Es posible que lleves algunos años soñando con comprar una casa o tu primer auto. Quizá incluso hayas hecho bien tu tarea, y ya hayas ahorrado el dinero suficiente para dar un buen enganche. Sin embargo, lo mejor por el momento, es que no lo hagas.
Seguramente, al ir a hacer las compras, has podido percibir la fuerte inflación que estamos viviendo. Quizá no sepas que la inflación anual en mayo fue del 7.65%, pero tu bolsillo ¡Claro que se ha dado cuenta y sin leer los periódicos!
Ahora bien, hay otro dato que no es tan perceptible, pero que también te afecta directamente: La Tasa de Referencia, es decir, el dinero que le cuesta a los bancos que el Banco de México les de dinero, también está subiendo. Y no se ve para cuándo deje de hacerlo.
¿Y a ti en que te afecta la tasa de referencia? Bueno, la tasa de interés que te cobraría el banco o la financiera por cualquier crédito, están directamente relacionados con esa tasa y, por tanto, también están subiendo.
En la práctica significa que, si en este momento sacas tu casa o compras tu auto, el interés a pagar será más alto. Es decir, te saldrá más caro.
Pero lo más grave es que esto no sólo afecta al crédito hipotecario o automotriz, sino también a las tarjetas de crédito, a los préstamos personales… Y al financiamiento empresarial.
Esto último es muy delicado: A las empresas les sale más caro el dinero y, por ello, tienden a frenar proyectos de inversión, expansiones, o aperturas de nuevas sucursales. Lo anterior frena a su vez la contratación de nuevos puestos de trabajo, las cadenas de suministros, a la economía en general.
De mantenerse este escenario de alta inflación y altas tasas de interés, es probable que lleguemos a un estancamiento económico general, el cual recibe el nombre de recesión.
Las empresas aún están tratando de recuperarse de la crisis generada por el COVID, y una recesión podría agravar su situación. Incluso, podría llevarlas a realizar un recorte importante de gastos, lo cual incluye recortes de personal.
Pero ojo: No pretendo ser alarmista. Pero en las finanzas hay un refrán muy útil para la toma de decisiones:
Espera lo mejor, pero prepárate para lo peor
Refrán popular atribuido a diferentes autores
Por ello éste no es momento de endeudarse. Más bien es el momento de guardar las tarjetas de crédito, de esforzarte por pagar tus deudas.
Más si ya tienes el dinero para el enganche de tu auto o tu casa, mejor mantenlo ahorrado. Y es que la otra cara de la moneda de que haya una tasa de referencia alta, es que también sube el interés que obtienes por tus ahorros.
Así que no corras prisa. Mantén tu dinero seguro y trabajando para ti (Y lo hará de forma más eficiente si tienes la suerte de pertenecer a una caja de ahorro de trabajadores ya que no te retienen impuestos), que, como dice la canción, «Ya vendrán tiempos mejores«.
¡Éxito!