¿Eres comisionista? ¿Recibes bonos por productividad? ¿Tienes un negocio propio y las ventas varían? Uno de los retos de tener ingresos variables es que, al hacer tu presupuesto, no tienes una cantidad fija de dinero para distribuir entre tus gastos. Y sin embargo, muchos de tus gastos seguramente sí son fijos. Ante la incertidumbre de cuánto vas a recibir, ¿cómo planear de manera confiable y eficaz tu presupuesto?
1. Determina tu ingreso promedio
Lo sé. A 8 de cada 10 personas no les gustan las matemáticas… y las otras 2 simplemente las detestan. La buena noticia es que no necesitaremos más que una hoja de cálculo y dos funciones:
- PROMEDIO, Para calcular el promedio de una serie de números;
- DESVEST, Para calcular su desviación estándar).
Con las herramientas anteriores calcula tu ingreso promedio quincenal y su desviación estándar. Para ejemplificar supongamos los siguientes valores:
- Promedio de ingreso quincenal de $3,500
- Desviación estándar de $375
¿Qué representa lo anterior? En términos prácticos, más allá de las variaciones que sufran quincena con quincena tus ingresos, en general recibes $3500 ± $375 quincenalmente, es decir, entre $3,125 y $3,875.
2. Divide tus salidas de dinero de acuerdo a su prioridad
Una manera sencilla de priorizarlo es dividiéndolo en
- AHORRO – ¡Siempre págate primero a ti mismo!
- GASTOS FIJOS – Los gastos básicos del hogar (luz, agua, renta/hipoteca) y aquellos que te hayas comprometido a respetar (Colegiaturas, Seguros)
- COMPROMISOS FINANCIEROS – Tarjetas de crédito, préstamos personales, deudas en general
- GASTOS GENERALES – Aquellos que puedes suprimir en un momento dado como cine, cenas fuera de casa o televisión de paga.
3. Determina tu Zona de Amortiguamiento
En este punto el objetivo es brindar flexibilidad a tu presupuesto. Para ello, identifica los gastos que puedes
- Reducir, como usar menos el auto para ahorrar gasolina, o
- Eliminar en caso de necesidad, como las cenas fuera de casa.
En general, todos los Gastos Generales pueden contemplarse como parte de tu Zona de Amortiguamiento.
4. Elabora tu presupuesto
Para elaborar tu presupuesto considera como ingreso “fijo” tu Ingreso Promedio menos la Desviación Estándar, que en nuestro ejemplo son $3,125 a la quincena.
Distribuye este ingreso “fijo” entre tus ahorros, gastos y compromisos con las siguientes consideraciones:
- Si te sobra dinero (no es broma, a veces pasa) ahórralo para generar una reserva y así estar preparado para cuando los ingresos disminuyan;
- En caso de que no te alcance el dinero, utiliza tu Zona de Amortiguamiento buscando equilibrar tus gastos con tu ingreso “fijo”;
- Si ni con tus zonas de amortiguamiento alcanzas a equilibrar tus gastos, entonces es momento de sincerarte contigo mismo: necesitas esforzarte para ganar más dinero y eliminar gastos mientras lo logras. Sé que no es lo que muchos quisieran escuchar, pero no existe una solución mágica.
Recuerda actualizar tu ingreso “fijo” de forma periódica y con él tu presupuesto, siendo recomendable que no pasen más de tres meses entre cada revisión.
5. El momento de la verdad: Sigue tu presupuesto
Cada catorcena o quincena, según sea el período que hayas determinado, compara tu ingreso “fijo” presupuestado contra lo que realmente recibiste (recordemos que el tema son los ingresos variables).
- Si tu ingreso real es igual o mayor al presupuestado, entonces ejerce tu presupuesto como lo planeaste.
- De tener excedentes, considera utilizarlos para cubrir algún gasto que te hayas visto en la necesidad de recortar a la hora de elaborar el presupuesto (por ejemplo, de la zona de amortiguamiento).
- Siempre da prioridad a reservar lo máximo posible para cuando tu ingreso real sea menor que el presupuestado.
- De ser tu ingreso real menor, compleméntalo con tu fondo de reserva hasta cubrir tus gastos presupuestados. Evita a toda costa caer en la tentación de tomar más dinero del necesario.
Recuerda, el fondo de reserva es para cuando se reducen tus ingresos y no para incrementar tus gastos.
- Si tu fondo de reserva se ha agotado, es momento nuevamente de sincerarte y revisar tu presupuesto
- ¿Hace cuánto que no actualizas tu ingreso “fijo”?
- ¿Hay equilibrio real entre tu ingreso “fijo” y tus gastos?
Sé que puedo sonar duro, pero de ser este último tu caso toma esta crisis como un reto que te motive a salir adelante.
¡Éxito!