5 consejos para que reclamar tus seguros no sea un dolor de cabeza

Consejos para que reclamar tus seguros no sea un dolor de cabeza

Hay un refrán popular que dice «Más vale tenerlo y no necesitarlo, que necesitarlo y no tenerlo». Sin embargo, hablando de seguros, en muchas ocasiones lo necesitas y lo tienes, ¡pero no puedes usarlo!

Ya sea porque no tienes el número de póliza a la mano, ya sea porque tú no estés en condiciones de gestionarlo y tus familiares no sepan dónde tienes los documentos. O peor aún, que no sepan que estás asegurado…

Cada vez hay mayor conciencia de la importancia de los seguros, pero nadie nos enseña a cómo gestionarlos. Con éstos cinco tips podrás hacerlo de forma sencilla.

1. Integra en una sola carpeta tus pólizas de seguros

De ésta manera hay un lugar preciso para ubicarlas, con lo cual no pierdes tiempo valioso en una situación de emergencia buscándolas.

Y no sólo en tu computadora (la cual puede dañarse durante el siniestro) o en la nube (puedes no tener acceso a Internet por varios días), sino en una carpeta física. Sí, así es, con los documentos impresos en papel.

2. Incluye en la carpeta un resumen de cada seguro

El resumen debe contener

  • El periodo de vigencia del seguro
  • Fecha de renovación
  • Nombres y teléfonos de
    • La aseguradora (Centro de atención a siniestros)
    • El agente que te vendió el seguro
    • Tu asesor de seguros
  • Beneficios del seguro (Los más importantes y a grandes rasgos), como, por ejemplo,
    • Hospitales a los que tienes derecho
    • Inclusión de gastos fúnebres
    • Si cuentas con asesoría jurídica
    • Condiciones del servicio de rescate
  • Proceso a seguir para reclamar el seguro (Considera que es posible que la persona que te termine apoyando a gestionar el reclamo del seguro, nunca haya reclamado uno)

3. Enseña la carpeta a tu familia y a algún amigo de tu confianza, explicándoles el contenido

Existe la posibilidad real de que no puedas gestionar personalmente el reclamo del seguro. Podrías encontrarte de viaje cuando ocurra el siniestro, estar en recuperación por una enfermedad grave o una cirugía… O podrías haber sido afectado severamente por el siniestro.

Cierto es que no estamos acostumbrados a hablar de estos temas. De hecho, para muchas personas es muy incómodo hablar del seguro de vida ya que nos enfrenta a la posibilidad de perder a quien amamos.

De nada servirá el seguro si no saben que lo tienes, a qué tienen derecho y cómo tramitar los reclamos con la aseguradora.

4. Presenta a tu asesor de seguros a tu familia

¿Sabes cuál es la diferencia entre un «vendedor» y un «asesor» de seguros? El primero sólo está interesado en venderte la póliza, mientras que el segundo está interesado sinceramente en tu bienestar y el de tu familia.

Un verdadero asesor de seguros te orientará incluso en el reclamo de un seguro que él no te haya vendido.

Habla con él o ella, preséntalo a tu cónyuge, compárteles su contacto a quienes les enseñes tu carpeta de seguros.

Que sepan que hay alguien que puede orientarles en una situación de urgencia, que es cuando más se necesita de una mano amiga.

5. Mantén actualizada tu carpeta y agenda las fechas de renovación

De esta manera tendrás la tranquilidad de que tu seguro estará vigente al ocurrir el siniestro, así como de tener la información que se precisa en una situación de emergencia.

Y respecto a la renovación, actualmente es posible que éstas sean automáticas, domiciliándose el pago de la prima a tu tarjeta de crédito o cuenta de débito. Con esto te quitas un pendiente… Aunque claro, habrá que cuidar que tengas el disponible suficiente.

¡Éxito!

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