Siendo éste el artículo con el que abrimos el año, pensaba compartir con ustedes algunas recomendaciones para mejorar sus finanzas personales: ahorrar, liquidar deudas, algún testimonio… Sin embargo, una visita al médico familiar me hizo ver que necesitaba bajar de peso (16 Kg), por lo que me dio una dieta a seguir y ejercicio qué realizar (cuando menos 30 minutos 3 veces por semana) para así recuperar mi peso. En resumen, arranco el año con una meta qué alcanzar y una serie de tareas que Dios mediante me llevarán a alcanzar esa meta.
Y fue entonces que me di cuenta que, por muchas cosas que les pudiera recomendar, la más sencilla, práctica y eficaz de todas es que pongas por escrito aquello que quieres lograr y lo que tienes que hacer para alcanzarlo. Sí, así de simple. ¿Que quieres comenzar a ahorrar? ¡Adelante!, ¿Que quieres salir de deudas? ¡Excelente idea!, ¿Que quieres cambiar de auto? ¡A poner manos a la obra!
Considera lo siguiente: De la misma manera que cuando te vas a subir a tu coche debes saber hacia dónde vas para poder escoger la ruta más apropiada y saber más o menos cuánto tiempo te tomará hacer el viaje, el tener una meta de qué quieres logran en tu situación financiera te permitirá
- Crear un compromiso de tu parte para alcanzar tu meta,
- Tener un parámetro de referencia para medir cuánto has logrado y saber cuánto te falta,
- Reforzar tu determinación en los momentos de flaqueza,
- Y te ayudará a tomar decisiones al basar éstas en aquello que te acerca a tu meta.
Pero lo más importante de todo: Tener una meta te obligará a poner en marcha las acciones necesarias para alcanzarla.
Y ahora la pregunta obligada, ¿Cómo definir una meta financiera? Antes de que comiences con números y cifras salidas de tus aspiraciones (o ilusiones), deja que te comente cómo debe ser una meta.
En inglés se utiliza un acrónimo que resulta muy oportuno para definir cómo deben ser las metas financieras: SMART (Inteligente), es decir, Specific (Específicas), Measurable (Medibles), Attainable (Alcanzables), Relevant (Relevantes) y Time-Bound (Fechadas). ¿Y qué significa todo esto en buen español? Significa que cuando crees tus metas financieras te asegures de que sean
- Específicas: No vale decir «Quiero ahorrar» o «Quiero pagar mis deudas«, sino más bien algo parecido a «Quiero ahorrar 100 pesos quincenales«, «Quiero liquidar mi tarjeta de crédito en la que debo $5000» o «Necesito juntar $20,000 para el enganche del coche«.
- Medibles: Va de la mano con lo anterior. Si sólo dices «Quiero ahorrar«, con sólo meter un peso a tu alcancía ¡ya lo lograste!, y si sólo dices «Necesito juntar para el enganche del coche» podrás pasarte toda una vida ahorrando, pero ¿cómo sabrás que has juntado lo suficiente? Por ello es necesario que puedas medirla de manera que sepas en todo momento cómo vas y cuánto te falta.
- Alcanzables: O dicho de otra manera, realistas. Una meta financiera irreal se vuelve inalcanzable, generando frustración y descontento. En cambio, una meta realista y alcanzable, es un elemento de motivación, y cuando es alcanzada, es un motivo de celebración.
- Relevantes: ¿Te serviría de algo ponerte de meta ahorrar un peso al mes? Es específico, medible, alcanzable, pero ¿vale la pena? ¿Qué lograrías con ello? Las consecuencias de la meta deben aportar tal valor a tus planes, a tu vida personal o a la calidad de vida de tu familia, que con sólo pensar en ellas te motive a que hagas el esfuerzo necesario para alcanzarlas: La tranquilidad de no deberle a nadie, la confianza de tener un fondo para emergencias o de tener cubiertos los estudios de tus hijos imprimen relevancia suficiente para esforzarte a saldar tus deudas o para destinar parte de tus ingresos al ahorro.
- Con un límite de tiempo: Todas las metas financieras deben tener un tiempo en el que te comprometas contigo mismo a cumplirlas. Es decir, que si te propones juntar $20,000 para el enganche del auto en 20 meses, es necesario que ahorres $1000 mensuales. Juntar el enganche en menos tiempo requiere un ahorro mayor e inclusive generar un ingreso adicional, mientras que juntarlo en más tiempo te permitiría dedicar menos dinero al ahorro. Como podemos ver las implicaciones y las tareas a realizar son completamente diferentes dependiendo del plazo del que disponemos para cumplir nuestras metas.
Si me preguntaran cuál de todas estas características considero yo la más importante, respondería que el que las metas sean realistas y alcanzables. Tendemos a ser extremistas: o somos excesivamente optimistas con lo cual nos comprometemos a cosas que al final no podremos cumplir, o excesivamente negativos con lo cual, debido a una excesiva prudencia, las metas terminan siendo irrelevantes.
Queda un último paso para garantizar que alcanzarás tu meta: Haz todo lo necesario y lo que esté a tu alcance para cumplirla.
De la misma manera que no pasaría nada si yo simplemente me planteo bajar de peso, pero sigo comiendo grasas, dulces y harinas sin hacer ejercicio ni por casualidad, tampoco ocurrirá nada si detrás de la meta financiera que te hayas impuesto no existe un compromiso de tu parte por hacer todo lo necesario y todo lo que esté a tu alcance para cumplirla.
Sólo recuerda que toda actividad que realices debe ayudarte a acercarte un poco más a tu meta. Si te comprometes contigo mismo, y eres constante y disciplinado, seguramente lo lograrás.
¡Éxito!