[Imagen: El secreto para ahorrar y cobrar intereses mientras cubres los pagos del hogar]

El secreto para ahorrar y cobrar intereses mientras cubres los pagos del hogar

Cuando se habla de «ahorro» muchas veces pensamos en metas, como puede ser ahorrar para comprar un coche, para la boda o para salir de vacaciones, pero el ahorro también puede servirte – aunque parezca contradictorio – para organizar tus gastos al tiempo que pones a trabajar tu dinero para ti. Y lo mejor es que es sencillo implementar una estrategia de este tipo, y más cuando tienes a tu alcance instrumentos de ahorro que brindan buenos rendimientos y que cuentan con herramientas que te facilitan llevar la estrategia a cabo.

Seguramente tienes pagos periódicos que representan para ti una cantidad importante de dinero. La renta de la casa (o pago de la hipoteca), el pago de la letra del auto, o la colegiatura de tus hijos pueden ser algunos ejemplos. De igual manera hay pagos periódicos que no puedes dejar de realizar, como podrían ser la luz o el teléfono.

¿Y en qué afecta lo anterior? Supongamos que la casa se paga el día 5 del mes. En ese caso la quincena previa es frecuentemente un calvario ya que tienes que ver cómo estirar el dinero de manera que te alcance para poder pagar la renta… Pero si te organizas y en lugar de tomar todo el dinero en una quincena lo divides entre las dos que tiene el mes, las cantidad que tienes que tomar es más pequeña y por tanto más fácil de manejar.

Ahorrar dinero para realizar un pago posterior es lo que se conoce como generar una provisión.

Ahora bien, una cosa es que decidas separar ése dinero y otra que en verdad no lo toques, ¿verdad? Es por ello que lo recomendable es depositar tu provisión en una cuenta de ahorro distinta a donde recibes el pago de tu nómina, de manera que ése dinero esté separado del que utilizas para tus gastos del día a día. De esta manera mantienes tu dinero «protegido» durante el mes, y cuando llega el momento de pagar, sólo tienes que retirarlo… Con el beneficio adicional de que mientras estuvo en la cuenta de ahorro ¡te generó intereses! Es decir,

tu dinero, en lugar de estar ocioso en una alcancía o bajo el colchón, trabajó para ti dándote un rendimiento.

Lo anterior lo puedes llevar a cabo por tu cuenta, tomando el dinero que vas a aprovisionar de lo que cobraste en tu trabajo y depositándolo en una cuenta bancaria… O si cuentas con una caja de ahorro para trabajadores como las operadas por ODESSA,

puedes solicitar que tu provisión te sea retenida vía nómina y depositada en tu Cuenta de Ahorro a la Vista, la cual adicionalmente te da intereses mayores que las cuentas bancarias.

En conclusión, implementando esta estrategia de ahorro obtienes los siguientes beneficios:

  • Te permite distribuir tus pagos periódicos o que requieren cantidades importantes de dinero en varias quincenas;
  • Te ayuda a tener una mejor planeación de tus gastos personales o familiares;
  • Te brinda la tranquilidad de tener el dinero seguro y disponible para cubrir aquellos pagos que son importantes para el bienestar de los tuyos;
  • Y si lo haces a través de tu caja de ahorro, te ayuda a cumplir con tu objetivo de ahorro y con tu planeación financiera familiar gracias a la facilidad de retención vía nómina;
  • Tienes disponibilidad de tu dinero al poder realizar el retiro llegado el momento a través del portal de Internet de ODESSA, y
  • Generas una ganancia gracias a los intereses que te genera tu dinero mientras llega el momento de realizar el retiro para realizar el pago.

Con determinación y organizándote, estoy seguro que lograrás llevarlo a cabo.

¡Éxito!

Tácticas de ahorro

Las tácticas de ahorro – preparando tu futuro (Provisiones, Reservas y Fondos)

Revisando por solicitud de un amigo su presupuesto, observábamos los rubros relacionados con su ahorro. En lo particular es un ejercicio que recomiendo ya que los montos y conceptos en los que ahorras reflejan de forma objetiva tus prioridades y tu visión del futuro, siendo por tanto una herramienta para visualizar dónde te encontrarás en el mediano y largo plazo. Provisiones, reservas, fondos de ahorro, son los movimientos tácticos sobre los que se fundamenta una estrategia de ahorro, y en esta ocasión hablaremos de ellos para que tú también realices el ejercicio sobre tu propio presupuesto y evalúes así a donde te está llevando tu estrategia de ahorro actual.

Provisiones

Qué son: Las provisiones son aquellos importes que separas de tu gasto diario para cubrir pagos específicos que sabes tendrás en el corto plazo, siendo útiles para balancear tus gastos a través de tus períodos de pago de forma que no tengas picos elevados que te desequilibren.

Cómo se implementan: Un buen ejemplo podría ser el pago de la luz que en muchos países es bimestral, llegando a ser de un importe significativo en muchos hogares. Supongamos que tu pago promedio de luz sean $1000 y que tu pago sea quincenal. En vez de tener que ajustar tu presupuesto cada vez que llega a tu casa el recibo de luz para absorber esa cantidad, podrías separar cada quincena $250 para ahorrarlos y, llegado el momento, retirar los $1000 para pagar la luz. Los gastos decembrinos, las inscripciones y compras de útiles escolares y los mantenimientos preventivos del automóvil, son otros buenos ejemplos de rubros en los que puedes generar una provisión.

Qué reflejan: Las provisiones realmente son proyecciones de tus gastos a través del tiempo, indicando que eres una persona ordenada y previsora. Por tanto, la visión a futuro de quien aprovisiona es que mantendrá un flujo de efectivo sano. Sin embargo, si su único objetivo de ahorro es crear provisiones, estará indefenso ante los imponderables de la vida, sin la capacidad de abordar proyectos a largo plazo más exigentes financieramente como serían los estudios universitarios de sus hijos pequeños o su retiro.

Reservas

Qué son: Las reservas representan un ahorro a corto o mediano plazo sobre situaciones que consideras probable que sucedan y de las cuales desconoces el monto específico que necesitarás para cubrirlas. En sí son tu escudo financiero ante situaciones inesperadas, el cual evita que te tomen desprevenido reduciendo el impacto de esos gastos imprevistos sobre tu flujo de efectivo(en términos prácticos, sobre tu bolsillo).

Cómo se implementan: Quizá el mejor ejemplo sea la reserva para emergencias (otros autores lo nombran fondo de emergencias), para el cual supongamos separes un 2% del total de tus ingresos, es decir, que ganando $3000 quincenales, separes $60 ahorrándolos cada quincena. De tener que afrontar un imprevisto al año de estar incrementando tu reserva, tendrás $1440 – mas intereses – disponibles, es decir, cuando menos el 50% de tu pago quincenal. Otros ejemplos de reservas podrían ser gastos médicos menores (gripas, problemas intestinales, medicamentos), gastos no presupuestados (regalos de cumpleaños, material escolar), reparaciones menores en el hogar (fugas de agua, cortos).

Nota importante: una reserva de emergencias nunca suplirá un seguro, como pueden ser los de automóvil, hogar, responsabilidad civil o gastos médicos

Qué reflejan: Las reservas complementan a las provisiones fortaleciendo tu respuesta financiera ante los imponderables de la vida. Hablan de que eres una persona prudente y disciplinada, que busca estar preparada para el futuro reduciendo los sobresaltos, mas por sí solas no te permitirán abordar proyectos a largo plazo, sino solamente reducir el impacto hacia esos proyectos de gastos imprevistos.

Fondos de ahorro

Qué son: Representan esos ahorros que incrementas a través del tiempo con los importes que separas de tus ingresos para formar un capital para el futuro, depositándolos en cuentas de ahorro o de inversión. Son los que te permiten prepararte para tus proyectos, principalmente hablando a mediano y largo plazo.

Cómo se implementan: El ejemplo por antonomasia seguramente son los fondos para el retiro, obligatorios en muchos países por ley, por lo que son retenidos directamente de la nómina y depositados, junto con las aportaciones patronales y gubernamentales, en el fondo del trabajador (AFORES en México). Otros ejemplos podrían ser un fondo para abrir tu propio negocio, o un fondo para los estudios universitarios de tus hijos pequeños, o viajar al extranjero, adquirir tu casa, o los quince años de tu hija.

Qué reflejan: Cada fondo, si es llevado con perseverancia y disciplina, no tiene por qué no alcanzar el objetivo para lo que fue creado. Por tanto, es de esperar que una persona tenga en su futuro su propio negocio si se está preparando para ello. Es de esperar que conozca otros países si en ello está enfocada. Es de esperar que tenga la casa de sus sueños si se mantiene fiel a su esfuerzo. Sin embargo, los principales enemigos de los fondos de ahorro son los gastos imprevistos así como el tener que afrontar las emergencias, siendo estos algunos de los motivos de porqué los fondos de muchas personas se diluyen entre sus manos. El incluir en tu presupuesto provisiones y reservas te ayudarán a reducir de forma importante estos riesgos.

Ausencia de rubros de ahorro

Qué refleja: Aún que la gran mayoría de las personas reconocen al ahorro como un hábito que todos debiéramos tener, siendo una de las habilidades financieras básicas para tener finanzas personales sanas, son muchos los hombres y mujeres que no contemplan rubros de ahorro en su presupuesto bajo los más diversos motivos: apenas les alcanza para vivir, tienen otras prioridades, viven el hoy, nadie les garantiza el futuro, no saben cómo… Por tanto, es de esperar que el futuro les depare, precisamente, el que sólo les alcance para vivir, viviendo a expensas de la suerte y los vaivenes de la vida, requiriendo seguramente de créditos y préstamos para completar su gasto.

El hábito del ahorro realmente es la piedra angular de tus finanzas personales, por lo que es conveniente que revises tu presupuesto para observar a donde te está llevando tu estrategia de ahorro. Y de igual manera, cada vez que revises tu presupuesto por variar tus ingresos, tus gastos o porque requieras realizar algún ajuste, aprovecha para revisar los rubros destinados al ahorro.
Para complementar tu esfuerzo de ahorro, es muy interesante revisar los instrumentos de ahorro e inversión disponibles para escoger aquellos que mejore se adapten a tus necesidades, dándote los mejores beneficios.

¿Hoy manejas provisiones, reservas o fondos de ahorro? ¿Tienes alguna experiencia qué compartir con nosotros? ¿Te quedó alguna duda o inquietud? Compártenos tus opiniones, las cuales serán seguramente de interés para la comunidad.

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Ahorrar en época de vacas flacas

Ahorrando en época de vacas flacas

Una de las frases que más comúnmente escucho es “No puedo ahorrar” o “Apenas y me alcanza para cubrir mis gastos”. Sin embargo, el camino que lleva a mejorar nuestra situación financiera y con ello a ofrecer una mejor calidad de vida a nuestras familias pasa, invariablemente, por el ahorro. ¿El motivo? La única manera de dejar de vivir al día es teniendo un fondo de ahorro que te permita afrontar esos imponderables que tanto le gusta a la vida ponernos enfrente, además de permitirnos llevar a cabo nuestros planes y alcanzar nuestros objetivos sin necesidad de adquirir deudas que tan solo merman el bolsillo al comprometer nuestro flujo de efectivo. ¿Y cómo ahorrar cuando el dinero no alcanza? De eso hablaremos hoy.

El primer paso requiere que aceptemos con honestidad una verdad: sin importar cuánto estés percibiendo en este momento, si recibieras un diez por ciento más seguramente sabrías cómo usarlo para cubrir tus necesidades… Y por el otro lado, si recibieras un diez por ciento menos, verías cómo salir adelante aunque te representase un fuerte dolor de cabeza. El primer paso para el ahorro es separar parte de tus ingresos ajustando tus gastos.

¿Cuánto es recomendable separar? Una cantidad razonable es el 10% de tus ingresos… Pero no nos confundamos. Lo importante es que separes tu ahorro sin importar cuánto sea. Quizá sea sólo el equivalente a una lata de refresco diario, a dos cafés, o las palomitas de maíz del cine, pero como ya dijimos, es la semilla que te ayudará a desarrollar el hábito del ahorro.

¿Y dónde guardas ese dinero? La realidad es que si lo dejas a tu alcance, lo vas a gastar. Ya sea porque te salió un gasto no contemplado, o porque en ese momento no tenías efectivo, o porque estabas seguro que lo podrías devolver más adelante… Así que mientras más te compliques a ti mismo en tener acceso a ese dinero, mejor. Opciones hay muchas: La caja de ahorro de trabajadores en tu empresa generalmente es una extraordinaria alternativa , donde además de tener la facilidad de que tu cuota de ahorro sea descontada de tu nómina de forma sistemática, tu dinero está resguardado y puedes obtener intereses normalmente más altos que en el mercado, lo que te ayudará a defenderte de la pérdida de poder adquisitivo que provoca la inflación. También están otras opciones como bancos o cooperativas entre otros que tú ya conoces. El segundo paso es guardar el monto de tu ahorro en cuanto recibas tu dinero.

Acostúmbrate a ser más analítico a la hora de comprar o de adquirir productos o servicios. En muchas ocasiones dos personas que compran el mismo día el mismo modelo de televisión, terminan pagando cantidades sustancialmente diferentes… ¿El motivo? Las ofertas. En realidad el ahorrar es una habilidad que requiere tiempo y práctica. El tercer paso es esforzarte por desarrollar tu habilidad de ahorrar.

Poco a poco el dinero en tu cuenta de ahorro irá creciendo y tendrás la posibilidad de dividir tu capital de manera que te fortalezca financieramente. El cuarto y último paso es desarrollar estrategias de ahorro. Para ello:

  1. Aprovisiona dinero para gastos que sabes que tendrás en el corto plazo (si sabes que necesitas ir al oculista porque necesitas gafas, por ejemplo) o para tener un colchón ante emergencias o situaciones no contempladas;
  2. Reserva dinero para gastos fuertes que sabes tendrás en el mediano plazo (por ejemplo, la compra de útiles escolares o los gastos navideños), de forma que puedas poco a poco ir juntando el dinero para que no te signifique un quebranto cuando llegue el momento de realizar ese gasto;
  3. Genera fondos de ahorro a través de depósitos a largo plazo. Estos te permiten realizar esos proyectos como adquirir tu propia casa o cambiar de coche porque, además de un ahorro seguro, te ofrecen rendimientos muy superiores a las cuentas de ahorro normales o a los depósitos a corto plazo.

Lo más importante de todo es que no te desesperes. Tu estado de ánimo afecta a tus finanzas personales más de lo que muchos estamos dispuestos a aceptar. Por tanto, si en verdad quieres mejorar tu nivel de vida haz un esfuerzo para seguir estos pasos. Síguelos en este orden y no te saltes ninguno, ya que al fortalecer cada uno de ellos consigues facilitar el camino para realizar el siguiente.

¿Consideras qué es posible ahorrar aún cuando hace falta el dinero? ¿Tienes alguna experiencia qué compartir con nosotros? ¿Te quedó alguna duda o inquietud? Compártenos tus opiniones, las cuales serán seguramente de interés para la comunidad.

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El Fondo de Emergencias

Cómo crear tu propio Fondo de Emergencias

Un Fondo de Emergencias es una cantidad de dinero que ahorras para hacer frente a situaciones no planeadas donde necesitas liquidez en el momento para enfrentarlas, salvaguardando con ello tus finanzas, tu salud, y a tus seres queridos. Sin embargo el reto está no sólo en cómo formarlo, sino en qué estrategia seguir para salvaguardarlo en cuentas de ahorro e inversión. Hoy les presento una estrategia que en lo personal pongo en práctica y que ha sido de utilidad para otras personas.

I. Construyendo tu Fondo de Emergencias

  • Incluye en tu presupuesto un rubro específico para separar dinero para emergencias futuras. No lo tomes de lo que te sobra después de cubrir tus gastos, más bien planea tus gastos después de separar tu ahorro.
  • Procura separar cuando menos entre 1 y 3 pesos de cada 100 que ganes.
  • En cuanto recibas tu sueldo o tus ganancias sepáralo para que no tengas la tentación de gastarlo.
  • Si eres dueño de tu propio negocio, es conveniente que también tengas una provisión para las emergencias de tu empresa. Separa igualmente entre el 1% y el 3% recordando que esta provisión es ajena a tu fondo personal para emergencias, por lo que debes mantenerlas separadas.

II. Dónde depositarlo

  • La razón de ser del Fondo de Emergencias es tener el dinero disponible en el momento que lo necesites, por lo que es recomendable que lo tengas en una cuenta de ahorro a la vista (de preferencia asociada a tu tarjeta de débito para tener facilidad de pago y retiro de efectivo).
  • Si bien podrías mantener el dinero en tu cuenta eje, el riesgo de que termines usándolo en el gasto diario es grande, por lo que lo recomendable es separarlo a una cuenta específica.
  • El Fondo de Emergencia es un ahorro de corto plazo (es decir, una provisión) donde debe privilegiarse la liquidez. Por tanto, queda en segundo término los rendimientos e intereses que pueda darte la cuenta además de que el efecto de la inflación es despreciable.
  • Debido al punto anterior, busca que la cuenta donde salvaguardes tu Fondo de Emergencias no tenga comisiones ni exija mínimos forzosos o saldos promedios (o que éstos sean muy bajos).

III. Rendimientos en tu Fondo de Emergencias

  • Una vez que logras tener ahorrado un fondo que te permita enfrentar gastos menores, el excedente puedes ponerlo en un ahorro a plazo para ahora sí protegerlo en lo posible de la inflación a través de sus rendimientos.
  • El fondo base para tener en la cuenta de ahorro a la vista debe ser el suficiente para cubrir gastos que no puedan pagarse con tarjetas de crédito como honorarios, taxis, etc. Una forma de determinarlo es considerar 4 citas con un médico especialista (No porque vayas a ir al médico, sino tan solo para utilizarlo como unidad de medida). Donde vivo los honorarios promedio son de $550, por lo que el fondo base debiera ser de $2200.
  • Los excedentes a este importe podrías tenerlos en un ahorro fijo a 28 días (máximo). Una buena alternativa es depositarlo en la caja de ahorro de trabajadores de tu empresa en caso de tener esa prestación, ya que llegan a dar rendimientos superiores a los bancarios, CETES y Fondos de Inversión de renta fija.
  • Evita caer en la tentación de poner todo tu Fondo de Emergencias en una cuenta de inversión. Recuerda que el objetivo no es ahorrar – para ello, lo conveniente es incluir un rubro específico para el ahorro en tu presupuesto – sino estar preparado para un imponderable, para un evento que en muchas ocasiones no podrías prever que sucedería y ante el cual necesitas efectivo inmediato.

IV. Cómo utilizarlo

  • Tu Fondo de Emergencias es para enfrentar una emergencia, así que no dudes en usarlo. Esto lo subrayo porque he conocido a personas que prefieren endeudarse antes de tocar el dinero del fondo, confundiendo el objetivo del fondo (enfrentar financieramente un evento no contemplado) con el ahorro de mediano y largo plazo (dinero para el retiro, vacaciones, estudios o para poner en el futuro un negocio). Nuevamente, para esto último, lo mejor es incluir en tu presupuesto un rubro para el ahorro.
  • Ahora bien, úsalo sólo en emergencias, es decir, en situaciones en las que está en riesgo la salud o integridad de tu familia, o que te podría provocar gastos mayores de no atenderlo de forma oportuna. También he conocido personas que consideran una “emergencia” comprar una revista de colección, ir a ver un partido con los amigos o viajar a ver la presentación de un artista en otra ciudad… si lo vemos fríamente ninguna de éstas son emergencias.
  • Si es posible y eres una persona disciplinada, bien puedes aprovechar el financiamiento que otorgan las tarjetas de crédito pagando lo relativo a la emergencia con tu tarjeta y saldándola antes de la fecha límite de pago, tomando para ello el dinero correspondiente de tu Fondo de Emergencias. Esto te puede beneficiar por los puntos generados por el pago – la mayoría de las tarjetas contemplan programas de lealtad – y por el rendimiento que tuvieses en la cuenta donde mantienes tu fondo.

V. Cómo gestionarlo

  • ¿Recuerdas que sugería una líneas más arriba separar entre 1% y 3% de tus ingresos? Bien, cuando estés empezando procura separar cuando menos el 3%. Una vez que llegues al Fondo de Emergencias Base (el equivalente a las 4 citas con el especialista – $2200) reduce tu aportación al 1% si consideras que te cuesta trabajo mantener el ritmo del 3%.
  • En el momento que tomes dinero del Fondo Base, reponlo con el excedente que pudieses tener invertido al momento en que puedas realizar el retiro.
  • De no tener ese excedente, incrementa nuevamente tu aportación en tu presupuesto al 3%… o más, si puedes y quieres recuperar tu Fondo de Emergencias más pronto.

Para concluir, es importante reconocer que el Fondo de Emergencias no es suficiente para enfrentar cualquier emergencia de tu familia. Sirve para emergencias menores, pero no para los daños que puedes hacer con tu automóvil, o para reparar tu casa después de sufrir los embates de un temblor, un huracán u otro desastre natural, así como tampoco para atender enfermedades graves y largas como puede ser el cáncer o la diabetes.

Es por ello que el Fondo de Emergencias debe verse como parte de una estrategia más grande, como un complemento a pólizas de seguros que te permitan garantizar la salud y el bienestar de tu familia… Y sobre esta estrategia de cobertura a emergencias platicaremos en un próximo artículo.

¿Manejas en casa alguna estrategia para afrontar emergencias? ¿Tienes alguna experiencia qué compartir con nosotros? ¿Te quedó alguna duda o inquietud? Compártenos tus opiniones, las cuales serán seguramente de interés para la comunidad.

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