El regalo más valioso para este día de las madres

¿Sabías que el concepto moderno del Día de la Madre surgió en 1870 cuando Julia Ward Howe (poetisa y activista estadounidense) publicó la Proclama del Día de las Madres? La proclama es un apasionado llamado a la paz y al cese de los conflictos armados. «La espada del asesinato no es la balanza de la justicia. La sangre no limpia el deshonor, ni la violencia es señal de posesión. En nombre de la maternidad y la humanidad, les pido solemnemente que sea designado un congreso general de mujeres, sin importar nacionalidad, y que se lleve a cabo en algún lugar que resulte conveniente, a la brevedad posible, para promover la alianza de diferentes nacionalidades, el arreglo amistoso de cuestiones internacionales».

Este espíritu pacifista que anticipaba lo que casi un siglo después conoceríamos como emancipación de la mujer sufrió un profundo cambio en la década de los 50’s – 60’s del siglo pasado, cuando inicialmente la radio y posteriormente la televisión mostraron su potencial para llegar a las grandes audiencias. La industria de la publicidad evolucionó como nunca antes gracias a las nuevas tecnologías llegando incluso a forjar mitos y creencias que hoy forman parte de la cultura popular ¿quién no conoce a Santa Claus, creado originalmente por la Coca-Cola para una campaña navideña?

El Día de la Madre no pudo escapar del poder de influencia de esta industria, convirtiéndose en una de las fechas del año en que más se elevan las ventas de los comercios quizá solo detrás de la navidad: Ventas nocturnas, meses sin intereses, baratas y un sin fin de otras promociones se ofrecen al público para que así pueda adquirir aquellos productos o servicios con los cuales se «festeje» o «reconozca» a mamá.

Seré claro: Agradecer a nuestras madres el don de la vida así como su dedicación y cariño es algo que siempre debiéramos tener presente, pero de ahí a endeudarte para adquirir algún producto que en realidad no le es indispensable es otro boleto. La mejor manera de agradecerles es con nuestro tiempo, cariño y reconocimiento, pero el consumismo en el que vivimos envueltos da más peso al regalar que al agradecer, a la posesión de bienes que a compartir nuestro tiempo… y lo peor es que somos muchos los que caemos en esta trampa.

Así que este 10 de mayo, antes de caer en las redes de los publicistas, mejor dedica tu día a disfrutar a tu madre si aún tienes la dicha su presencia. Una conversación sin la limitación del reloj, una actividad que ella hacía tiempo deseaba realizar pero que no había llevado a cabo por falta de compañía, el ayudarle con alguna tarea doméstica de las que en silencio suele absorber, serían un regalo más duradero y valioso que cualquier móvil, celular o pantalla plana que pudieses comprar. Un pequeño detalle creado con tus propias manos seguramente se convertirá en las de ella en el más valioso de los tesoros.

Entonces, ¿no hay que comprarles nada? No necesariamente… La recomendación es que antes de comprar te cerciores que ese obsequio sea algo que de verdad le sea de utilidad, algo a lo que no le hayan incrementado el precio aprovechando la calentura de la época, y cuyo monto puedas absorberlo sin necesidad de endeudarte.  Y lo más importante, que no sea un premio de consolación el cual otorgas a tu madre por no haber obtenido ella el obsequio más valioso: tu compañía.

Nuestros mejores para todas las madres que nos leen.

¡Felicidades!

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