Presupuesto flexible

¿Cómo dar flexibilidad a mi presupuesto para que pueda absorber imprevistos?

«¿Hacer un presupuesto? ¿Para qué? Siempre aparecen gastos que no tenía contemplados, así que no tiene caso» El anterior es uno de los principales motivos de porqué muchas personas no llevan un presupuesto a pesar de reconocer su importancia para mantener sus finanzas sanas. Y en principio tienen razón: Ninguno tenemos una bola de cristal y por tanto es frecuente que tengamos que enfrentar gastos que no teníamos considerados. ¿Cómo resolver este problema entonces? Una buena opción es brindando flexibilidad a tu presupuesto definiendo tu Zona de Amortiguamiento. Leer más

Siete consejos para ahorrar gasolina y obtener un mayor rendimiento de tu auto

Hace poco veía un programa en la televisión donde concursantes tenían que adivinar qué habían contestado 100 personas a la pregunta «¿Cuál es el principal gasto en el hogar?«, siendo la segunda respuesta más común «En Gasolina«. Y no es para sorprenderse: Distancias cada vez mayores, tránsito cada día más pesado por un parque vehicular en crecimiento, ritmo de vida vertiginoso, los combustibles en continuo aumento… Sin importar la ciudad en que uno viva, los puntos anteriores son ya una constante a lo largo y ancho del país.

Sin embargo estos factores no tienen por qué ser el pretexto para gastar tanto en gasolina, siendo incluso posible reducir su consumo siguiendo algunas buenas prácticas.

1) Conoce a tu auto

Si quieres reducir tu gasto en gasolina, es necesario que conozcas a tu automóvil. ¿Sabes cuál es la capacidad del tanque de gasolina? ¿Cuál es su consumo en ciudad y en carretera? ¿Cuál debe ser la presión de las llantas? ¿Cada cuánto se recomienda meterlo a servicio? Si desconoces las respuestas puedes encontrarlas en el manual del propietario, en la agencia, con tu mecánico de confianza o en Internet (preferentemente en la página web del fabricante)

2) Al cargar gasolina, llena el tanque

Aunque más de uno piense que con su salario llenar el tanque es imposible, los diversos beneficios que puedes llegar a obtener justifican con creces el esfuerzo para lograrlo:

  • Evitas la pérdida de gasolina por evaporación. Como los autos sólo pueden aprovechar la gasolina del tanque en estado líquido, el que ésta se evapore conlleva una disminución en su rendimiento. Y mientras mayor sea el espacio libre en el tanque de gasolina, más gasolina se evaporará.
  • Evitas que te roben gasolina, ya que conociendo la capacidad total de tu tanque, puedes estimar cuántos litros faltan para llenarlo, con lo cual podrías exigir los «litros completos» si fuera necesario.
  • Es más sencillo dar seguimiento al consumo de gasolina de tu auto, ya que entre carga y carga puedes saber de forma muy precisa cuántos litros consumiste, y con ayuda del odómetro, cuántos kilómetros recorriste. (Nota: este dato será más preciso si pides te surtan el combustible con la velocidad más baja del dispensador).

La PROFECO pone a tu disposición una herramienta gratuita para calcular cuánto cuesta llenar el tanque de gasolina de tu automóvil, lo cual te ayuda tanto a la elaboración de tu presupuesto, como para evaluar los diferentes modelos que estés comparando al pretender comprar o cambiar de auto.

3) Cargar solicitando la cantidad en litros que requieres

Más allá de si son ciertas o no las cadenas que circulan por correo y en redes sociales respecto a que la carga en litros siempre es correcta porque es lo que mide la PROFECO, lo cierto es que, como veíamos anteriormente, al cargar en base a litros puedes evaluar que te hayan surtido correctamente.  Por tanto, si tu tanque es de 50 litros y se encontrara a la mitad, no pidas tanque lleno o el equivalente en pesos, sino que te surtan 25 litros.

 4) Carga antes de llegar a la reserva

Esto evitará que las impurezas existentes en la gasolina y que se van depositando en el fondo del depósito sean absorbidas por la bomba, tapando ductos o a la bomba de gasolina en sí con la consiguiente pérdida de potencia y rendimiento.

5) Mantén los servicios de mantenimiento de tu auto al día

Aunque tu percepción sea que tu automóvil está funcionando correctamente (arranca a la primera, acelera bien, no hay jaloneos), si el aceite ha perdido viscosidad, o si tiene una ligera variación en sus tiempos, o incluso si sus llantas están más bajas de lo debido, tu vehículo consume más gasolina. Procura llevar a cabo los mantenimientos únicamente en talleres de confianza.

6) Has tuyos los hábitos del buen conductor

  • Evita los arrancones y acelerones, pero también el conducir a una velocidad excesivamente baja;
  • Si estás por subir una pendiente, procura acelerar antes de tomar la subida y no mientras estás subiendo;
  • Camina cuando requieras ir a distancias cortas;
  • En lo posible utiliza las rondas (compartir el auto con otros compañeros de trabajo o coordinarte con otras mamás y papás en las actividades de los niños para que de forma alternada lleven a todos los niños en un solo auto);
  • Usa el transporte público si vas a algún lugar donde sabes que tendrás problemas de estacionamiento (el centro de la ciudad, por ejemplo).

7) Consulta periódicamente el Programa de Verificación de Gasolineras de la PROFECO

En el portal del programa (puedes accederlo a través de esta liga), dentro de la opción Quién es quién en los combustibles, se tiene el acceso gratuito al Reporte semanal de verificación a gasolineras de toda la República Mexicana, donde puedes consultar el estatus de cualquier gasolinera donde pienses cargar combustible.

¡Éxito!

El ABC en la elaboración de tu presupuesto

Si te dijera que existe una fórmula mágica para que el dinero te rinda más, ¿te gustaría escucharla? ¿Y qué tal si además te permitiera hacer realidad esos sueños que muchas veces posponemos como cambiar de auto, comprar tu casa o viajar en tus próximas vacaciones? Bueno, pues la buena noticia es que la fórmula ¡sí existe! Y lo mejor es que el mago eres tú mismo requiriendo tan solo desarrollar la habilidad de planear el destino de tus ingresos, para lo cual es muy útil la elaboración de un presupuesto.

El presupuesto está dividido en dos partes: los ingresos representados por el dinero que recibes fruto de tu trabajo, y los egresos que integran los conceptos en los que vas a invertir o gastar tu dinero.

A) Define la periodicidad y monto de tus ingresos

  • Si en tu trabajo te pagan de forma regular como por ejemplo cada quincena o cada semana, determina tu presupuesto en base al periodo y monto con que te paga tu patrón.
  • Si tienes diferentes fuentes de ingreso o te pagan en plazos distintos, define el período que consideres conveniente y funcione para ti. Los pagos que recibas dentro de ése período guárdalos en alguna cuenta de ahorro hasta llegar al final del mismo, de forma que tengas para distribuir todo el dinero junto evitando caer en la tentación de utilizarlo antes.
  • Si tu ingreso es variable debido a que está definido por bonos, comisiones  u otros incentivos, entonces lo recomendable es que determines tu ingreso promedio en base al periodo que decidiste utilizar para tu presupuesto (ejemplo, si decidiste hacerlo en base quincenal, entonces agrupa tus ingresos de cada quincena del último año, sumas esos montos quincenales y lo divides entre las quincenas que tiene el año – 24).

Más allá de si tu ingreso es fijo o variable, lo normal es que en algunas ocasiones percibas un poco más y en otras un poco menos. En estos casos lo ideal sería que cuando ganes más ahorres la diferencia de manera que tengas cómo completar cuando ganes menos.

B) Define tus egresos de acuerdo a su prioridad

  • El Ahorro es fundamental para tener finanzas sanas, así que empieza por pagarte a ti mismo. ¿Con cuánto empezar? ¡Con lo que puedas! Así sean $50 en cada periodo de pago. De tener tu empresa una caja de ahorro, es de mucha utilidad que te descuenten tu aportación al momento de pagarte tu sueldo, depositándolo en tu cuenta de ahorro.
  • Sigue el turno a tus Gastos Fijos, es decir, aquellos gastos básicos del hogar como son el pago de la renta de tu casa, la compra de la despensa o el agua y la luz. De igual forma considera como gastos fijos aquellos que consideres críticos y que por tanto deben respetarse, como son la colegiatura de tus hijos o el seguro de la casa o del auto.
  • En tercer turno están tus Compromisos Financieros, representados por tus deudas en general: Tarjetas de crédito, las mensualidades del auto, préstamos personales…. En lo personal sugiero que la hipoteca de tu casa la consideres un Gasto Fijo y no como parte de tus compromisos financieros.
  • Finalmente llega el turno a tus Gastos Generales los cuales son integrados por aquellos que puedes suprimir en un momento dado, como por ejemplo la televisión de paga, salidas con los amigos y la familia, servicios domésticos (jardinería, limpieza del hogar) y personales (peluquería), así como los gastos hormiga (el periódico, el cafecito o el refresco diario).

Conforme vas definiendo tus egresos, debes ir comparando el monto total de tus gastos contra el total de tus ingresos, siendo la regla de oro que tus egresos no deben superar en ningún momento a tus ingresos. Sé que muchos me dirán «Mauricio, lo que sugieres es imposible. El dinero simplemente no me alcanza…» Posiblemente te sonará duro, pero es aquí donde se genera la magia:

Si el dinero no te alcanza, sólo tienes dos caminos: o reduces tus gastos o utilizas tu necesidad como aliciente para generar ingresos adicionales.

Si lo analizas, grandes cosas han salido del tiempo libre dedicado a la generación de un nuevo ingreso: desde la famosa muñeca Barbie que fue creada en la cochera de la casa de Ruth y Elliot Handler, hasta la saga de Harry Potter de J. K. Rowling, a quien le llevó cinco años concluir su primer libro mientras trabajaba formalmente como secretaria bilingüe, posteriormente como maestra de inglés y finalmente, habiéndose quedado sin empleo y sufrido un divorcio, viviendo del apoyo que le daba el Estado por su condición.

c) Sigue tu presupuesto

Para esto requieres ser disciplinado. Abundarán tentaciones para comprar productos que no presupuestaste, realizar actividades que requieren dinero para llevarse a cabo, y seguramente esa vocecita de «Te esfuerzas mucho, te lo mereces…» más de una vez revoloteará en tu cabeza, si no es que te lo dicen directamente personas cercanas. Pero gastar más allá de tu capacidad de pago sólo lleva a un destino: endeudarte.

  • Es una realidad que existen gastos emergentes no contemplados, por lo que lo ideal es que en tu presupuesto contemples de un 3% a un 5% para formar un Fondo de Emergencias, el cual debieras depositar en una cuenta de ahorro donde, si bien tengas acceso a tus recursos, no lo tengas a la mano para evitar gastarlo.
  • El fondo de emergencias puede verse complementado con una Provisión para Gastos no Contemplados a la que sería recomendable destinarle también de un 3% a un 5% de tu ingreso. Esta provisión sería para aquellos gastos, que si bien no son una emergencia, son algo que no tenías previsto gastar y por tanto te sacan de tu presupuesto.
  • Antes de firmar una nueva deuda, verifica en tu presupuesto si tienes cómo cubrir ese nuevo egreso. De no tenerlo, por ti y tu familia, no adquieras el nuevo compromiso hasta terminar de pagar deudas anteriores o consigas incrementar tus ingresos. Es cierto que podrá haber situaciones realmente críticas que exijan el tomar un préstamo o adquirir una deuda, siendo tú la única persona que puede determinar la criticidad de la situación… pero los estudios de bancos, gobierno y diferentes instituciones señalan que normalmente rebasamos nuestra capacidad de pago por adquirir productos o servicios que no son básicos (cambiar de auto o de celular, vacaciones, estrenar ropa, un cumpleaños, etc.)
  • Al adquirir una nueva deuda actualiza tu presupuesto incrementando tus compromisos financieros. No tener al día tu presupuesto es otro camino al lado oscuro de las finanzas: vivir endeudado y sin saber a dónde se te va el dinero.
  • Otra buena opción es definir tu Zona de Amortiguamiento, los cuales son aquellos gastos que puedes reducir en caso de necesidad: el consumo eléctrico del hogar, el consumo de gasolina, tus gastos generales… La idea es que llegado el momento en que tengas que abrocharte el cinturón, tu mismo presupuesto te señale aquellas acciones que puedes llevar a cabo para mantener tu liquidez.
  • Muy importante: Si observas he hablado de reducir gastos, en ningún momento de reducir el ahorro. Como dije al principio, el ahorro, incluyendo tu fondo de emergencias y tu provisión de gastos no contemplados, son la verdadera llave para mejorar tus finanzas. Por tanto, si bien es claro que puedes reducirlo en un caso de extrema necesidad, procura que éste movimiento siempre sea la última línea de defensa de tu economía personal y familiar

Una consideración final:

Siempre ten presente que lo mejor de la vida no tiene precio.

El esparcimiento y diversión son importantes desde que son oportunidad de descanso, fuente de integración y oportunidad para re-enfocar nuestro esfuerzo. Sin embargo, tendemos a dejar a un lado el ir al parque, los juegos de mesa en casa y considerar actividades comunes con familia y amigos como hacer deporte o participar en alguna causa de apoyo a la comunidad. Lo importante es la convivencia y el tiempo de calidad que compartes con quienes te rodean, y no cuánto gastaste durante ése tiempo 😉

¡Éxito!

Cuatro pasos para convertir los Gastos Hormiga en una fuente de ahorro

¿Has oído hablar de los «Gastos Hormiga«? Son aquellos gastos pequeños que hacemos y a los que usualmente no damos importancia, pero que significan a la larga una fuga de dinero. Refrescos, periódicos, chicles, dulces, botanas… productos que cuestan normalmente alrededor de $10, pero que con sólo comprar uno diario camino al trabajo, ya estamos hablando de $300 al mes, cantidad nada despreciable para ahorrar, ¿no crees? Y con una tasa promedio de un 4% anual que podrías conseguir en tu caja de ahorro para trabajadores, estamos hablando de que en el transcurso de un año podrías llegar a alcanzar cerca de $3,680.00 gracias a los intereses. ¿Te imaginas? Existen muchos gastos hormiga y definitivamente tiendas y comercios están diseñados para incentivarlos casi sin que te des cuenta, pero es posible detectarlos y evitarlos siguiendo una estrategia sencilla. Leer más

[Imagen: El secreto para ahorrar y cobrar intereses mientras cubres los pagos del hogar]

El secreto para ahorrar y cobrar intereses mientras cubres los pagos del hogar

Cuando se habla de «ahorro» muchas veces pensamos en metas, como puede ser ahorrar para comprar un coche, para la boda o para salir de vacaciones, pero el ahorro también puede servirte – aunque parezca contradictorio – para organizar tus gastos al tiempo que pones a trabajar tu dinero para ti. Y lo mejor es que es sencillo implementar una estrategia de este tipo, y más cuando tienes a tu alcance instrumentos de ahorro que brindan buenos rendimientos y que cuentan con herramientas que te facilitan llevar la estrategia a cabo.

Seguramente tienes pagos periódicos que representan para ti una cantidad importante de dinero. La renta de la casa (o pago de la hipoteca), el pago de la letra del auto, o la colegiatura de tus hijos pueden ser algunos ejemplos. De igual manera hay pagos periódicos que no puedes dejar de realizar, como podrían ser la luz o el teléfono.

¿Y en qué afecta lo anterior? Supongamos que la casa se paga el día 5 del mes. En ese caso la quincena previa es frecuentemente un calvario ya que tienes que ver cómo estirar el dinero de manera que te alcance para poder pagar la renta… Pero si te organizas y en lugar de tomar todo el dinero en una quincena lo divides entre las dos que tiene el mes, las cantidad que tienes que tomar es más pequeña y por tanto más fácil de manejar.

Ahorrar dinero para realizar un pago posterior es lo que se conoce como generar una provisión.

Ahora bien, una cosa es que decidas separar ése dinero y otra que en verdad no lo toques, ¿verdad? Es por ello que lo recomendable es depositar tu provisión en una cuenta de ahorro distinta a donde recibes el pago de tu nómina, de manera que ése dinero esté separado del que utilizas para tus gastos del día a día. De esta manera mantienes tu dinero «protegido» durante el mes, y cuando llega el momento de pagar, sólo tienes que retirarlo… Con el beneficio adicional de que mientras estuvo en la cuenta de ahorro ¡te generó intereses! Es decir,

tu dinero, en lugar de estar ocioso en una alcancía o bajo el colchón, trabajó para ti dándote un rendimiento.

Lo anterior lo puedes llevar a cabo por tu cuenta, tomando el dinero que vas a aprovisionar de lo que cobraste en tu trabajo y depositándolo en una cuenta bancaria… O si cuentas con una caja de ahorro para trabajadores como las operadas por ODESSA,

puedes solicitar que tu provisión te sea retenida vía nómina y depositada en tu Cuenta de Ahorro a la Vista, la cual adicionalmente te da intereses mayores que las cuentas bancarias.

En conclusión, implementando esta estrategia de ahorro obtienes los siguientes beneficios:

  • Te permite distribuir tus pagos periódicos o que requieren cantidades importantes de dinero en varias quincenas;
  • Te ayuda a tener una mejor planeación de tus gastos personales o familiares;
  • Te brinda la tranquilidad de tener el dinero seguro y disponible para cubrir aquellos pagos que son importantes para el bienestar de los tuyos;
  • Y si lo haces a través de tu caja de ahorro, te ayuda a cumplir con tu objetivo de ahorro y con tu planeación financiera familiar gracias a la facilidad de retención vía nómina;
  • Tienes disponibilidad de tu dinero al poder realizar el retiro llegado el momento a través del portal de Internet de ODESSA, y
  • Generas una ganancia gracias a los intereses que te genera tu dinero mientras llega el momento de realizar el retiro para realizar el pago.

Con determinación y organizándote, estoy seguro que lograrás llevarlo a cabo.

¡Éxito!