¡Sácale jugo a tu sueldo con la estrategia 50 – 30 – 20!

Estrategia de ahorro 50-30-20

Uno de los secretos para tener finanzas sanas es llevar un presupuesto. Pero si hoy no lo llevas, ¿por dónde empezar? Y si ya lo llevas, ¿cómo mejorarlo para que te ayude a optimizar tus gastos y alcanzar tus objetivos? La buena noticia es que existe una estrategia sencilla que ha demostrado funcionar para todo aquel que la ha implementado.

I Destina el 50% de tus ingresos a tus Gastos Fijos

Tus gastos fijos son aquellos que

  • Cubren las necesidades básicas de tu familia, como alimentación, agua, luz, salud o insumos de limpieza;
  • Los que has decido cubrir por su importancia, como podría ser la educación de tus hijos;
  • La renta o hipoteca de tu casa (la cual debe representar máximo el 20% de tus ingresos, dando prioridad a los dos puntos anteriores);
  • Bienes que no puedas cubrirlos en un solo pago (como un auto o un refrigerador)
    • Lo ideal sería que cada quincena separes el equivalente a una mensualidad y lo ahorres, de manera que puedas comprarlo en efectivo (con lo cual seguramente conseguirás mejores precios)
    • En caso de que por algún motivo de peso no puedas esperar (un refrigerador en un clima cálido es necesario para preservar los alimentos), utiliza financiamiento siempre que los pagos en total no excedan del 10% de tus ingresos (20% si no tienes hipoteca) dando prioridad a los primeros 3 puntos.

II Utiliza el 30% en gastos no indispensables

En general aquí van todos aquellos gastos que,

  • Te brindan alegría, como las celebraciones de cumpleaños o comidas con los amigos;
  • Esparcimiento, como cuando vas al cine, asistes a espectáculos o conciertos, o sales de paseo;
  • Aquellas herramientas que te permiten ser más eficiente, como teléfonos inteligentes o el servicio de Internet;
  • Los que te ayudan a crecer personal o espiritualmente, como cursos, talleres o libros;
  • Esos pequeños gustos que ayudan a disfrutar la vida, como un helado con tus hijos, o un café con la persona que amas;
  • Nota importante: Si lo que piensas adquirir o contratar no entra en ninguno de los puntos anteriores, mejor ahorra ese dinero.

¿Que necesitas utilizar crédito para alguno de ellos? No hay problema, siempre que los intereses sean lo más bajos posibles y las mensualidades queden dentro de éste 30%

III Ahorra el 20% ¡sin pretexto!

Si llevar un presupuesto es el secreto para tener finanzas sanas, ahorrar es la llave de tu tranquilidad financiera. ¿Y para qué ahorrar?

  • Para tener un Fondo de Emergencias, que te permita enfrentar imponderables sin endeudarte;
  • Construir tu Fondo para el Retiro, para así tener un retiro digno sin depender exclusivamente de una pensión;
  • Para alcanzar objetivos que te motiven, como viajar o poner tu propio negocio.

IV Agradece lo que tienes ayudando a quien lo necesita

Así es. Más allá de la religión o las creencias personales, procura destinar un 10% de tus ingresos a fines altruistas. Niños con cáncer, casas de retiro para personas de la tercera edad, despensas para zonas marginadas, ayudar a un vecino que no tiene trabajo…

¿Te imaginas si todos lo hiciéramos? Seguramente la pobreza no sería tan aguda como la que hoy nos rodea. Inclúyelo dentro de la parte del 50-30-20 que más te convenga.

Caso especial: Las deudas

Si el financiamiento ha salido de control, la receta es sencilla aunque no fácil:

  • Reduce tu ahorro al 10%,
  • Elimina la mayor parte de gastos no indispensables que puedas,
  • Evalúa con honestidad tus gastos fijos reduciéndolos en lo posible,
  • Destina todo este dinero en pagar tus deudas,
  • ¡No sigas comprando a crédito ni solicitando préstamos!

Sigue esta receta, y verás que cómo lograrás recuperar tu salud financiera.

¡Éxito!

Referencias

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