Los siete secretos para ahorrar al cocinar

Los siete secretos para ahorrar al cocinar

Cuando hablamos de reducir gastos normalmente pensamos en gastos superfluos como diversiones, pasatiempos o gastos hormiga ¿Cierto? Sin embargo en la cocina también tenemos la oportunidad de reducir uno de los gastos considerados como primarios y en el que muchas veces no reparamos: la comida.

La idea no es pasar hambre ni tampoco sacrificar comer sabroso y nutritivo, sino todo lo contrario: Poniendo en práctica estos sencillos secretos no sólo es posible ahorrar al cocinar, sino que incluso comeremos más sano.

¿Qué hay hacer para ahorrar al cocinar?

  • Planifica tu menú de la semana, determinando los platillos que prepararás cada día calculando quienes comerán en casa. Con esto se evitan improvisaciones y vueltas innecesarias al súper con el ahorro de tiempo y gasolina que ésto representa.
  • Al planificar el menú ten pendiente la fecha de caducidad de enlatados, refrigerados y en general de cualquier perecedero que tengas. De nada sirve mantenerlos almacenados para al final tener que desecharlos.
  • La carne es más cara que las verduras y las legumbres, por lo que en tus guisos deben prevalecer estos últimos. El truco es que formen parte del guiso (picadillo a la jardinera, por ejemplo), que la ensalada ocupe más de la mitad del plato, o completamente preparar un guiso vegetariano. Ten en cuenta que las espinacas, las acelgas, así como los vegetales ricos en fibra (como la calabaza, el chayote y la zanahoria) ayudan a reducir el apetito.

Muchos carnívoros afirman que «las ensaladas no llenan«. La realidad es que por economía normalmente las limitamos a lechuga, jitomate, pimiento, pepino… Es decir, alimentos pobres en fibra y ricos en agua, que efectivamente se digieren muy rápido volviendo a sentirse hambre pronto.

  • Al ir al mercado lleva contigo una lista de compras con lo que necesitas, ¡y no te salgas de ella! Con esto evitas excedentes – que pueden generar desperdicios – y te ayudan a controlar las compras por impulso – postres, botanas – que sólo adelgazan tu bolsillo… y te engordan a ti.
  • Antes de salir al mercado revisa tu despensa y refrigerador para no comprar lo que ya tienes en casa. Si compramos lo que no necesitamos, la comida acabará fácilmente en la basura.
  • Al momento de guardar las compras hay que dejar los artículos recién comprados al fondo de la alacena (o del refri) y los que ya teníamos en la parte delantera. La idea es consumir primero lo que tiene la fecha de caducidad más próxima.
  • Cuando sobra comida en el plato, ésta normalmente se tira, ¿cierto? Por tanto siempre es mejor servir raciones pequeñas y repetir en caso de desear más. De esta manera podremos congelar la comida que no se ha servido – siempre en recipientes limpios y herméticos – para comerla otro día procurando que no pase más de una semana. (Incluso puedes demostrar tu ingenio y sazón combinando sobras de diferentes días creando así nuevos guisos).

Se puede ahorrar aún más con algunos trucos a la hora de conservar los alimentos, pero ésto lo trataremos en el siguiente artículo.

¡Hasta la próxima!

Referencias

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