en el pasado, estas separando el dinero para el gasto futuro.

Beneficios

  • Evitas tener períodos con pagos desmesuradamente altos que ponen en peligro tu flujo de efectivo;
  • Al depositar el dinero en tu cuenta de ahorro, incrementas el capital sobre el que se te calcularán los intereses, con lo cual recibirás un rendimiento mayor por tu dinero;
  • Llegado el momento de realizar el gasto, tienes la posibilidad de pagar en efectivo y con ello aprovechar promociones y descuentos por pago en efectivo que hubiese disponibles;
  • También es posible que al momento de realizar el pago exista la posibilidad de hacerlo a meses con intereses, con lo cual podrías mantener tu dinero en tu cuenta de ahorro e ir sacando poco a poco lo que requieres para pagar cada mensualidad, con lo cual la institución financiera te pagará más intereses.

Consideraciones

  • La estrategia da buenos resultados siempre y cuando seas disciplinado y no tomes el dinero provisionado para fines distintos a los planeados;
  • Muchos de los pagos es posible que varíen con el tiempo (caso de la luz y los útiles escolares), por lo que quizá el último pago tenga que ser mayor a la provisión calculada… pero el efecto en tu presupuesto siempre será menor a que si tuvieses que absorber en un solo período la totalidad del gasto;
  • También es posible que al final tuvieses que pagar menos de lo planeado, con lo cual puedes mantener el excedente ahorrado para cubrir un posible faltante el día de mañana (caso de la luz, donde en invierno se paga menos que en verano), o bien utilizar el excedente para cubrir otras necesidades;
  • Procura mantener tus provisiones ahorradas en una cuenta de ahorro o inversión distinta a tu cuenta eje, es decir, aquella en donde normalmente manejas tu dinero para el día a día y de donde retiras en los cajeros automáticos cuando necesitas efectivo. Esto para ayudarte a evitar que tomes el dinero provisionado de forma accidental… o aún consciente.
  • De ser posible, pide que éstas provisiones te sean retenidas directamente de tu pago de nómina y depositadas en tu cuenta de la caja de ahorro de tu empresa;
  • Requieres identificar en tu cuenta de ahorro cómo está conformado el saldo de la misma, lo cual puedes realizar de forma sencilla anotando en una libreta u hoja de cálculo cada depósito o retiro que realices por cada una de las provisiones que manejes;
  • Otros gastos que también podrían provisionarse son: Televisión por cable, servicio de telefonía e Internet, plan de tu teléfono celular o del paquete de datos de tu dispositivo móvil, mensualidad de tu automóvil, colegiaturas, pago de la prima anual – son más baratas que las semestrales o mensuales – de tus seguros (hogar, auto, gastos médicos, vida), mantenimiento preventivo de tu auto, impuestos por tu casa, inscripciones escolares entre muchos otros.
  • Ahorros como el Fondo de Emergencias (dinero que separas de tu sueldo para afrontar un imponderable), Fondo de gastos médicos (para médicos y medicinas por catarros, infecciones y otras enfermedades menores), o cualquier otro fondo que generes para enfrentar gastos no contemplados, son en realidad provisiones en las cuales no tienes una fecha ni un importe específicos. Por lo mismo, considéralos provisiones de corto plazo.

Dónde depositar tus provisiones

  • Para provisiones de muy corto plazo (un mes o inferiores), deposita tu dinero en una Cuenta de Ahorro a la Vista ya que necesitas liquidez inmediata. En estos casos no te preocupes tanto por los rendimientos ya que usualmente el interés es bajo, aunque recuerda que las cajas de ahorro de trabajadores normalmente tienen mejores rendimientos que las populares , y que las populares en muchas ocasiones tienen mejores rendimientos que los bancos.
  • Para provisiones de corto plazo (superiores al mes y hasta 3 meses) considera cuentas de Ahorro a Plazo Fijo, CETES(Certificados de deuda del gobierno federal), y Pagarés Bancarios. El orden en cuanto a mejores rendimientos suele ser Cajas de Ahorro de trabajadores de empresas , CETES, Cajas populares y Bancos.
  • Para provisiones de mediano plazo (entre 3 meses y un año) considera, adicionalmente a las anteriores, los Fondos de Inversión en Instrumentos de Deuda.
  • Al ser las provisiones dinero que seguramente utilizarás a lo sumo en el mediano plazo, no pongas en riesgo tus fondos depositando tus recursos en Acciones Bursátiles, Fondos de Renta Variable, Fondos de Cobertura o en general para utilizarlo en inversiones, por más seguras y jugosas que éstas parezcan. El horizonte de inversión para este tipo de instrumentos suele ser de largo plazo con un riesgo elevado.

Es posible que en un principio te parezca un poco difícil ajustar tu presupuesto para contemplar gastos futuros, y estoy seguro que habrá muchos que opinen que no tiene sentido preocuparse por gastos futuros si se está luchando por cómo cubrir los gastos presentes… o porque nadie puede garantizarte que vivirás ese futuro.

Sin embargo, la planeación es una de las habilidades necesarias para alcanzar la libertad financiera, y al ser una habilidad, podrás irla mejorando con la práctica. Empieza con unos cuantos gastos y ve ajustando tu presupuesto poco a poco… y sobre que nadie puede garantizarte que el gasto efectivamente deberás hacerlo, bueno, en el peor de los casos tendrías un ahorro disponible para lo que desees. Suceda lo que suceda, tú ganas.

¿Tienes gastos periódicos que varían de forma importante? ¿Tienes alguna experiencia para compartir con nosotros? ¿Te quedó alguna duda o inquietud? Compártenos tus opiniones, las cuales serán seguramente de interés para la comunidad.

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El Fondo de Emergencias

Cómo crear tu propio Fondo de Emergencias

Un Fondo de Emergencias es una cantidad de dinero que ahorras para hacer frente a situaciones no planeadas donde necesitas liquidez en el momento para enfrentarlas, salvaguardando con ello tus finanzas, tu salud, y a tus seres queridos. Sin embargo el reto está no sólo en cómo formarlo, sino en qué estrategia seguir para salvaguardarlo en cuentas de ahorro e inversión. Hoy les presento una estrategia que en lo personal pongo en práctica y que ha sido de utilidad para otras personas.

I. Construyendo tu Fondo de Emergencias

  • Incluye en tu presupuesto un rubro específico para separar dinero para emergencias futuras. No lo tomes de lo que te sobra después de cubrir tus gastos, más bien planea tus gastos después de separar tu ahorro.
  • Procura separar cuando menos entre 1 y 3 pesos de cada 100 que ganes.
  • En cuanto recibas tu sueldo o tus ganancias sepáralo para que no tengas la tentación de gastarlo.
  • Si eres dueño de tu propio negocio, es conveniente que también tengas una provisión para las emergencias de tu empresa. Separa igualmente entre el 1% y el 3% recordando que esta provisión es ajena a tu fondo personal para emergencias, por lo que debes mantenerlas separadas.

II. Dónde depositarlo

  • La razón de ser del Fondo de Emergencias es tener el dinero disponible en el momento que lo necesites, por lo que es recomendable que lo tengas en una cuenta de ahorro a la vista (de preferencia asociada a tu tarjeta de débito para tener facilidad de pago y retiro de efectivo).
  • Si bien podrías mantener el dinero en tu cuenta eje, el riesgo de que termines usándolo en el gasto diario es grande, por lo que lo recomendable es separarlo a una cuenta específica.
  • El Fondo de Emergencia es un ahorro de corto plazo (es decir, una provisión) donde debe privilegiarse la liquidez. Por tanto, queda en segundo término los rendimientos e intereses que pueda darte la cuenta además de que el efecto de la inflación es despreciable.
  • Debido al punto anterior, busca que la cuenta donde salvaguardes tu Fondo de Emergencias no tenga comisiones ni exija mínimos forzosos o saldos promedios (o que éstos sean muy bajos).

III. Rendimientos en tu Fondo de Emergencias

  • Una vez que logras tener ahorrado un fondo que te permita enfrentar gastos menores, el excedente puedes ponerlo en un ahorro a plazo para ahora sí protegerlo en lo posible de la inflación a través de sus rendimientos.
  • El fondo base para tener en la cuenta de ahorro a la vista debe ser el suficiente para cubrir gastos que no puedan pagarse con tarjetas de crédito como honorarios, taxis, etc. Una forma de determinarlo es considerar 4 citas con un médico especialista (No porque vayas a ir al médico, sino tan solo para utilizarlo como unidad de medida). Donde vivo los honorarios promedio son de $550, por lo que el fondo base debiera ser de $2200.
  • Los excedentes a este importe podrías tenerlos en un ahorro fijo a 28 días (máximo). Una buena alternativa es depositarlo en la caja de ahorro de trabajadores de tu empresa en caso de tener esa prestación, ya que llegan a dar rendimientos superiores a los bancarios, CETES y Fondos de Inversión de renta fija.
  • Evita caer en la tentación de poner todo tu Fondo de Emergencias en una cuenta de inversión. Recuerda que el objetivo no es ahorrar – para ello, lo conveniente es incluir un rubro específico para el ahorro en tu presupuesto – sino estar preparado para un imponderable, para un evento que en muchas ocasiones no podrías prever que sucedería y ante el cual necesitas efectivo inmediato.

IV. Cómo utilizarlo

  • Tu Fondo de Emergencias es para enfrentar una emergencia, así que no dudes en usarlo. Esto lo subrayo porque he conocido a personas que prefieren endeudarse antes de tocar el dinero del fondo, confundiendo el objetivo del fondo (enfrentar financieramente un evento no contemplado) con el ahorro de mediano y largo plazo (dinero para el retiro, vacaciones, estudios o para poner en el futuro un negocio). Nuevamente, para esto último, lo mejor es incluir en tu presupuesto un rubro para el ahorro.
  • Ahora bien, úsalo sólo en emergencias, es decir, en situaciones en las que está en riesgo la salud o integridad de tu familia, o que te podría provocar gastos mayores de no atenderlo de forma oportuna. También he conocido personas que consideran una “emergencia” comprar una revista de colección, ir a ver un partido con los amigos o viajar a ver la presentación de un artista en otra ciudad… si lo vemos fríamente ninguna de éstas son emergencias.
  • Si es posible y eres una persona disciplinada, bien puedes aprovechar el financiamiento que otorgan las tarjetas de crédito pagando lo relativo a la emergencia con tu tarjeta y saldándola antes de la fecha límite de pago, tomando para ello el dinero correspondiente de tu Fondo de Emergencias. Esto te puede beneficiar por los puntos generados por el pago – la mayoría de las tarjetas contemplan programas de lealtad – y por el rendimiento que tuvieses en la cuenta donde mantienes tu fondo.

V. Cómo gestionarlo

  • ¿Recuerdas que sugería una líneas más arriba separar entre 1% y 3% de tus ingresos? Bien, cuando estés empezando procura separar cuando menos el 3%. Una vez que llegues al Fondo de Emergencias Base (el equivalente a las 4 citas con el especialista – $2200) reduce tu aportación al 1% si consideras que te cuesta trabajo mantener el ritmo del 3%.
  • En el momento que tomes dinero del Fondo Base, reponlo con el excedente que pudieses tener invertido al momento en que puedas realizar el retiro.
  • De no tener ese excedente, incrementa nuevamente tu aportación en tu presupuesto al 3%… o más, si puedes y quieres recuperar tu Fondo de Emergencias más pronto.

Para concluir, es importante reconocer que el Fondo de Emergencias no es suficiente para enfrentar cualquier emergencia de tu familia. Sirve para emergencias menores, pero no para los daños que puedes hacer con tu automóvil, o para reparar tu casa después de sufrir los embates de un temblor, un huracán u otro desastre natural, así como tampoco para atender enfermedades graves y largas como puede ser el cáncer o la diabetes.

Es por ello que el Fondo de Emergencias debe verse como parte de una estrategia más grande, como un complemento a pólizas de seguros que te permitan garantizar la salud y el bienestar de tu familia… Y sobre esta estrategia de cobertura a emergencias platicaremos en un próximo artículo.

¿Manejas en casa alguna estrategia para afrontar emergencias? ¿Tienes alguna experiencia qué compartir con nosotros? ¿Te quedó alguna duda o inquietud? Compártenos tus opiniones, las cuales serán seguramente de interés para la comunidad.

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