En el pasado hemos conversado sobre los gastos hormiga, esas compras que hacemos sin darnos cuenta, muchas veces con el cambio que llevamos en el bolsillo. Más los tiempos han cambiado, y las hormigas han mudado al mundo digital.
Con la llegada de los teléfonos inteligentes, empezaron a surgir aplicaciones, y con ellas, los servicios. Se inventó un nuevo término, el «freemium«, para nombrar a las aplicaciones que puedes usar de manera gratuita, con capacidades limitadas o plagadas de comerciales, a menos que pagues una suscripción.
Estas suscripciones usualmente se ligan a una tarjeta de crédito o débito, y a partir de ahí, nos olvidamos de ellas… De las tarjetas obviamente, porque las aplicaciones, ¡Vaya si las disfrutamos!
Aplicaciones de transporte
Son un sustituto de los taxis, normalmente más económico, y para muchos, más seguro. Y es tan sencillo solicitar el servicio, y bajar del auto sin «tener que pagar» al conductor… Sin embargo, el viaje más económico cuesta $40 (Uber).
Aplicaciones de entrega a domicilio
Ya sea que quieras enviarle algo a alguien, o simplemente tu restaurante favorito no tiene servicio a domicilio, nuevamente es entrar a la app, solicitar lo que deseas, ¡Y listo! ¡Hasta de la propina te olvidas! No obstante, el servicio de entrega más sencillo también ronda los $40 (Didi).
Series y películas a la carta
Son una fuerte competencia para la televisión abierta y los servicios de cable. Han derrotado a la televisión satelital y a los negocios de renta de video. Hay espectadores que se han alejado del cine… E incluso algunas de estas firmas hacen sus propias series y películas. La suscripción básica mensual es de $109 (Netflix).
Música, podcast y audiolibros
Hay artistas reconocidos por el público que nacieron en estas plataformas, e incluso algunos, ¡Les dan la espalda a las grandes disqueras! Para muchos los CDs están destinados a desaparecer, y cada vez son menos las personas que utilizan el antiguo MP3. ¿Y la suscripción básica? $99 al mes (Spotify)
El costo del gasto hormiga en el celular
Hagamos números ahora: Suponiendo un par de viajes cortos a la semana, la pizza para el sábado de películas y la música para trabajar y hacer ejercicio, estamos hablando de $688 pesos al mes, es decir, $8,256 al año…
Si ese dinero lo hubiéramos metido en la caja de ahorro o en CETES considerando un conservador 7% anual, tendríamos $578 de rendimientos en un año. ¿Te imaginas lo que podrías hacer con esos $8,800?
Y no estamos considerando otro tipo de servicios en el celular como noticias, libros, redes de contactos profesionales, juegos en línea, plataformas de pago en línea, y un muy largo etcétera.
¿Qué hacer entonces?
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Revisa tu celular y tus estados de cuenta para identificar todas las suscripciones que has contratado
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Siendo honesto contigo mismo, depura las aplicaciones y servicios que realmente no te aportan un valor
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Aquellos servicios que al final hayas considerado necesarios, inclúyelos en tu presupuesto.
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Procura aprovechar los precios especiales de suscripciones familiares o para estudiantes (entre otras posibilidades)
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En el caso de los juegos, hay periodos de suscripción gratuita y, en muchos casos, con forme pasan de moda suelen bajar de precio
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Compara las diferentes plataformas de un mismo servicio, y procura no contratar más de una (Principalmente en los servicios de música y series/películas)
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Evita configurar en Google Play y Apple Store tu tarjeta de crédito de manera predeterminada. Es muy sencillo contratar un servicio por error, ya sea mientras pruebas una app, o cuando le prestas el celular a tus hijos.
¡Éxito!
Eso que tu no tomas como dinero serio, en un blog, a veces gastamos mas en cosas que a nuestro parecer son gastos insignificantes, que al final terminan afectando nuestra economía. y a nuestro mismo móvil. y las cosas relevantes por lo cual lo adquirimos.