Siete pasos para dejar de ser un comprador compulsivo

Siete pasos para dejar de ser un comprador compulsivo

Siendo honestos, ¿qué tan seguido compras cosas que en realidad no necesitas o no habías planeado comprar? Antes de responder, piénsalo: botanas en la fila de la caja del súper, vas a la tienda por un producto y sales con cinco, esa blusa fantástica que viste en el aparador, o los tenis que estaban de oferta y que no podías dejar pasar…

Podemos ser compradores compulsivos y no saberlo. De hecho, la cultura consumista en la que vivimos inmersos, nos programa para que lo seamos desde muy pequeños. Piénsalo, las áreas de mercadotecnia de las empresas buscan inducirnos a comprar de forma impulsiva. Si frecuentemente te descubres saliendo de tiendas y plazas comerciales con productos que no pensabas comprar al entrar, eres un comprador compulsivo.

La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, sólo se requiere de auto-observación, determinación y de algunos pasos sencillos que nos ayuden a no ceder al impulso de comprar. Casos más graves, donde más que un «impulso» es una necesidad imperiosa (que no puedes frenar ya que te angustia no hacerlo), necesitan del acompañamiento de un especialista.

¿Qué tenemos que hacer para dejar de ser compradores compulsivos?

1. Cuando vayas de compras, haz una lista de lo que necesitas comprar y no te salgas de ella.

2. De encontrar un producto que consideres que necesitas, no lo compres. Sal de la tienda, espérate un par de días, y si aún consideras que lo requieres, regresa a comprarlo.

3. Sé crítico contigo mismo haciendo una lista de los productos que compras sin haberlo planeado. Esto te permitirá, adicionalmente, medir cómo vas avanzando.

4. Evita usar la tarjeta de crédito. Numerosos estudios han demostrado que la gente que paga en efectivo tiende a gastar menos, debido, principalmente, a la falsa sensación de liquidez que brindan las tarjetas.

5. Oblígate a regalar o tirar a la basura un artículo que ya posees antes de comprar algo nuevo, lo cual sirve para evaluar si lo que quieres comprar en realidad vale el deshacerte de lo que ya tienes.

6. No dudes en devolver algo que compraste de manera impulsiva si al final sientes remordimiento o duda de si debiste haber realizado esa compra.

7. Cuando vayas de compras pide a un «tacaño designado» que te acompañe. ¿Cuál es su objetivo? Cada vez que tomes o preguntes por un producto no planeado, debe desafiarte. Retarte a demostrar que en realidad necesitas lo que tomaste. Adicionalmente, es recomendable que te susurre al oído comentarios sutiles como “¿Pagaste tus tarjetas de crédito el mes pasado?” o “¿Cómo está tu cuenta de ahorros estos días?

¡Éxito!

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